Capítulo 53

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Denna sacaba todos los males de mi cuerpo, era maravilloso tenerla siempre a mi lado, gracias a ella mi insomnio se veía atacado por el agotamiento y conseguía dormir, dormía más que nunca.

Me desperté agotado, la noche anterior había sido demasiado intenta, empezamos en la cama, continuamos en la ducha y finalmente volvimos a la cama, donde le hice el amor a Denna por tercera vez. Todos mis músculos ardían; fue una noche de desenfreno.

Miré a la chica que dormía sobre mi pecho, estaba tan bella como siempre, sonreí inconscientemente y estiré mi brazo para tomar mi móvil.

Eran las tres y cuarto de la tarde.

-¡Joder! -dije levantándome de un tirón - llego tarde.

-¿Qué pasa Dennis? -preguntó adormilada -.

-Hemos quedado con tu padre, tengo que ir a recogerlo -dije comenzando a correr hacia la puerta del dormitorio -.

-Cariño, antes de ir corriendo, ponte algo, veo a Dennis Conda colgar desde aquí -dijo ella carcajeando-.

Me abalance sobre la cama, cayendo sobre ella, sonreí y llevé mi boca a la suya.

-Estoy destrozado de anoche -susurré- estabas muy caliente ayer.

-A mi también me duele todo -gimió molesta-.

-Tú lo quisiste -dije antes de atacar sus labios-.

Nos fundimos en un largo beso, con sus piernas se abrazó a mi cintura e hizo presión en mi pene, despertándolo de nuevo.

-Denna, eso no está bien, me encantaría volver a hacerte el amor, pero cariño, tu padre estará esperándome en poco más de media hora.

-No me apetece para nada hablar con él, quiero pasar todo el día contigo -murmuró -.

-Te amo -susurré dejando un beso en sus labios y levantándome -.

-Yo también te amo -susurró ella desde la cama -.

Su cuerpo desnudo allí, tan tranquilo, tendido sobre la cama me hacía querer pasarme todo el día dentro de ella, pero no era el momento.

Me vestí rápidamente con unos shorts que llegaban a la altura de mis rodillas, eran de deporte y una camiseta de tirantes negra que dejaba a la vista mis bien trabajados bíceps.

-Ve vistiendo ese cuerpecito tan bonito que tienes -dije dejándome sobre ella en la cama - vuelvo en seguida -dejé un beso en sus labios - y a ver si puedes preparar algo rápido para comer, estoy muerto.

-A sus órdenes, señor.

-No me llames así, me haces sentir viejo -dije gruñendo-.

-Lo eres -afirmó-.

Apreté su culo con mis manos y protestó rápidamente, lo que me hizo reír.

Salí de casa en busca de su padre, ese hombre, Connor tenía mucho que aclarar a su hija. Cuando llegué a donde nos lo encontramos la noche anterior me dejé caer en un banco al sol, hacía un calor agradable y mis músculos agradecían aquello, estaba agotado.

Connor no tardó mucho en llegar, se acercó a mí y me saludó estrechando nuestras manos, era un hombre fuerte y atlético, a demás de altísimo.

-¿Y Denna? -preguntó-.

-Está en casa, vamos para allá -dije poniéndome en marcha hacia mi BMW negro-.

Posesivo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora