1. Natblida

779 39 4
                                    

Abro mis ojos por el canto del gallo, Anya (mi entrenadora), los demás entrenadores, Titus (fleimkepa) y Heda (actual comandante de sangre) entran a la habitación para llevarnos a mí y a mis hermanos y hermanas natblida a la misma rutina de siempre (reflexión, desayunar, clases de escritura e idiomas con Titus, entrenamiento con un corto descanso para comer y de nuevo a entrenar con un entrenador para cada natblida, hasta que ya no hay suficiente luz del sol y vamos a la sala del trono con Heda y Titus para conocer de los distintos clanes hasta que nos permitan ir a dormir) llevo en esto 7 años de mi vida, ahora tengo 11 años de edad, los primeros 4 años de la vida de un natblida se pasa con sus padres, ellos se encargan de los años difíciles, por así decirlo, donde tienen que cambiar pañales, enseñar a caminar, comer por sí solos, etc.
Hasta que va el Fleimkepa y algunos guardias por el pequeño natblida y se lo llevan a Polis a vivir con otros natblida.
Tienen un piso entero de la gran torre, dormimos en la misma habitación (los que vamos para el mismo cónclave, ya que hay natblida que son más pequeños que nosotros, los tienen en otra habitación y los entrenan separados a nosotros, ellos estarán en el cónclave de la muerte de el que sea el próximo Heda de mi cónclave, somos 9 los que estamos).
Ahora mismo estoy en medio de la reflexión en una parte reservada del bosque, es exclusiva para nosotros.
Muero de hambre y no puedo pensar más que en eso. De un momento a otro mi estómago gruñe, y por lo visto fue fuerte, ya que puedo escuchar como Luna, que está a mi lado intenta aguantarse la risa, ella es mi única amiga, es de mi edad, También está su hermano (ellos sí son hermanos de la misma madre) que es un año mayor que nosotras, hablamos cuando podemos. Entre abro mis ojos un poco para ver a Luna y la puedo ver aún luchando por no reírse, lo que causa que yo quiera reírme y esté en la misma posición que ella, lo que causa que ella quiera reír y haciéndose ahí una cadena interminable de risa, hasta que no podemos aguantarnos más y empezamos a reír o interrumpiendo la meditación de todos haciendo que se nos queden viendo extrañados y serios, Titus se levanta de su lugar enojado y nos toma de un brazo a cada una, mientras les ordena a los demás seguir meditando y alejándonos de ahí, a un área donde se podían ver a los ciudadanos poniendo sus puestos en el mercado de Polis, para así poder regañarnos y que sus gritos no interrumpan a los que siguen meditando.

-¿Qué ocurre con ustedes?!!!- nos dice elevando la voz llamando la atención de una señora y sus dos hijas, son como de nuestra edad, están instalando un puesto, parece ser de comida.

-Mírame a los ojos cuando te hablo Lexa!!!- me dice ya que ve que me diste je viendo a aquella familia

-Perdón, no volverá a pasar, todo fue mi culpa, tengo mucha hambre así que mi estómago hizo ruidos graciosos- le digo apenada

-Si, y tratamos de no reírnos pero nos ganó la risa- explica Luna

-Con que tenías hambre, pues ahora se quedarán sin desayunar, no me gusta hacer esto pero no me dejan otra alternativa, tienen que aprender a ser serias, si alguna llega a ser Heda no puede estarse riendo por "ruidos extraños" esto es ridículo- dice el tratando de respirar hondo para calmarse

-Pero no hemos comido desde que acabó el entrenamiento de ayer!!!- dice Luna

-No me cuestiones hasta que no seas Heda!!! Perderse el desayuno y tener que preparar y cepillar a los caballos de ustedes y sus hermanos natblida será el costo de su falta de respeto y seriedad- dijo él volviendo su enfado

-Acepto la responsabilidad de todo, no fue culpa de Luna, a fin de cuentas nos reíamos de mi, yo merezco el castigo- Titus se asombra ante mi comentario

-Lexa no lo hagas- me dice por lo bajo Luna

-Fue mi culpa, y aceptó el castigo, pero ella debe de volver a la meditación y a desayunar- vuelvo a decir

La vida de HedaWhere stories live. Discover now