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A lo largo de mi vida he acumulado una serie de costumbres y formas de ser, tanto físicas como morales, que me han diferenciado del resto de las personas. La que realmente marcó la línea divisoria entre el mundo y yo fue una enfermedad poco frecuente.
Sí, para el mundo soy rara, y no puedo evitar pensarlo yo a veces porque nunca pude hablar con una persona que haya tenido mi misma enfermedad. He oído sí, pero nunca fue alguien cercano, sino el conocido del conocido o el hijo de alguien que vi una sola vez en mi vida.
Que ocupe una pequeña porción de la población mundial no significa que no valga la pena. Porque tenga algo que la mayoría de las personas nunca escuchó nombrar no significa que puedo pudrirme en el fondo de un pozo olvidado. Yo estoy bien, pero hay muchos que no reciben el diagnostico o el tratamiento a tiempo, ya que es más sencillo y barato invertir en lo que afecta a los 'normales'.
Si se preocuparan un poco más por nosotros, tal vez, algún día dejemos de ser raros.  

Érase una vez... una enfermedad poco frecuenteOù les histoires vivent. Découvrez maintenant