Estábamos ya desembarcando en Francia del enorme buque de transporte. Ambos estábamos subidos en la furgoneta esperando nuestro turno para salir del puerto, habían miles de coches, camiones y motos bajando de aquel lugar.
-Por dios -protestó Denna - estoy cansadísima, quiero bajar ya de la furgoneta.
-Deberíamos de haber dormido más anoche -dijo poniendo mi mano sobre la suya, que se encontraba en su muslo- Fue demasiado intensa para tu cuerpo, ambos sabemos que aún no me acaba de aceptar.
-No es mi culpa que la tengas como un caballo -dijo cruzándose de brazos algo irritada -.
-No te estoy echando la culpa de nada, cariño -dije sincero - me duele más que a ti ésto.
-No lo creo.
-Nena, te he hecho el amor pocas veces, es normal que tú cuerpo aún no se adapte completamente, es más, eras virgen por lo que tú cuerpo estaba menos preparado -dije mirándola a los ojos -.
-No es mi culpa tampoco haber sido virgen -gruñó-.
-Denna, estás muy irritada -afirmé- ¿por qué no te acuestas un rato? Necesitas descansar.
-Lo siento -susurró- estoy pagando cosas contigo cuando no tienes ninguna culpa.
-Tranquila, no te disculpes, te adaptarás a mi, te haré el amor todas las noches para que lo hagas -dije entrelazando los dedos de nuestras manos -.
-Pero primero tienes que comprar condones -dijo ella riendo -.
-Me paro en el primer negocio que haya para comprar, por eso no te preocupes -dije riendo-.
-Estás completamente loco -dijo divertida-.
- Lo sé.
Pronto conseguimos salir del puerto, no tardamos más de media hora en salir de aquella pequeña ciudad francesa portuaria y nos encaminamos sin rumbo fijo por una carretera hasta que paramos en una pequeña área de servicio dónde había un restaurante, una tienda y mucho aparcamiento.
-¿Francia o España? -pregunté-.
-España y sus playas suenan bien, ¿no crees? -dijo Denna estirando sus brazos, agotada -.
-Entonces iremos allí -dije divertido- pero antes, ¿por qué no dormimos un poco?
Ella asintió en un rápido movimiento, rápidamente se metió en la parte de atrás de la furgoneta y se dejó caer sobre el colchón.
-Estoy exhausta -susurró -.
Entré yo atrás con ella, me quité rápidamente los pantalones y la camiseta, para dormir más cómodo.
Denna se acercó a mí, pasó su mano rodeando mi cintura y apoyó su cabeza sobre mi pecho, a la vez yo la rodeé con mis brazos, apretándola contra mi.
-Te amo -susurré -.
-Yo también a ti.
-Vamos, duerme un poco, pequeña.
Empecé a hacerle pequeños círculos en la piel de su espalda con mi dedo índice hasta que cayó profundamente dormida, me encantaba verla dormir, nunca me cansaba y no me cansaré jamás, era tan maravilloso verla respirar tranquilamente, inhalando y exhalando el aire, el que salía por sus bonitos labios.
Joder. ¿Por qué era tan perfecta? Me tenía tan loco. Quería que fuese mía para siempre, y lo acabaría consiguiendo.
-Te amo -susurré mientras ella dormía, pasando uno de los mechones de su pelo tras su oreja -.
ESTÁS LEYENDO
Posesivo ©
Teen FictionLuke Dennis Haiter es el chico mujeriego de la universidad, con 23 años y muchas chicas tras él. Hasta que un día aparece Denna en su casa, una chica de 18 años y primer año de universidad. Luke hace una apuesta con sus amigos de llevarse a las chi...