Cambio de búsqueda- Jurassic world

Salvada

(Claire)

No sabía si estaba todo oscuro porque era de noche y los árboles tapaban la poca luz que daba la luna o por la pérdida de sangre.
Acababa de escuchar un ruido pero no había visto nada más, estaba sentada con las piernas estiradas y con el tronco y la cabeza recostado sobre la piedra fría que formaba la pared. Estaba muy débil, ella lo sabía, su tela se había empapado de su propia sangre hacía mucho rato y sabía lo que le esperaba. Escuchó pisadas y salió como pudo, apretando los dientes para soportar el dolor. Cuando salió a la superficie, intentó incorporarse con las pocas fuerzas que le quedaban. De pronto, vió la silueta de un hombre que se giraba hasta ella rápidamente. Era Owen. Oh, podría reconocerlo en cualquier parte, su cuerpo no era fácil de olvidar y la forma en que tenía la tensión en la espalda, siempre atento a cualquier peligro, solo podía ser él

-Claire. Le dijo la silueta acercandose

-Owen... Y todo se volvió negro

(Owen)
Era ella, lo supo por su silueta y por su corte se pelo aunque ahora no esté perfectamente peinado como lo lleva siempre.
La analizó rápidamente antes de pronunciar su nombre y cuando estaba de camino hacia ella se fijó en la especie de venda en su brazo y de repente, se desplomó después de decir su nombre.

Corrió hacia ella, diciendo su nombre una y mil veces para que se despertara, estaba blanca, más de lo normal y al tocar su vensajd improvisado sintió que estaba empapado. Le tomó el pulso, débil pero seguía viva. Con eso le bastaba. La cogió en brazos y empezó ha hacer su camino de vuelta hasta el coche de Claire. Estaría más cómoda acostada aue en su moto. Tenía que llevarla al centro sanitario del parque. Rápido. Por el camino, informaba a Lowelly y a los hermanos todo lo ocurrido y les dijo que acudieran inmediatamente al centro anitario y contaran lo ocurrido para irse preparando. Claire estaba recuperando un poco la consciencia pero no abría los ojos. No paraba de decir su nombre y que no la dejara sola. Él simplemente le cogió la mano, le besó en la palma y le dijo:

-Nunca más.