Inside the Soul + yoonseok

III

Abrió los ojos de golpe, sintiendo un molesto dolor en sus piernas, confundido, sin recordar nada de lo que había pasado anteriormente.
Sus manos se apoyan en el frío suelo, ayudando a el resto de su cuerpo a ponerse en pie.
Mira su reflejo, fijándose enseguida de aquel fino camino de sangre que recorría de su nuca hasta su cuello, rápidamente lo limpia con agua, restandole importancia a aquella pequeña herida que probablemente se hizo al caer.

Camina lentamente hacia su cuarto, hasta que recuerda porque estaba en el baño, junto con eso el recuerdo de aquel pálido rostro que lo observaba momentos antes de que se desplomara.

Gira sobre sus tobillos, mirando a través de aquella inquietante oscuridad que cubría el pasillo. Sus pies se mueven, dando pasos lentos y indecisos, con miedo a lo que se podría encontrar al doblar en alguna esquina. Esperando lo peor de encontrarse a aquel intruso. Los minutos pasan, él seguía buscando a aquella persona que creyó ver, rindiéndose, repitiendo en su mente que tal vez era una simple ilusión.

...

El día de hoy Hoseok no asistía a la universidad, por lo que el ruidoso despertador no había interrumpido su sueño. Y que mejor que eso, pues la noche anterior estuvo hasta tardes horas.

Después de largas horas donde su pudo descansar adecuadamente, sus ojos se abrieron por inercia, estiro su cuerpo desenrredandolo de las sabanas, mientras que con otra mano tomaba su móvil. Frunció el ceño por la incomoda y brillosa luz del aparato por lo que espero unos segundos hasta que sus ojos se acostumbraran. Una vez así pudo leer algunos mensajes de parte de su hermana, diciendo que por la noche no la espere, pues se iría a la casa de su novio.

Hoseok siguió revisando las demás notificaciones, ignorando algunas.

Su cuerpo se levanto, tiro su móvil sobre su cama; encaminándose al baño por aquel pequeño dolor en su frente.
La herida de la noche anterior fue limpiada y desinfectada por él mismo, con una cara de disgusto que causaba aquel pequeño dolor.

No era la primera vez que se despertaba a mitad de la noche con dolores fuertes de cabeza, para que minutos después se desmayara.

¿Tendría que preocuparse por eso?
Hoseok hacia caso omiso a aquellos sucesos que comenzaron a sus trece años.

El día paso lento y aburrido, Hoseok buscaba algo interesante en que poner su atención, su dedo deslizaba la pantalla de su móvil, aun sin encontrar algo como eso. Opto por dejar de lado el aparato, perdiéndose en sus pensamientos.

Miraba detenidamente el techo de la sala, su cuerpo cómodamente echado sobre el sofá, mientras la melodía de piano se colaba por sus oídos.

¿Puedes verme?
Soy tu peor pesadilla.