18. Morgana

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—Tengo que admitir que sus intentos por detenerme son interesantes, pero no servirán de nada –se encogió de hombros y paseo alrededor del campo.

—Tenemos que hacer algo ahora –habló Harry.

—Alexa nos dijo que no, que no la interrumpiéramos –recordó Draco.

—Podemos aventarla al círculo –sugirió Hermione.

—Claro, piensas que me pasará lo que le pasó a Sirius Black ¿no es cierto? –Sonrió Morgana y observó a Hermione –cada vez me caes peor, sangre sucia.

—Sí, pues puedo decir lo mismo de ti –se encogió de hombros la castaña.

—Lo triste es, que tú no tienes el poder de destruirme como yo a ti –suspiró fingiendo pesadumbre –puedo hacer lo que quiera, desde entrar al círculo y matar a Alexey, hasta arrojarte a ti y matar a todos los Weasley –sonrió –ya he comenzado con lo tercero –se burló al ver el rostro aterrado de Harry y Hermione –he mandado a un perro fiel, a terminar con los más ancianos, y según por lo que me informó, dos jóvenes se les han unido, es una lástima, matar sangre puras no es lo mío, pero no pienso tener piedad con nadie que no se una a mí o me traicione ¿me escuchaste, Alexey?

Se giró hacia el círculo, pero Harry se interpuso, impasible y valiente, como siempre había sido, cosa que hizo que a Morgana su interior ardiera, tal vez lo había heredado de su padre, después de todo, él había sido un sangre pura, que bien que Voldemort lo matara sin darle una opción.

—Voy a aprovechar el hecho de que ella inició con el ritual para traer a Voldemort de vuelta –comentó Morgana –pero tú, ciertamente, estorbas.

Se acercó a él, acarició su mejilla y después lo observó de manera suave y sonrió, recordándole a la vieja Ginny.

—Es una lástima tu estatus de sangre, no me hubiese desagradado que mi heredera se quedara contigo –acercó sus labios a los de él –ve tranquilo hasta ella, porque siempre te amó –lo besó haciendo que Draco observara a otro lado –sólo ocupo tu alma –completó cuando terminó el beso –Avada Kedavra –susurró y la luz verde inundó el cuerpo de Harry.

—Nadie va a permitir que traigas a Voldemort de vuelta –la encaró Hermione.

—Es una pena que teman más a lo que ese pobre mago tenebroso pueda hacer a lo que yo haga.

—A nadie le importas, Morgana, no le importaste a nadie en el pasado, no le importas a nadie ahora.

—A mí me importa –murmuró Smart acercándose a ella –me haré cargo de ella.

—Bien, mientras yo traigo de vuelta el alma de Voldemort –sonrió cruel Morgana.

—Es un poco cobarde ponerte contra una chica ¿no lo crees? –Draco caminó hasta quedar entre Hermione y Smart.

—Bueno, tú eres el rey cobarde ¿no dejaste que torturaran a tu novia? –se burló –bueno, pues felicidades, gracias a ti, ella está muerta y Morgana vive, sólo a ti y a nadie más.

—Solucionaremos eso –se burló el rubio.

—No hay forma de que lo hagan.

—Pues la encontraré, traeré a Ginny de vuelta así mi vida vaya de por medio.

—Típico –se burló Smart y sus ojos amarillos se posaron en Hermione.

Un segundo después, Draco estaba sobre el sirviente de Morgana y Hermione había comenzado a atacar a la bruja, que no se sorprendió por el ataque, la estrelló contra el árbol más cercano, que se partió a la mitad por el golpe.

La Heredera de Morgana || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora