CAPITULO 2 "RUSIA"

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Habían pasado ya más de 7 meses sin verlo, las llamadas de Arthur, al llegar a setenta y ocho, se detuvieron, todos los días después de aquel día lluvioso en Londres habían sido peor que la vez que se independizo, sentía que andaba al aire, apenas había tomado gusto a la comida de nuevo, se la pasaba pensando en él, en lo que ahora vendría y en lo que jamás será. Alfred ya había superado el llorar, aún tenía ese amor en el fondo su ser y no superaba el extrañarlo.

Ahora más que nunca no quería ver la cara de Arthur, no deseaba escucharlo, ni siquiera saber de él. La posibilidad de que eso pasara era lo que lo tenía preocupado y lo sumergía en el recuerdo.

Hacía tres días que llego una invitación a una reunión que se llevaría a cabo en Rusia, celebrando el cumpleaños de Iván. No quería faltar, pero sabía que su ex novio estaría ahí, debía tomar su decisión, ir o no ir.

-“El estará ahí…”-se decía al espejo –“Pero no vamos a ir por él ¿o sí?, ¡NO!, le demostraremos que estamos bien y…”-se toca el abdomen- “Al parecer más delgado jejeje” –miro sus ojos a través del cristal donde se reflejaba sonriéndose- You're the hero!-

Alegremente empezó a guardar sus cosas en la maleta, se compró ropa nueva y el obsequio de Iván una botella de vodka bien añeja. Se dirigió al aeropuerto compró su boleto hacia Moscú Rusia. Al llegar a aquel país procuró hospedarse en un hotel, no quería ir a alojarse en la casa de su “amigo Ruso” pues aun no tenía buenas relación con este y seguro Francia estaría ahí.
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Iván preocupado porque Alfred no había llegado a su casa le marco a su teléfono móvil, pero este no le contestaba -¿Le habrá pasado algo?-se puso muy triste al pensar que el occidental no vendría a casa, miro a todos sus “amigos “países,  sabía que nadie lo consideraba así, sin embargo quizás uno podría jurar que lo era pero él no se encontraba ahí. Así pasó un rato sin ver al rubio escandaloso llegar, se encogió de hombros y se sentó en su sillón a observar cómo se divertían los demás.

La tarde ya estaba en aquel país y Alfred salía del baño, se vestía muy atractivo, tarareaba una canción, se abotona la camisa que combinaba con sus ojos, un azul fuerte. Se terminó de vestir, se puso un saco, tomo su abrigo y salió a las calles bizantinas donde subió en un taxi y mientras le llevaban admiraba la belleza de aquel país, logro notar que caían copos de nieve, se acomodó los lentes para ver mejor, parecía el cielo un poco nublado, por alguna razón sentía sincronía con el ambiente, por un leve instante deseo vivir ahí, pero su hogar sin duda era mejor.

Entonces arribó a la casa del albino, entró por la puerta, todos en la sala enseguida le saludaron, hacía tiempo que los había visto y se había dejado ver,  cuando el cumpleañero se percató de su presencia enseguida se acercó a verlo.

-América-

-Happy brithday Russia!-le extendió el presente.

-Большое спасибо!-agradeció y sonrió el ruso de manera extraña y terrorífica, estaba feliz ya que solo el americano se había acordado de llevarle un presente.

-You´re welcome- se alejó y se quitó el abrigo dejándolo en un  perchero, se dirigió a las bebidas rápidamente pues la garganta la tenía seca.

Iván salió a su jardín, pues en su fiesta nadie le hacía caso y en vez de eso huían de su persona, algo que le hacía sentirse mal pero no lo demostraba.

En eso el neoyorquino se puso a platicar con Gilbert que le decía lo delgado y apuesto que se veía; su hermano Matthew también se acercó a saludarlo y a preguntarle donde se estaba quedando y porque no se había hospedado en la casa del ruso. Alfred bajo la mirada y se limitó a comentarle.

VE A CASA ANTES QUE LLUEVAWhere stories live. Discover now