Capítulo 3: Madres ejemplares.

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-¡¿Tweek?¡... ¡¿Estás en casa cariño?! -era la voz de la madre del rubio, quien se suponía le faltaba una hora para regresar.
-E-es tu mamá... -susurró Craig antes que comenzara a colocarse la camiseta y la chaqueta que siempre llevaba. Tweek por su lado se abotonaba -mal- la camisa.
-¡Enciende las luces Craig! -dijo alterado el rubio.
Ninguno de los dos había notado el paso del tiempo, y afuera ya estaba oscuro. De forma improvisada, Tweek tomó un mazo de cartas de un juego de rol que a veces jugaban y sacó las cartas de la caja.
-¡Bien pensado! -le dijo Craig quien ya estaba oyendo como la señora Tweek subía la escalera.
Ambos tomaron una almohada para cubrirse la entrepierna y sentarse en el suelo como si estuviesen jugando. Pese al susto, ambos tenían una erección latente difícil de no ver (cuerpos jóvenes y resistentes).
-¿Tweek? ¿Estás aquí? -su madre llamó a la puerta y abrió antes que pudiesen decir algo- oh, estás con Craig... -amplió una sonrisa para ambos.
-H-hola mamá...-si bien Tweek temblaba, no era algo que saliera de lo común, por lo que su madre no lo tomó como algo extraño.
-Siempre está Craig los martes a si que me extrañó que las luces estuviesen apagadas... -los chicos se miraron interrogantes mientras la señora les sonreía como siempre- es raro jugar cartas con las luces apagadas... Cielito, tus cartas están al revés -su sonrisa pícara, sus cejas levantadas y sus declaraciones marcaban el fin. Su intento fallido estaba coronado.
-M-mamá... -Tweek quería inventar algo, pero la sonrisa de su madre lo detenía.
-Cariño, su alboroto se escuchaba desde abajo, es cosa de ver al rededor-dijo mientras señalaba que habían varias cosas tiradas en el suelo. Producto que entraron en pánico, hicieron estragos sin notarlo.
-Tweek siempre tira todo al suelo, pensé que usted lo sabía...-bufó Craig, insistiendo en disimular.
-¡Agh! ¡No es cierto! -protestó el rubio, a lo que su madre soltó una carcajada. -Lamento haber llegado antes, no quise interrumpir nada... -insistió con su sonrisa pícara mientras los miraba.
Ambos se ruborizaron y se miraron entre sí. Habían sido totalmente descubiertos, aunque ni siquiera habían comenzado como era debido.
-Señora Tweek... -Craig quiso hablar pero fue interrumpido.
-No le voy a contar a tus padres, sé lo que te preocupa -ella se acercó a acariciar la cabeza de Craig.
-Mamá... -habló Tweek- fue mi culpa... yo...
-Es normal cariño... -ella acercó su mano libre y acarició la cabeza de ambos- están en edad de descubrirse el uno al otro...y a juzgar por sus caras, los interrumpí en la mejor parte... -sonrió- pero justamente traía algo para ustedes...-ella comenzó a buscar algo en su cartera, que al encontrarlo, lo sacó rápidamente y lo puso en manos de Craig- úsenlos... -les guiñó el ojo. Eran condones... con sabores y colores fluorescentes.
-¡Agh!¡Mamá! -Tweek soltó un grito.
-Con todo respeto señora... jódase -dijo Craig haciendo la seña.
-Estoy tan orgullosa es ustedes...-se llevó las manos al pecho con suspiro inspirado- tu padre estará contento...
-¡N-no le digas! -el rubio movía las manos frenéticamente.
-Nosotros... no hicimos nada que pueda contar... -Craig se ruborizó. Estaba totalmente a merced de aquella mujer. Los había leído por completo después de todo.
-Pero ya lo harán, porque nosotros nos vamos por el fin de semana...
-¿Qué?-Tweek miró sorprendido a su madre. El no sabía nada de eso.
-Vamos a tomarnos unas mini vacaciones, a si que llamé a la madre de Craig para que pueda venir a acompañarte desde el viernes por la tarde. Por eso compré los condones. ¡Justo a tiempo! -ambos adolescentes se miraban incrédulos a esa información- ah, y claro que tu padre no lo sabe Craig. Se supone que estarían Token y Clyde, ya lo arreglé todo con Laura... -de acuerdo, ambos estaban asustados de tanta sincronización y colaboración de sus madres.
-¡¿Usted me está dando a su hijo?! -Craig se puso de pie por la sorpresa.
-¡No eres mi madre! ¡Eres un a gente federal! ¡Quieres mi sangre! -Tweek se cubrió con la almohada.
-Son taaan gay... -ella solo rió.
Ninguno podía procesar ese aviso como algo real. Prácticamente era la oportunidad perfecta y dada con total consentimiento. ¿Realmente estaban siendo incitados ha tener ese tiempo para ellos? La situación era extraña y bastante cómica, algo digno de contar. -Bueno Cariño, voy a preparar la comida... -su madre se disponía a irse, no sin antes rematar la charla- si llegan a continuar, háganlo bajito...
-¡MAMÁ! -Tweek apenas se podía de los nervios con tanta información, aunque era conocido por ambos la naturalidad de la señora Tweek para ser troll. Ella sólo sonrió y finalmente salió con tranquilidad. Cuando volvieron a quedar solos, sus miradas se encontraron algo confusas aún.
-¿Quieres continuar bajito? -bufó Craig.
-No me jodas...-suspiró Tweek.
-Con respecto al fin de semana... -el chico de gorro azul aclaró su garganta y pasó su mano por detrás de su nuca- de alguna forma nuestras madres son geniales.
-Pff... si -ambos se sonrojaron.
Como tenían las cartas a mano, casi de forma automática se pusieron a jugar de verdad. No faltó mucho para que Craig tuviese que volver a su casa. Los padres de Tweek le habían pedido sospechosamente que se quede a dormir, pero claramente se negó. Ya no necesitaba excusas porque estaba todo arreglado. Ambos querían que el fin de semana llegue.

[South Park]Nuestra primera vez [Creek] (En edición)Where stories live. Discover now