Posesivo ©

Capítulo 59.

Siento mucho la espera, pero aquí tenéis capítulo. Espero que lo disfrutéis, VOTAD Y COMENTAD!!!

Un gran abrazo a tod@s

Había venido parte de la familia de mi padre y mi madre a conocerme, ¿cómo podían ser tantos? No podía ni recordar el nombre de la mitad de ellos, vinieron como veinte personas, de las cuales solo recordaba el nombre de tres o cuatro de ellas y porque uno de ellos se llamaba como mi mejor amigo, James, otro como yo, Luke y los otros dos tenían nombres tan reconocidos como Anthony o David.

Todos, para mi sorpresa me recibieron con cariño, más del que me podría haber imaginado en aquel momento.

A la hora de comer todos nos fuimos a un pequeño restaurante de la zona, dónde vivían no llegaba a ser una ciudad, era un pueblo más bien pequeñito, de unos once mil habitantes según me habían dicho, era tranquilo, era un sitio idóneo para vivir con una familia, fuera del bullicio, y el tráfico de una ciudad, sin tantos peligros en la calle.

Habían dos chicos y una chica de más o menos mi edad, el menor de esos dos chicos y la chica eran hijos del hermano de mi padre, y el otro chico era hijo de una de las hermanas de mi madre.

Pronto entablamos conversación, eran bastante agradables. La chica se llamaba Aubrey, tenía veintiún años, su hermano se llamaba Cort y tenía veintitrés años y el otro chico era Hank, que tenía mi misma edad. Obviamente no se desenvolvían muy bien en el inglés y cuando le preguntaban algo a Denna en alemán ella me miraba nerviosa, no entendía nada.

-¿Y cuánto tiempo lleváis? Hacéis una pareja preciosa -dijo Aubrey -.

-Unos once meses y gracias -le respondí con una sonrisa-.

En cuánto acabamos de comer agradecí a toda la familia por ir a conocerme, por ser tan agradables y su hospitalidad, entonces, me marché con Denna. Sabía que ella sufría de no entender prácticamente nada.

-Serias tan feliz aquí -me dijo ella con una sonrisa -.

-Lo sería, pero soy mucho más feliz contigo, no me voy a mover de Londres -le contesté devolviéndole la sonrisa-.

-Quizá deberíamos venir más a menudo, te noto feliz y supongo que poco a poco entenderé algo de Alemán -dijo encogiéndose de hombros -.

-Él alemán no es fácil -le dije- no tienes por qué verte obligada a aprender.

-Me gustaría hacerlo, por ti.

-Vamos, no seas tonta -dije riendo -.

-Lo digo en serio.

-¿Vamos a por la furgoneta? -dije moviendo mis cejas -.

-No seas pervertido -añadió ella -.

-Ambos sabemos cuánto lo deseamos -dije divertido -.

-Vamos, que estás deseándolo

-Y tú también pequeña -susurré tomando su cara entre mis manos para besarla lentamente -.

Las vacaciones acabaron pasando asquerosamente rápidas, ya estaba de vuelta en Londres, pronto volveríamos a la rutina y yo no quería aquello. No quería pasarme las mañanas enteras sin Denna, sabiendo que estaría cerca de Ares, tenía que darle un buen puñetazo a ese idiota y seguro que Connor estaba más que dispuesto a ayudarme.

De echo, Denna y yo nos encontrábamos de camino a su piso, para ver a mi hermana y a él.

Cuando llegamos, nos encontramos allí una gran sorpresa, mis padres adoptivos, y se estaban peleando con Astrid. A gritos.