Entre flores y tatuajes →nammin

Epílogo.

Un año después...

Había sido un día de locos, solo quería llegar a casa y recostarse. Durante todo el día, la tienda estuvo llena, apenas JungKook y él podían, YoonGi tuvo que salir de su puesto y también trabajar con ellos, ya que nadie sabía, que al parecer a todo el mundo le dio un ataque de hacerse tatuajes.

Cansado y exhausto, entró a su apartamento, siendo recibido por su cachorro de raza Pomenaria y olor a comida casera. Suspiró feliz, caminando a la cocina luego de sacarse los zapatos, encontrándose con la espalda de su novio. Acercándose le abraza por la espalda, besando su cuello.

—Hola bebé— Susurra cerca de su oído, descansando su barbilla en el hombro ajeno.

—Hola NamJonnie— Responde Jimin, girando sobre sus talones, abrazando el mayor.

Estuvieron así durante unos segundos, abrazados y entre besos, demostrándose cuánto se habían extrañado, ya que desde que Jimin había abierto otra florería, ya no lo tenía al otro lado de la calle, se veían de vez en cuando en el almuerzo y cuando llegaba la noche.

No se demoraron mucho en comer, ambos querían acostarse en su cama y fundirse en el otro, entre mimos, caricias y besos, era un suplicio estar todo el día separados.

Abrazados, con las sábanas rodeándolos, NamJoon le hacía caricias en sus mejillas al menor, mientras que este, tenía sus brazos envueltos en el cuerpo ajeno, sus piernas estaban entrelazadas a las otras y ambas miradas conectadas que analizaban al otro sin decir nada. Todo era un silencio cómodo, que sin decirse nada, parecía que conversaban con solo verse.

—¿En qué piensas, amor?— Pregunta Jimin en voz baja, mirando como su novio tenía sus ojos totalmente concentrados.

—¿Te acuerdas cuando dije que eras una Gardenia?

—Si, me dijiste que era tu amor secreto— Dice risueño al aparecer las imágenes de aquel recuerdo. —¿Por qué la pregunta?

—Pienso que has cambiado de flor... Eres una rosa roja, aunque suene muy cliché.

—La rosa roja representa el amor, amor eterno y puro, que también significa deseo, fidelidad y respeto, esa flor no es nada más que un gran símbolo de amor, pero que se debe entregar con cuidado... ¿Estás seguro que para ti soy una rosa roja?

—Claro que si, siento todo eso por ti y mucho más, sigo enamorado de ti como el primer día e incluso aún más— Sonríe abiertamente, observando cómo su novio se emocionaba, antes de fundirse en sus brazos aún más.

—Te amo tanto NamJoonnie, eres lo mejor que me ha pasado— Susurra, antes de subir su mirada y acercarse a besarle.

—También te amo demasiado y no sé qué haría sin mi chico bonito.

Dice lo último para así compartir un beso profundo y lleno amor, sellando todo lo que sentían el uno por el otro, que solo era, amor verdadero.

Rosas