After the pain ➸chandler riggs. |STDV|

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En completo estado de shock deje caer mis lentes negros al suelo, mi boca entreabierta se cerraba por momentos como si se tratase de un pez, la indignación carcomía mi pecho.

¿Y así quería que le lleve a la niña?

Una fan miro hacia su costado y se encontró conmigo, al instante sus ojos se abrieron y empezó a gritar eufórica llamando la atención de otras fans las cuales al verme imitaron su acción, sí; se pusieron verdaderamente locas.

Muchas se encimaron a la débil barra que nos separaba, yo di dos pasos atrás mientras sonreía de manera incomoda y muchas de ellas estiraban sus manos para que las tocaras. Chandler miro molesto hacia los muchos gritos que venían a mi dirección y se encontró con mis ojos, los cuales lo miraban inyectados en ira y decepción.

Al instante intento de avanzar hacia mi dirección, haciéndose camino entre las miles de chicas que se encontraban en el estadio. Yo negué repetidamente, no iba a esperarlo.

Di media vuelta y camine hacia atrás del escenario nuevamente, estaba a una distancia bastante amplia cuando escuche como peleaba con los guardias.

— Déjame pasar. ¿Acaso no me reconoce? Soy Chandler Riggs, maldita sea—su tono de voz cargado de egocentrismo solo iba a hacer que las cosas para él sean más difíciles.

—Aunque seas Ricky Martin y me quieras dar un millón de dólares no te dejare entrar a este lado, es zona restringida y solo personal autorizado puede hacer lo que se le plazca por aqui.

— ¡Soy el ex novio de aquella mujer! ¡Soy el padre de su hija! —Chandler empezó a elevar el tono de la voz, volqué mis ojos con pesadez—. ¡Déjame pasar antes que llame a mis abogados y te hunda en la miseria! —abrí mis ojos sorprendida, esto ya era el colmo.

Di media vuelta y me cruce de brazos mientras lo enfrentaba con la mirada.

— ¿Quién te crees que eres para enfrentar al personal de este establecimiento asi como asi? No estás en las tomas de tus películas de cuarta, Riggs—ataque con frialdad mientras lo rebaja con mis ojos, me dedico una sonrisa cargada de burla.

— ¿Y tu quien te crees que eres para definir en calidad mi trabajo si ni siquiera tienes uno propio? Cuando sepas lo que es trabajar de actor, o trabajar por lo menos, vienes y me dices, linda.

Abrí mis ojos indignada, empecé a avanzar hacia él dispuesta a darle la paliza de su vida.

— ¿Cómo te atreves? —y sin dudarlo dos veces levante mi mano y lo lance hacia su rostro pero este fue atajado en el camino, Chandler sostenía mi puño entre sus grandes manos y las apretaba con fuerza.

—Hasta para intentar golpear a alguien eres inútil, patética.

— ¡Alto ahí! —y los guardias que se encontraban a mis espaldas lo tomaron por los brazos, este empezó a forcejear.

— ¡Suéltenme! ¡Quítenme las manos de encima!

No pude evitar reír al ver a Chandler de esa manera tan ridícula y comprometedora para su carrera, verlo removerse como un gusano y dar esos gritos de adolescente en sus días hormonales me daban material para denigrarlo por un largo tiempo.