8. Quemándo recuerdos.

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Abro mis ojos lentamente esperando recibir la luz del sol; eso no pará de cualquier manera porque Asher tiene las ventanas de su habitación cubiertas con unas gruesas cortinas que no dejan que a la habitación entren los rayos del sol. Y ha dicho que me matará si intento siquiera moverlas, el chico de verdad detesta ser levantado de manera natural. Aun así hay un poco de iluminación puesto que la luz solar se escurre aunque sea un poco entre los bordes de la cortina.

Arrastro mi cuerpo fuera de la cama con muy poca voluntad y me doy cuenta al mirar detrás de mí que Asher no se encuentra en la cama. Muy raro, siempre soy el primero en levantarse. Su padre sigue aquí así que supongo que es normal. Cuando miro el reloj, me alarmo, porque es casi mediodía. Bueno, soy la clase de persona que no puede dormir menos de ocho horas y anoche nos acostamos muy tarde mientras peleábamos acerca de mi polla y el trasero de Asher.

Solo tiempo de calidad en pareja, dulces momentos que nunca olvidaré.

Salgo de la habitación y camino hacia el baño, puedo escuchar movimiento en la cocina y personas hablando. Escucho la voz de Asher y de su padre, pero también de alguien más. Frunzo el ceño... ¿De quién se trata? Nadie más que yo conozca viene a esta casa.

Voy al baño primero y luego me dirijo a la cocina a investigar. Cuando estoy totalmente cerca me doy cuenta de que se trata de Caleb.

—¿Realmente no sabías que yo estaba aquí? —interroga el padre de Asher con un tono feliz—. Pensé que tú y Asher no estaban hablando por los momento, tú madre sí mencionó algo sobre ustedes estando de malas.

—Sí, por eso he venido hoy... para hacer las paces —Caleb tiene ese tono sospechoso y cuidadoso con el que manipula a Asher y lo detesto, quiero hacer mi entrada cuanto antes—. No sabía que ibas a venir, Andy, ¿Qué te trajo a Los Angeles?

—Mi hijo, desde luego —Andy ríe—. Solo quería venir a pasar tiempo con él pero al parecer interrumpí varios eventos importantes, lo siento.

—Papá, por favor... —la voz de Asher tiembla con nerviosismo, puedo decir que está incómodo.

—Es cierto, ¿Pero como yo iba a saber que tenías pareja? Nunca me cuentas nada, tienes que empezar a ser más comunicativo con tu padre, Ash —espeta Andy, eso lo dijo anoche también, parecer de verdad afectarle—. Pero en fin, estoy feliz de haber venido, así pude conocer al novio de Asher.

—¿Novio? —Caleb suena confundido y yo sonrío.

—Vaya, sabía que estaban de malas pero no tenía de cuanto —Andy suelta una risa—. ¿Quieres decirme que no conoces a Miles? ¡El novio de Asher! Es muy raro que no lo sepas, incluso si estaban peleados, ustedes solían ser de las personas que no podían vivir el uno sin el otro. Incluso llegué a pensar que terminarían juntos.

—Que ridículo —oigo a Caleb espetar.

—Sé que no eres gay, tranquilo —Andy ríe de nuevo.

—¿Miles es tu novio? —ahora Caleb parece enojado.

—Sí —susurra Asher.

—¿Ah, que sí lo conoces? —Andy está completamente ajeno a todo el esfuerzo que ambos están haciendo por guardarse las cosas.

—Por supuesto, ese i...

—¡Buenos días! —exclamo haciendo una entrada abrupta en la cocina—. Oh, vaya, tenemos visitas, que gusto verte de nuevo, Caleb —le sonrío, con descaro, mirándolo directamente a los ojos, él aprieta sus mandíbula—. Buenos días, señor Bullock.

El padre de Asher está sentado en la mesa de la cocina, frente a Caleb y Asher solo está recostado del mesón con su brazo izquierdo cruzando sobre su estómago, sosteniendo con su mano el codo del otro brazo y su mano libre sosteniendo su barbilla. Está mirándome, con los ojos abiertos de par en par, con ellos me está gritando un silencioso "¡Sálvame!".

Gato callejero |BL|Where stories live. Discover now