༺ Seven ༻

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Ayato estaba buscando a Tn para discutir sobre la misión que Tatara había encomendado a ambos, al no encontrarla por ningún lado fue hasta su habitación, y allí estaba aquella pelinegra, lanzando sus cosas de aquí a allá en un ataque de ira o tal vez nervios. Naki llegó, atraído por el escándalo que ella hacía, sorprendiéndose al verla en aquel estado.

– Tn...

– No –lo detuvo Ayato.– Cuando está así es mejor no acercársele.

– ¿Y qué hacemos entonces, niño listo?

– Hay que llamar a Eto, ella es la única que puede controlarla.

– ... –miró a sus subordinados.– Gage, Guge, vayan por Eto.

Los mencionados corrieron en busca de la pequeña. Cuando la de vendas llegó allí, entró en la habitación y pidió a todos salir.

– Pero... –dijo Naki, preocupado por la pelinegra.

– Ya, vámonos –dijo Ayato, empujando al rubio fuera de la habitación y cerrando la puerta.

Eto miró a Tn destrozar la habitación y se le acercó.

– Tn-chii, ya basta –pidió tomándola de las muñecas.– Basta.

Tn la miró, tenía su kakugan activado, pero sus ojos inundados en lágrimas. Comenzó a forcejear con la contraria. Eto la sujetaba más y más fuerte, hasta que la pelinegra pudo soltarse, y al hacerlo la abrazó.

– Tranquila –susurró.

Tn rompió en llanto cayendo de rodillas al suelo, la contraria se arrodilló con ella sin soltarla. La ojioscura se aferró a la de vendas, quien, mientras la abrazaba, se quitó sus respectivas vendas del rostro.

– Tranquila –volvió a susurrar.– ¿Qué pasó ésta vez?

– Lo odio –sollozó.

– ¿A quién odias?

– A ese un-ojo...Ken...

– ¿A Kaneki? ¿Qué te hizo?

– Me confunde –la abrazó más fuerte.– Lo detesto, se hace el amable conmigo...

– No comprendo bien.

– Nadie es tan bueno...él busca algo...pero no sé qué... ¡Y eso me irrita!

– Shh –acarició su cabello.– No grites así. Él debe ser amable contigo porque así es él.

– ¿Un idiota?

– ...Exacto –sonrió. Tn rió levemente.

– ¿Estás mejor?

– ...Sí –la miró.– Gracias y...lo siento.

– No importa, no es nada –sonrió.– Te tengo una propuesta, para evitar que rompas de nuevo más tarde.

– ¿Qué cosa?

– Ven conmigo ésta noche a mi casa –propuso.– Podemos leer, recitar poesía y jugar a adivinar el autor.

– ¿De verdad? –preguntó. Eto asintió.– De acuerdo –sonrió.– Gracias Eto.

– Te dije que no es nada –rió.

[Noche]

Tn se fue con Eto. En casa de la de las vendas, ella se quitó sus vendajes y se cambió de ropa, mientras Tn preparaba café. Ambas se sentaron en el sofá.

 – ¿Te sientes más tranquila?

– Sí –sonrió.

– Eso es bueno –sonrió.– Por cierto, tengo un regalo para ti.

– ¿Un regalo? ¿Para mí? –preguntó algo sorprendida.

– Así es –sonrió.– Cierra los ojos –ordenó.

Tn asintió y cerró los ojos mientras Eto se levantaba, tomó algo y volvió a sentarse extendiendo sus brazos con aquel obsequio en sus manos.

– Bien, ábrelos.

Tn abrió los ojos divisando primero a la peliverde que la miraba con una sonrisa, bajó la mirada hacia las manos de la contraria observando algo rectangular envuelto en papel de regalo y con un pequeño listón, ella lo tomó y rompió el papel dejando a la vista el contenido: un libro.

Tn abrió los ojos divisando primero a la peliverde que la miraba con una sonrisa, bajó la mirada hacia las manos de la contraria observando algo rectangular envuelto en papel de regalo y con un pequeño listón, ella lo tomó y rompió el papel dejand...

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– ¿"El Ahorcado de MacGuffin"? –sonrió.– Muchas gracias Eto –la miró.

– No es nada –rió.– Dentro de unos días estaré firmando éste libro y...bueno, tú no lo tenías y a mí me dieron dos así que firmé adelantadamente uno para ti –sonrió.

– Muchas gracias, de verdad. No sabes cuanto estaba esperando leerlo, estaba ahorrando para comprarlo, pero...empezaré a leerlo de inmediato ahora que ya lo tengo –lo abrió.– Y firmado por la gran Takatsuki Sen –rió. Eto rió también.

– Espero te guste.

– Bueno...el adelanto que me diste de éste libro era bueno, así que de seguro el libro completo lo es más –sonrió. Eto rió nuevamente.

Abused 🚬 Ken KanekiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora