Fantasma

Capitulo 2: La luna en estado puro.

( No poner la canción hasta que se indique )

Llegamos a la montaña y la luna estaba en lo alto del cielo, mas bonita que nunca. Llegó el momento. Me senté al borde de la montaña y empecé a aullar. Después tomé mi forma humana, y empecé a cantar y bailar una canción para la luna como es de costumbre. (Poner la canción ahora) 

Tonto el que no entienda, cuenta la leyenda, que una hembra gitana, conjuró a la luna, hasta el amanecer. Llorando pedía, que al llegar el día, desposará aun calé. ''Tendrás a tu hombre, piel morena'' desde el cielo habló la luna llena, pero a cambio quiero, el hijo primero, que lo engendres a él. Que quien su hijo inmola, para no estar sola, poco le iba a querer.

Luna quiere ser madre, y no encuentras querer que te haga mujer. Dime luna de plata, que pretendes hacer con un niño de piel, aaah aaaaah. Hijo de la Luna.

De padre canela, nació un niño, blanco como el lomo de un armiño, con los ojos grises, en vez de aceituna, niño albino de luna. Maldita su estampa, este hijo es de un payo, y yo no me lo cayo. Gitano al creerse deshonrado, se fue a su mujer cuchillo en mano, ¿ de quién es el hijo?, me has engañado fijo, y de muerte la hirió. Luego se hizo al monte, con el niño en brazos, y allí lo abandonó.

Luna quiere ser madre, y no encuentras querer que te haga mujer. Dime luna de plata, que pretendes hacer con un niño de piel,aaah aaaaah. Hijo de la Luna.

Y en las noches que haga luna llena, será porque el niño esté de buenas. Y si el niño llora, menguará la luna para hacerle una cuna. Y si el niño llora, menguará la luna para hacerle una cuna.

Al acabar volví a mi forma lobuna, y me puse a contemplar la luna. Belfegor se sentó a mi lado.

- Fantasma... - dijo bajando la mirada, no me daba buena espina. - Dime, Bel - lo miré confusa.     - Tengo que irme, ya sabes al sitio del que vengo. Quiero respuestas y quiero ir solo, no quiero que vengas. Lo siento. - dijo eso con la mirada fija en mis ojos azules. - Bien, si es lo que quieres adelante. Buena suerte Belfegor, espero que la próxima vez que nos veamos hayas podido resolver tus preguntas. - Sin decir nada mas, me acerqué a el, y me abrazó. Luego se levantó y sin decir nada mas se fue. 

Caí rendida en un sueño profundo después de estar un rato contemplando la hermosa luna.

Al despertar, para mi sorpresa, noté la presencia de alguien mas escondido entre los arboles. Era un hombre lobo, pero tan solo un cachorro. Me levanté y le dirigí la mirada, el cachorro me contemplaba con los ojos muy abiertos y la boca formando una ''o''. Yo no dije nada, de repente se escucharon a los humanos enfurecidos que, al parecer buscaban al cachorro para matarlo. El cachorro corrió hasta mi y se ocultó tras mi blanco pelaje. Yo lo miré de reojo sorprendida al ver que no me temía. 

Aparecieron los humanos con armas a las que llamaban escopetas, al verme, se sorprendieron, y pude notar que los humanos mas jóvenes, me temían. Pero los mas mayores tenían un deseo enorme de matarme a mi y al cachorro que se encontraba detrás de mi en ese momento, para utilizar nuestras pieles de abrigo. Estúpidos humanos. Me apuntaron con ese arma mientras sonreían. Yo me giré y cogí al cachorro por la parte de piel en la que las madres cogen a sus cachorros, y corrí hacia el interior del bosque. Una vez dentro oculté al cachorro en un árbol que tenia un agujero lo suficiente grande para que solo un cachorro de su tamaño entrara.

- Quédate aquí y no salgas hasta que yo te lo diga, ¿de acuerdo?- el cachorro se limitó a asentir y a ocultarse bien en el agujero. Yo me giré y me moví por los arboles con sigilo. Me acercaba a los humanos sin que pudieran verme. Notaban mi presencia pero no me veían. Empezaban a ponerse nerviosos. Cuando vi el momento oportuno, aullé con todas mis fuerzas, cosa que izo que se asustaran tanto que salieron corriendo ''con el rabo entre las piernas''. Luego me dirigí al cachorro y le ayudé a salir del agujero.

- ¿Estas bien? ¿Te has echo daño en alguna parte? - le pregunté al pequeño cachorro. -No, muchas gracias. Perdona por preguntar pero, tu eres, Fantasma, ¿la loba alvina de la leyenda?     - Dijo el cachorro fascinado - Supongo si, aunque no soy ninguna leyenda, eso se lo inventó alguien y desde entonces todos creen en eso, es estúpido. - dije mientras empezaba a andar. El cachorro me siguió sin decir nada. - ¿No tienes que volver a la manada? - pregunté sin sacar la mirada al frente. - Si, pero me he perdido... - dijo bajando la mirada. - ¿Cual es el nombre de tu manada?, te llevaré hasta allí. - dije mirándolo de reojo. - ¡¿Enserio?!, ¡muchas gracias! El nombre de mi manada es: ''Claro de Luna''- dijo ya mas tranquilo. Volví la mirada al frente y nos dirigimos hacia el territorio de Claro de Luna. Es una de las manadas mas fuertes de la zona. Durante todo el camino nadie abrió la boca. De vez en cuando notaba la mirada del cachorro fija en mi, pero no le di importancia.

- Ya hemos llegado - dije antes de salir del bosque. Se veían las luces de las casas de la aldea demasiado cerca y no quería involucrarme mas con los hombres lobo. - ¿No entrarás conmigo?-dijo el cachorro apenado. - Lo siento cachorro, pero prefiero que mi existencia siga siendo parte de una leyenda. - dije - Entiendo... ¿Nos volveremos a ver?  - dijo el cachorro. - Claro, podrás encontrarme las noches de luna llena en el mismo sitio en el que me encontraste hoy. Pero será nuestro secreto ¿vale? - dije sorprendida de mis propias palabras. El cachorro asintió feliz ante mi respuesta y cogió su forma humana. Echó a correr mientras me decía adiós con la mano y una sonrisa en la boca. Era la primera vez que alguien me sonreía, ni siquiera Belfegor me había sonreído antes. No se por que, pero me izo muy feliz.

Imagen del cachorro que acompañó fantasma hasta su manada.

                       Atte: Kc