Nadie Nos Manda #1

32.Beso y enfrentamiento.

32.Beso y enfrentamiento.

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El ambiente en la casa había cambiado a uno bastante denso en el cual se podía escuchar hasta los grillos que eran inquilinos en la casa, Cass me miraba en completo silencio con una mirada seria, cualquier de la familia hubiera estado cagado de la situación, pero yo no era ellos.

"Ya valimos."

¿Por qué lo dices?

"Recuerdas la última vez que no decía nada."

Cierto, hizo que Tom casi se quedara sin descendencia.

—Es complicado.

¡Sultanita, tenemos salvación!

—Cass, sabes que puedes confiar en mí, soy tu hermana.

—Lo sé, pero...no sé cómo decirte que en ciertas ocasiones... me siento...excluida.

― ¿Excluida? ― Asintió aparatando la mirada — ¿Por qué?

—Cada vez que quiero participar en alguna broma ustedes siempre me excluyen. Dicen ridículas excusas sobre que no quieren que me pase algo cuando todos sabemos que soy capaz de manejar hasta a una mafia.

Analicé sus palabras llegando a la conclusión de que tenía razón, había momentos en que preferíamos que mantuviera distancia de todas las locuras que hacíamos. Queríamos evitar que a su tan corta edad tuviera un récord policial muy extenso.

—Cass, no te incluimos porque no queramos que participes.

―Entonces, ¿por qué es?

—Porque no queremos que te llegue a pasar algo y que entres en la lista de los más buscados.

― ¿Pasarme algo?

Fina ella, le interesaba más lo primero que la lista de los más buscados.

"Es una Clark no esperemos mucho."

—Si, sabes que algunas de nuestras bromas se salen de control. No queremos que al ir a la cárcel pases una mala experiencia.

—Alex, sabes que yo puedo hacer grandes cosas.

"Si lo dejó muy claro cuando casi incendia el hotel en las Bahamas en las últimas vacaciones que tuvieron."

—Eres mi hermanita, no quiero que nada malo te pase y que sea tan grave que tengamos que intervenir hasta el punto de no importarnos nada.

―Como lo que pasó con mamá ― cuestionó mientras hacía memoria de la historia que nos habían contado.

Me limité a solo murmurar un "si" de igual manera recordando cada palabra de papá. En su último año de secundaria ellos hicieron una guerra de bromas porque ninguno se llevaba bien y mi madre quería demostrarle que dos podían jugar el mismo juego.

"Como que la historia se repite, ¿no?"

Pero algo llegó a salir tan mal que provocaron un incendio, una chica que decía ser amiga de mamá, la cual desconocíamos su nombre y paradero, la encerró en uno de los salones para que ella no saliera, papá se dio cuenta y la salvó. Desde ese día que él nos contó esa historia somos más cuidadosos cuando nuestras bromas incluyen fuego.

—Mira Alex, —comenzó Cass mirándome seriamente — sabes más que nadie que yo se cuidarme sola y no dejaré que me suceda algo o que no sea la que mueva la revolución en la cárcel.

Ella en una cena familiar mencionó vagamente que si llegaba a ir presa sería la que dirigiría una revolución ocasionando que todos la miráramos preocupados por nuestro futuro y de los presos.