5. Incandescencia

271 16 11
                                    

—Ustedes hacen muy buena pareja, Scottie― Murmura Bill, con el suficiente volumen para que Jane escuche.

Ha sido una mañana (aunque odie admitirlo) divertida, pero difícil. Básicamente Jane casi se desnuda frente a mí por accidente... o eso quiero creer. Ella ahora lleva la ropa de Emily que tenía guardada en mi armario. No sé muy bien porque la conservo aun. Ella la dejó en mi casa la última vez que vino, pero no le dio el tiempo de volver y cogerla...

Dios, se supone que debía olvidarme de eso. No quiero recordarlo más. Pero, maldita sea, Jane luce igual a ella con ese estilo. Bastante guapa, si puedo agregar.

Nos encontramos comprando gaseosas en la tienda de Bill, un pequeño mercado a unos cuantos minutos de mi casa. Algo en mi me dice que tengo que distraer a esta chica de lo que sucede en su casa...

La verdad es que el comentario de novios no me molesta, sino que me da la oportunidad de molestar a Jane otra vez. Pero ella se me adelanta y habla primero.

—No, eh, no somos pareja... Sólo...― Su voz cesa de pronto, es obvio que no sabe que decir.

La verdad yo tampoco sabría que responder. Nuestra relación ha dado un giro de 360° en relación a ayer. Pero es por los problemas que ella tiene en casa, es porque me recuerda a Emily, y quiero ayudarla, sólo por eso... No sé me ocurre que responder, pero recuerdo que iba a bromear con ella.

—Sí, bueno, gracias. Somos pareja hace poco— Respondo mientras rodeo a Jane con un brazo y la atraigo hacia mí, en plan «novios». Ella posa su brazo en mi pecho para afirmarse causa de la sorpresa.

Ella no hace más que dedicarme una mirada sarcástica y fastidiada, pero puedo ver un atisbo de diversión en sus ojos color ámbar, que destellan al cruzarse con los míos. Por poco y caigo preso de su mirada. Pero soy Scott Brouillard, carajo, no caigo con nada.

—Gracias por las bebidas, Bill— Digo mientras extiendo mi mano libre, en la cual se encuentra el dinero. Pago por ellas, y salimos de la tienda.

— ¿Por qué has hecho eso?― Pregunta mi ex acosadora que ha dormido conmigo, mientras retiro mi brazo de sus hombros.

—Sólo por diversión― Digo mientras sonrió de lado y la miro.

Lentamente caminamos hasta el parque, nos sentamos y hablamos durante horas. La mayoría acerca de cómo sacaríamos a su madre de ese lugar, pero al final no llegamos a nada. Sólo conseguimos que nos doliera la cabeza, por lo que simplemente nos resignamos por hoy, y nos recostamos en el césped a contemplar el fuego que había en el cielo de la tarde.

—Gracias― Musita levemente mientras baja la mirada.

Maldición, sé que está devastada.

―No es nada. Necesitas ayuda, y me alegra poder ser yo el que te la brinde.

Ella voltea a mirarme con una expresión algo soñadora en los ojos. Caigo en cuenta de que he dicho estupideces así dos veces en el día. Joder.

―Me refiero, a que te lo debía. Ya sabes, por todo lo de antes― Digo rápidamente, apartando la mirada con la esperanza de que mi rubor no esté expuesto.

¡YO NUNCA ME RUBORIZO, MALDITA SEA! He quedado como un niño sentimental dos veces, tengo que mover la balanza a mi favor, y de paso burlarme un poco de ella. Pues, así soy, maldición.

Me incorporo rápidamente, y ayudo a Jane a levantarse. La miro directo a los ojos, adopto una expresión seria, y dejo que mi actitud distante haga lo demás. Entonces es cuando mis grises pupilas comienzan a mirarla con atención, sin perder ninguno de sus débiles y nerviosos movimientos. Jane ya no puede sostenerme más la mirada, y comienza a mirar hacia el suelo. En ese momento, sé que he ganado.

Vicio Insaciable [Scott]Where stories live. Discover now