One Night

Aquella noche

—Por fin solas cariño mío, ¿cuenta que te tiene con esa cara?— se sentó en la cama

—Si yo estoy bien querida Ge, mejor cuéntame ¿Por qué decidiste mudarte?

—Por qué puedo Nora, puedo vivir en cualquier parte del mundo, pero quiero vivir junto a mi chica favorita.

—Espero ser yo—

—Claro, no podía estar más tiempo separada de ti y del pequeño príncipe —

—Es bueno tenerte cerca —

—Ahora sí ¿me vas a contar cómo va todo con Evan ?—

—Eso, él suele sacar lo malo de mi, es un arrogante que cree que soy una irresponsable, pero que a la vez me confunde—

—Sigue sin saber quién eres quizá eso te molesta—

—Claro que me molesta, sabes que escuche esta noche se va a casar yo ni sabia que tenía novia—

—Ahora entiendo esa cara, pequeña —

—No eso no tiene nada que ver, solo estoy cansada el trabajo , la escuela y Max me tiene así—

—Te engañas sola y lo sabes—

—Solo había visto a Evan esa noche, esto no es nada solo fue una aventura—

—Una aventura, que te liga a él por vida ¿lo sabes verdad?—

—Esto lo ligaría si lo supiera pero planeo que siga sin saberlo —

—¿Hasta cuándo? Sabes tendrías que empezar por hablar de esas noche lo guardas como un sucio secreto—

—No es eso, pero ya es demasiado vergonzoso, haberme dejado llevar de esa manera —

—Estoy segura que no te gusta hablar de eso, no por vergüenza si no por qué esa noche te afecto más de lo que quieres hacerme creer —

Claro que esa noche me había afectado, esa noche mi vida dio un giro inesperado, hice una elección y ahora tenía que cargar con eso, ¿Pero por qué de todos los hombres que existían tenía que ser Evan ?

Evan

Salí de la casa de nana con sus palabras sonando en mi cabeza una y otra vez, había tomado una decisión, la cual era la correcta para tener mi futuro asegurado Lina era una salida fácil, una esposa adorno ¿qué más podía pedir?, creo que al final no era tan distinto a mis padres también buscaba el dinero y la posición social.

No es que no tuviera ya el suficiente dinero, pero quería tener una empresa más sólida este matrimonio haría que mi empresa  subiera el precio de sus acciones, me colocaría a la cabeza , el padre de Lina mi futuro suegro tenía el poder y una larga lista de clientes que se unirán, esta fusión sería bastante productiva.

Había conocido a Lina hace cuatro años cuando empecé a hacer negocios con Gregorio, ella empezó a perseguirme a cada lugar, no puedo negarlo es una mujer hermosa rubia, alta , sonrisa perfecta, al igual que su cuerpo que claro lo era por qué se había sometido a alguna cirugía , esas tetas eran más plásticas que nada pero eso no quitaba que llamaran la atención, parecía demasiado reservada, tranquila se había tomado su tiempo, hasta que hace algunos meses la había hecho mi novia, ahora planeaba hacerla mi esposa, una esposa trofeo.

Ella sería fácil de manejar, carecía de carácter sé que sería capaz de permitir cualquier infidelidad de mi parte, eso me gustaba a pesar de casarme con ella podría seguir llevando mi vida como hasta ahora. Pero las palabras de nana seguían sonando en mi cabeza < ¿Y el amor> no sabía si creía en el amor, no sé si sería capaz de entregarme tan ciegamente a una persona, las personas que se supone deberían amarme nunca lo hicieron, mis padres estaban más ocupados en fiestas y viajes como para dedicarle tiempo a su único hijo. Nana ella me había enseñado que era tener una familia, cuidaba de mí como si fuera su propio hijo, pasó noches en vela cuando enfermaba, hacia pasteles para mis cumpleaños que claro  mis padres siempre olvidaban y cuando no lo olvidaban sólo recibía un cuantioso cheque.

Llegue a casa perdido en mis pensamiento, aún faltaban unas horas para ver a mi futura prometida en aquel restaurante, así que subí a mi habitación necesitaba una ducha, quizá eso me relajaría , mientras buscaba en el closet el traje que usaría, algo cayó de una repisa, llamado mi atención , me acerqué .

Un par de zapatos de tacón brillaban en el suelo, un par plateado que me hizo volver a aquella noche y la chica misteriosa, no entendía como seguía guardando algo así , solo había sido una aventura, ella había salido huyendo dejando sus zapatillas, aún seguía preguntándome ¿porque huyó de esa manera? No es que me importara pero ninguna huía así de mi, regularmente tenía que arrancarlas de mi lado, pero esa chica no, ella solo se fue.

Quizá era mi ego lastimado el que me hacía seguir conservando esas zapatillas, había intentando tirarlas en varias ocasiones, pero no había podido, esa chica había huido de mi y eso me intrigaba no volvía saber de ella, no sabía su nombre,  solo una noche que parecía estar grabada en mi mente . Pero por alguna razón bueno quizá por el alcohol no recordaba su rostro, la mayoría de los recuerdos eran borrosos, solo recuerdo la sensación de  su cuerpo sobre el mío, su melodioso gemido en mi oído. Su cabello suave castaño largo y perfectamente liso enredado en mis manos, volví a colocarlas zapatillas de donde se habían caído lo mejor era olvidar que por primera vez alguien me había votado a mi.