Capítulo 5: No, no y no

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Por la mañana del jueves el sol lastimaba mucho los ojos de Craig. Casi nunca ocurría, pero el día anterior no se había asegurado de cerrar bien las persianas, por lo que la luz lo golpeo con su mejor gancho. 

Ciertamente, el misterio de Tweek lo mantuvo muy nervioso y no pudo descansar bien, se levantó varias veces en la noche y se dio vueltas en sí mismo sobre su cama preguntando que era lo que sucedía.

Tweek era exagerado. Eso era verdad desde que lo conocía. Sin embargo, hace mucho tiempo que no sonaba tan afligido, sin mencionar que nunca antes lo había dejado con intriga.

Sin más remedio, tuvo que levantarse cuando escuchó al resto de su familia caminar por el pasillo. Bajó las escaleras hacia el primer piso para tomar desayuno con sus padres y su pequeña hermana, quienes se asombraron mucho al verlo levantado a esas horas de la mañana.

-¿Hijo? -el padre preguntó incrédulo cuando vio al chico bajar la escalera y bostezando.

-Hola papá... -saludó sin mirar a nadie y luego se sentó en la mesa.

-Nunca te vi despierto tan temprano antes... -su madre lo observaba extrañada.

-No dormí muy bien... -estiró sus brazos y volvió a bostezar- últimamente pienso demasiado.

-Wow, eso si que es nuevo... -rió maliciosa su hermana Ruby. Craig sólo se limitó a hacer "la seña" mientras ella le respondía de igual forma.

La madre de Craig era (en parte) responsable por los (forzados) planes de su hijo para el fin de semana. El rostro de Laura miró a su hijo con un signo de interrogación en caso que ese insomnio tuviese que ver con el plan, pero su hijo movió su cabeza de lado a lado discretamente para decir que no tenía nada que ver. Más aliviada, se sentó en la mesa donde sólo faltaba ella y pudieron comenzar a desayunar.

Al salir de casa, Craig iba más que a tiempo. Era temprano aún. 

Las calles aún conservaban la penumbra de la noche y la nieve brillaba con las luces artificiales del alumbrado público que aún estaba a unos 15 minutos de apagarse. Por alguna razón, a Craig le pareció una escena muy relajante, y lo mejor era que tenía mucho tiempo para disfrutar su caminata.

En ello, una silueta familiar aparece a lo lejos. Ésta parece tambalearse de un lado a otro para luego precipitarse hacia suelo violentamente; sin duda una caída fea. Craig no estaba seguro del todo, pero como parecía conocer al individuo, corrió a ayudarlo.
Con la respiración agitada al llegar a su objetivo, pudo comprobar que éste era nada más y nada menos que Randy Marsh, el padre de Stan. Sin decir una palabra, Craig se acercó a él para verificar que estuviese respirando, poniendo una de sus manos cerca de la nariz. Además de comprobar que estaba vivo, pudo sentir un fuerte olor a alcohol. Era evidente que estaba borracho.

A Craig no le agradaba la idea de lidiar con borrachos, pero su conciencia no le permitía dejarlo ahí. A esa hora de la mañana había frío y se arrepentiría toda la vida si le ocurriese algo a ese hombre.

-Señor Marsh...-Craig lo llamó despacio dándole palmadas ligeras en la espalda, pero no recibió respuesta. Le habló un poco más fuerte y cerca de su oído- ¡Señor Marsh! -Randy abrió los ojos de golpe mirando a Craig.

-¡Yo no hice nada! ¡No me maten! -respondió exaltado. El chico no comprendía esa reacción.

-Tranquilo señor, soy Craig. Compañero de su hijo Stan -el joven le extendió la mano al señor que estaba acostado en el suelo.

Randy aceptó la ayuda del compañero de su hijo y rodeo el cuello de éste con su brazo. Durante la trayectoria, el padre de familia no dejaba de balbucear algo, sin embargo, el joven no quiso prestarle atención.

[South Park]Nuestra primera vez [Creek] (En edición)Where stories live. Discover now