CAPÍTULO 7

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El entrenamiento fue mejor que el día anterior. Algunos espectros eran algo duros con ella, le exigían mucho, sobre todo, ese viejo cascarrabias de Mundzuk. No hablaba demasiado y todo lo que decía era para criticar y poner pegas. Mulán trató de concentrarse y quedó contenta con lo que aprendió, aunque lo que más deseaba era que el entrenamiento pasara pronto para poder hablar con Mushu sobre su conversación de la última noche.

Cuando por fin se quedó a solas y todos los fantasmas se desvanecieron, Mulán caminó hasta un pequeño cerezo rojo que, por algún milagro de la naturaleza, había sobrevivido al fuego y la devastación que habían sufrido aquellas tierras. De alguna manera, sabía que Mushu estaría ahí esperándola. Quizás porque podía sentirlo, quizás solo porque tenía el vago recuerdo de encontrarse con él bajo un cerezo como aquel cuando era una niña.

—Hola Mulán

Él todavía le daba la espalda, pero podía sentirla como ella a él.

—Hola—Dijo ella poniéndose a su altura. Desde la colina del cerezo podían contemplarse los campos, yermos tras el paso del ejército invasor. —He venido a disculparme, Mushu, cuando te pregunté sobre tu historia no sabía que sería tan doloroso para ti. Lo siento.

—No debes disculparte. Soy yo el que debería sentirse avergonzado. Por eso me marché, por la vergüenza, por la deshonra. Llevé el deshonor a toda mi familia por mis acciones.

—No debes avergonzarte, Mushu. Sinceramente, creo que todo este asunto del honor está sobrevalorado. —El guerrero del dragón no pudo ocultar su sonrisa por más que quiso.

—Puede que tengas razón. Siéntate conmigo, quiero contarte mi historia.

—No es necesario...

—No, quiero hacerlo. Debes... debes saberlo.

La guió hasta una losa de roca que hacía las veces de asiento bajo el cerezo. Las flores rosas sobre sus cabezas se mezclaban con las estrellas de la bóveda celeste, la luz de la luna iluminaba sus pétalos.

—Las guerras han estado siempre presentes en el mundo, desde la creación de los hombres por los dioses. Fue en una de ellas, tanto tiempo atrás, donde manché el nombre de mi familia. Mi padre había sido un gran guerrero, había servido con honor al Emperador, era reconocido y admirado. Por supuesto, se esperaba que sus hijos estuviéramos a la altura. Mi hermano mayor lo estaba, él era valiente y honorable, un buen guerrero. Mi hermano mediano era pequeño en estatura, más incluso que yo, pero era inteligente y audaz. Yo era unos años más joven, más apasionado, más ardiente. Mi padre mandó hacernos unas armaduras personalizadas. Mi hermano mayor, el mejor guerrero, tenía el dibujo de un halcón, rápido y letal; mi hermano mediano, pequeño e inteligente, tenía un grillo; a mí me dieron el dragón. Pero yo no era solo ardiente, también era mucho más despreocupado, lo tomaba todo a broma, como si la guerra no fuera conmigo. En cierto modo, supongo que siempre me vi protegido por mi padre y nunca pensé que tuviera que enfrentarme al mundo yo solo tan joven. No me interesaba la guerra, ni deseaba ser soldado, no entraba en mis planes el asesinar o ser asesinado en luchas sin cuartel. Pensé que sería libre algún día, que podría negarme, si el momento llegaba, que podría dedicar mi vida a lo que yo quisiera. Fui un necio, claro. Mi padre me enroló en el ejército, me dio una posición y un cargo, bajo las órdenes directas de mi hermano, el capitán de mi regimiento. No quería aquella vida, la odiaba con todas mis fuerzas, necesitaba, más que nada, alejarme de allí. No podía soportar ver más sangre, más dolor, más sufrimiento... No podía soportarlo más. Y pensé... pensé que si mi comportamiento era indisciplinado, si conseguía que mi padre y mi hermano se hartaran de mí, me mandarían de vuelta a casa y entonces podría vivir mi vida. Así que aquello fue lo que hice, tomármelo todo como un juego, llegar tarde a los entrenamientos, no esforzarme, no aprender, dejar patente mi falta de interés. Hasta que un día llegué demasiado lejos. —Miró a Mulán y le dedicó una breve sonrisa—No me odies por lo que te voy a contar.

Mulan (Saga Grimm III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora