After the pain ➸chandler riggs. |STDV|

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|Capitulo dedicado a AhinoaDreams|

Habíamos finalmente llegado a Atlanta, ahora mismo estábamos llegando a la casa de mi madre. Si, ella había volado junto a mí a Canadá, pero a los dos años después del cumpleaños de Aria ella volvió; había conocido a alguien especial allí antes de partir y por amor a mi decidió dejarlo esperar hasta que yo vuelva a ser fuerte.

La verdad me sentí culpable al saber que mi madre dejo un amor aquí, atrayendo problemas. Pero me alegro cuando empezó a pensar en ella y ya no en mí, cuando se dio cuenta que ya me había vuelto una adulta y deje de ser la niña malcriada que le gustaba jugar con todo lo que se le cruzase, hasta que me volví en el juguete.

Ahora guardaba mi ropa y la de Aria en mi antiguo armario, donde solía guardar mis shorts, tops y gorras que ya no uso porque soy una adulta y mi cuerpo no es el mismo que antes. Ahora soy más de sacos, camisas, faldas, de una manera elegante pero casual, ni como una adulta pero tampoco como una adolescente.

Mire atrás mío, Justin se encontraba con su ceño fruncido exageradamente, volqué mis ojos.

―Si vas a estar con esa cara vete de una vez hacia el hotel―dije en un tono cansado, Justin se cruzo de brazos.

― ¿Acaso te quedaras aquí? ¿Enserio? ―pregunto molesto―. Pase una suite enorme para los tres, Nefery.

―Me lo hubieras informado antes, yo tenía planeado desde antes quedarme con mi madre, no la veo hace años.

― ¿Pero acaso es mi culpa que no se hayan visto?

Al escuchar esa pregunta deje de guardar mi ropa en el armario y voltee a mirarlo, con mis mejillas rosadas por el enojo.

― ¿Que has dicho? Vamos, repítelo.

―Vamos Nefery, no te enojes―Justin borro el ceño fruncido de su rostro y puso una sonrisa nerviosa, sabía que la había liado.

― ¿Qué no me enoje? Estas idiota, Drew― volví a mi labor y lo ignore, Justin bufo.

―Ya no empieces con los insultos, Thomson. Si te quieres quedar en esta casucha ya tú, pero mi hija no se quedara aquí.

Cerré con fuerza el cajón y lo mire directo a los ojos, con la frialdad que había aprendido a domar en estos cuatro años de dolor.

Sonreí cínicamente―. ¿De dónde has sacado que es tu hija? ―el rostro de Justin decayó, mi sonrisa se ensancho más―. La has criado, pero de sangre ella es hija de otro y se a la perfección que estas fastidioso por el hecho de que se van a ver y él le va a decir como tú le dices, pero acéptalo, Aria sabe bien que Chandler es su padre biológico y nadie puede cambiar eso, ni tu ni todo el dinero del mundo.

Justin quedo mirándome por largos segundos para después mirar cabizbajo hacia el suelo y asentir por largos segundos, paso su puño frotando su ojo derecho, levanto la mirada y la clavo en mis ojos que no permitían demostrar ningún sentimiento alguno.

―Me llamas si necesitas algo, el concierto es en tres días.