21. Presente

285 29 10
                                    

Caminaba tan absorto en sí mismo que ni siquiera había notado en qué momento Blaise se había colocado a su lado, lo notó porque se detuvo a causa de que en diagonal a él, estaba una escena poco agradable para él, Ginevra y Harry estaban uno frente al otro, con esa mirada de enamorados, donde al final, ella había rodeado el cuello de Potter para besarlo, él la había sujetado de la cintura para acercarla a él.

—Cada día son más cursis esos dos –murmuró Blaise –es tan incómodo a la vista.

—No los veas –gruñó enfadado.

—No es algo que quiera hacer, verlos, quiero decir, es simple, a donde quiera que me los topo, siempre están haciendo eso, besándose, es asqueroso.

—Por qué no te está besando a ti –murmuró Draco con cierto fastidio.

—Weasley no tiene tan buen gusto, de tenerlo, amigo mío, estaría en mi cama, haciendo todo, menos besarme –sonrió socarrón.

—Tal vez porque tiene buen gusto no está en tu cama ¿no lo crees?

— ¿Estás insinuando que Potter es mejor que yo? ¿Dónde quedó todo aquel Potter es lo peor que nos ha pasado? –se burló.

—Es una pobretona –soltó y la boca le supo amarga –se conforma con un idiota como Potter, es como si fuera un dios para ella.

—Cambiemos de tema –pidió Zabini –mejor dime ¿Qué haces en el callejón Diagon? –sonrió.

—Vine a comprar algo que necesito –soltó sin quitar su vista de la pareja frente a ellos, donde Potter se había alejado para besar a Ginny en la frente y sonreírle de forma tonta de un típico chico enamorado.

—Y por el rumbo que estas tomando, me imagino que es lo que comprarás. Supongo que Nott no estaba tan equivocado y de repente te dio una urgencia por casarte con Greengrass, pensé que ella sólo era algo así como... un bonito pasatiempo.

—Dejó de serlo –se encogió de hombros y caminó rumbo a la pareja.

Blaise lo siguió con una sonrisa divertida, a Draco siempre le había gustado ser un dolor en el trasero de Harry, incluso antes de que saliera con Ginevra, así que ciertamente, era normal que interviniera para hacer comentarios mordaces respecto a la escena romántica que estaban haciendo.

—Te ves un poco apurado –Draco retrocedió cuando el amplio pecho de Charlie Weasley se puso frente a él.

—Ahora me estás cuidando ¿no? –frunció el ceño enfadado.

— ¿Éste también es un Weasley? –intervino Zabini con una nota divertida.

—Soy Charlie Weasley –le contestó –cuido Dragones, así que si no le tengo miedo a esos animales, imagínate lo que te haré a ti si utilizas ese tono una vez más.

—Te dejaré con tu entrenador Draco –se burló Blaise y se alejó.

La mirada de Charlie volvió a enfocarse en la de Draco, estaba serio, y ya no era tan hostil como se suponía que hubiese sido ese encuentro en un día normal.

—Sólo pasaba por aquí –se defendió el rubio.

—Claro, supongamos que te creo y que no es porque mi hermana está en esa dirección –sonrió divertido –ya no vas a acercarte a ella, Malfoy, y es mejor que lo tengas muy claro.

—Tengo más claro que nadie lo que sacrifiqué, Charles –gruñó enfadado –y no pueden negarme el verla por lo menos a un metro de distancia, está con Potter ¿Qué puedo hacer?

—La última vez la secuestraste ¿no? –se encogió de hombros.

—La última vez, las cosas eran diferentes ¿tengo que recordarte nuestro anterior contexto? Pensé que eras más inteligente que esas bestias.

La Heredera de Morgana || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora