4.- Iris

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16 de Julio
9:35 p.m.





Había tenido un día demasiado relajante, como había pasado toda la mañana en el desierto explorando un poco de su flora y fauna. De igual manera, había tenido un día de trabajo bastante aburrido, por ser viernes, no había mucha gente, debido a que era casi vacaciones de verano y todos se iban de viaje, adelantando de sus vacaciones a otras ciudades cerca o lejos, lo más lejos que puedan del calor del desierto.

Estaba ya a medio camino hacia la casa de Luke, donde sería la fiesta esperada por parte de los chicos, no mío especialmente. Había quedado de verlos ahí en la fiesta, no quería tener esa presión en el que tus amigos te están apurando para llegar ya a aquella casa, quería llegar tranquilo, a mí tiempo y pasó.
Sinceramente no sabía que era lo que haría aquí, realmente no creo conocer a muchas personas, cuando mucho a Michael, Calum, Luke y su hermano. Como lo he dicho, no soy la persona más social que se pueden esperar, prefiero un poco la soledad, en realidad no tanto, pero sinceramente me desespera la música con alto volumen, en donde no puedes tener una buena charla con una o más personas tranquilamente por qué te lastimas la garganta de tanto gritar, cosa que no le veo necesario. Así que, prefiero mil veces estar con amigos, los pocos amigos cercanos que tengo, compartir un par de cervezas y tener una charla en donde podamos reír, compartir ideas, pero sobre todo, llevar un buen momento.

—Así que viniste.—Habló esa voz sobre mi oreja, en la cual hizo que me perdiera de todos mis pensamientos al momento de llegar aquella casa. Voltee y pude ver a Luke sonriéndome ampliamente, tan así que daba miedo.

—Hice una promesa, ¿no? O algo así.—levanté mis hombros, mostrando un poco de desinterés.— Hmm, ¿podemos irnos de aquí e ir por una bebida?.—pregunté alzando la voz algo incómodo, debido a que comenzaban a llegar un poco más de personas en esa zona que comenzaron a empujar un poco con el choque sus cuerpos al querer caminar ahí.

—Claro, sígueme.—alcancé a escuchar debido a la música alta de la habitación o de la casa, no sabía de dónde venía, debido que se escuchaba por todas partes.

Seguí al rubio con algo de dificultad e incomodidad, sentía el como las personas se pegaban un poco a mí y como las chicas se acercaban a mí con sus grandes escotes. Dios, esas chicas sí que no saben valorarse. En cuanto íbamos caminando más adentro de la casa, iba sintiendo como la presión hacia mi cuerpo desminui a, debido que íbamos llegando a la cocina donde no había mucha gente.

Vi como mi amigo tomaba un vaso rojo, un clásico para las fiestas. Lo llenaba de cerveza de un barril y luego entregármelo.

—Gracias. Así que, ¿son todos los que vinieron a la fiesta?

—Hmm, no. Están esparcidos por toda la casa, bueno, menos arriba.—dijo mientras se servía un poco de cerveza de su vaso también.— Los demás están por la estancia, comedor, pero sobre todo en la alberca y su al rededor.—alzo un poco sus hombros despreocupado para luego beber un poco de su cerveza, en la cual, creo que se había tomado un poco más de la mitad.

—Oye, tranquilo. Aún es temprano como para que vayas a ese paso.—reí ligeramente para luego beber de mi cerveza fría. Madre Santa, esta cerveza sí que está deliciosa.

—La fiesta comenzó hace rato, no había bebido nada y bueno, creo que es el momento.

—Hola, Luke.—ambos volteamos a ver a una chica que nos había interrumpido de cabello negro y color de ojos claros acercarse a él, plantando un beso sobre su mejilla algo coqueta. Que incomodo.— No sabía que vendrías a la fiesta.

—Sabes que vivo aquí, estoy como obligado a estar aquí.

—Hmm, ya veo, es cierto.—sonrío mirandolo mientras lo abrazaba de la cintura. Conozco tan bien a mi hermano, que puedo vender mi alma a cualquiera que él se encontraba incómodo con ella.

Carraspee un poco mi garganta y estiré mi mano hacia a ella.

—Ashton.

Pude ver cómo la pelinegra volteaba y llámenme loco, pero había sentido esa mirada pesada recorrer todo mi cuerpo. ¿Les ha pasado? Es realmente incomodo, más cuando ni si quiera quieres ver tu propio cuerpo como para que otras personas te estén escaneándo tan perramente frente a ti.

—Soy Iris, mucho gusto.—sonrío coquetamente, alejándose de Luke y tomar mi mano para poder estrecharla.— Uh, Luke, no me habías dicho que tienes un amigo bastante apuesto.

—La envidia, supongo.—seguí aquel juego en el cual le regalé una sonrisa a la chica en modo coqueto y vi a Luke, regalándole un guiño en modo de que todo estaba controlado.

—Lo más seguro, pero Luki tiene lo suyo.—volteo a ver a Luke nuevamente, quien este le sonría un poco incómodo y ella sonriéndole de forma coqueta.

—Oh, creo que, mejor iré a ver si ya llegaron los chicos.—Luke rascó un poco su cabeza algo incómodo. Esa es la señal.

—Voy contigo.—Miré de nuevo a Iris, sonriéndole.— Lo acompañaré, espero al rato poder encontrarnos.

—Claro que si, nene. Hasta más tarde.

La chica se había acercado y había besado las comisuras de mis labios. Odiaba ser coqueto, era un asco en hacerlo, pero a como miraba esta chica, era fácil de cazar.
Vi como se retiraba la chica, la cual no se había despedido de Luke. Me acerqué a él y bebí de nuevo de mi cerveza para calmar un poco mi sed.

—Vamos, tienen que ver que si llegaste. Calum tiene que cumplir la promesa y vamos a darle apoyo moral a Michael.

—Vamos.—opté por llenar un poco mi vaso de lo que había tomado anteriormente y comenzar a caminar junto a él para poder buscar de nuestros amigos dentro de la casa o a fuera.

147 Horas.Where stories live. Discover now