Capítulo 57

11.6K 533 18
                                    

Estábamos ya desembarcando en Francia del enorme buque de transporte. Ambos estábamos subidos en la furgoneta esperando nuestro turno para salir del puerto, habían miles de coches, camiones y motos bajando de aquel lugar.

-Por dios -protestó Denna - estoy cansadísima, quiero bajar ya de la furgoneta.

-Deberíamos de haber dormido más anoche -dijo poniendo mi mano sobre la suya, que se encontraba en su muslo- Fue demasiado intensa para tu cuerpo, ambos sabemos que aún no me acaba de aceptar.

-No es mi culpa que la tengas como un caballo -dijo cruzándose de brazos algo irritada -.

-No te estoy echando la culpa de nada, cariño -dije sincero - me duele más que a ti ésto.

-No lo creo.

-Nena, te he hecho el amor pocas veces, es normal que tú cuerpo aún no se adapte completamente, es más, eras virgen por lo que tú cuerpo estaba menos preparado -dije mirándola a los ojos -.

-No es mi culpa tampoco haber sido virgen -gruñó-.

-Denna, estás muy irritada -afirmé- ¿por qué no te acuestas un rato? Necesitas descansar.

-Lo siento -susurró- estoy pagando cosas contigo cuando no tienes ninguna culpa.

-Tranquila, no te disculpes, te adaptarás a mi, te haré el amor todas las noches para que lo hagas -dije entrelazando los dedos de nuestras manos -.

-Pero primero tienes que comprar condones -dijo ella riendo -.

-Me paro en el primer negocio que haya para comprar, por eso no te preocupes -dije riendo-.

-Estás completamente loco -dijo divertida-.

- Lo sé.

Pronto conseguimos salir del puerto, no tardamos más de media hora en salir de aquella pequeña ciudad francesa portuaria y nos encaminamos sin rumbo fijo por una carretera hasta que paramos en una pequeña área de servicio dónde había un restaurante, una tienda y mucho aparcamiento.

-¿Francia o España? -pregunté-.

-España y sus playas suenan bien, ¿no crees? -dijo Denna estirando sus brazos, agotada -.

-Entonces iremos allí -dije divertido- pero antes, ¿por qué no dormimos un poco?

Ella asintió en un rápido movimiento, rápidamente se metió en la parte de atrás de la furgoneta y se dejó caer sobre el colchón.

-Estoy exhausta -susurró -.

Entré yo atrás con ella, me quité rápidamente los pantalones y la camiseta, para dormir más cómodo.

Denna se acercó a mí, pasó su mano rodeando mi cintura y apoyó su cabeza sobre mi pecho, a la vez yo la rodeé con mis brazos, apretándola contra mi.

-Te amo -susurré -.

-Yo también a ti.

-Vamos, duerme un poco, pequeña.

Empecé a hacerle pequeños círculos en la piel de su espalda con mi dedo índice hasta que cayó profundamente dormida, me encantaba verla dormir, nunca me cansaba y no me cansaré jamás, era tan maravilloso verla respirar tranquilamente, inhalando y exhalando el aire, el que salía por sus bonitos labios.

Joder. ¿Por qué era tan perfecta? Me tenía tan loco. Quería que fuese mía para siempre, y lo acabaría consiguiendo.

-Te amo -susurré mientras ella dormía, pasando uno de los mechones de su pelo tras su oreja -.

Posesivo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora