One Night

Un raro acercamiento

Llegamos a su casa y me toco despertarlo otra vez parecía que en vez de bajar el efecto del alcohol se hiciera cada vez más presente, con ayuda del chofer logramos sacarlo, tuve que buscar en las bolsas de su pantalón las llaves Evan parecía un muñeco de trapo, cuando por fin logramos entrar, se sujetaba a mí como su tabla de salvación lo lleve hasta el sofá, dejándose caer .

Me quede de pie mirándolo su cabeza caía hacia atrás , lentamente irguió su cuerpo, colocó sus codos en sus rodillas y tomó su cabeza, hasta ese instante parece que se hizo consciente de que yo estaba ahí en la habitación. Se levanto lentamente y camino tambaleante acercándose a mi, sentí como si el aire empezaba  a faltarme, su mirada penetrante estaba sobre mi haciéndome sentir un escalofrío, cuando estuvo tan cerca de mi, sostuve el aire, su aliento olía a alcohol, pero a pesar de eso él tenía ese aroma tan característico,  uno que me atraía y que no había encontrado en ningún otro, cerré los ojos al sentirlo tan cerca.

—Me daas permiso— escuche sus voz y abrí los ojos para verlo hacerme una seña de que me moviera

Mira a mis espaldas, ahí estaba una pequeña mesa con botellas, el aire volvió a mí cuando me moví y lo vi tomar una, bebió de ella y en un solo trago bebió una enorme cantidad. Me estaba poniendo nerviosa pues en ningún momento sus ojos perdieron de vista a los míos .

—¿Sabesss ? Tu rostro tiene algo muy familiar— cerró un poco los ojos como si pudiera enfocare me así de una mejor manera

—Claro Evan nos conocemos hace años, será mejor que dejes de beber— camine lo más lejos que puede de él

—Nooo tiene poco que nos hemos visto pero tu rostro me es demasiado familiar— tomo otra botella con dificultad camino con ambas botellas en las manos

—Solo haz bebido demasiado te preparo un café o mejor será que duermas —

— Al parecer todos saben lo que es bueno para mí — se dejó caer nuevamente en el sillón

—Realmente no sé si sea bueno pero es lo más recomendable en estas situaciones — caminaba impaciente

—Estoy taaaan  cansado, parece nunca haré nada bien, soy una vergüenza y solo trato de que mi familia me ame aunque sea un poco ¿soy patético?—

—No lo eres, es normal que desees amor de las personas se suponen deben tenértelo —

—Si yo tuviera un hijo, nunca sería como mi padre—

Las lágrimas empezaron a  bajar por sus rostro y en un instante se quebró ahí, como un niño pequeño empezó a llorar, mi corazón sintió que se rompía junto con él, se veía tan débil e indefenso, no pude más que acercarme y abrazarlo, lo vi  llorar por un largo tiempo y decir cosas  que quizá para cualquier otra persona seria incoherencias.

Su cabeza se recostó sobre mis piernas , me dedique en consolarlo y acariciar su cabello como si fuera un pequeño, hasta que sentí su respiración  más tranquila.

Me removí, como si algo me estuviera me estuviera aprisionando, mi cuerpo me dolía quizá por la incómoda posición en la que me encontraba, se escuchaba una respiración en mi oído, abrí lentamente te los ojos y me encontré con ese rostro más relajado. Acaricie su mejilla me quede tensa cuando él se movió, lo mejor sería levantarme en algún momento de la noche ambos nos habíamos quedado dormidos en el sillón.