CAPITULO 6 "WILD ONES"

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Rusia no dijo más y subió al avión que era piloteado por un soldado de las fuerzas aéreas, el aparato se elevó y Jones no decía nada. Un rato después ya iban volando alto, por horas no hablaron, solo se intercambiaron miradas hasta que Alfred vio que estaban por las costas de Hawái, sonrió y se levantó de su asiento acercándose a Iván.

-Dilo una vez más-

-Alfred te amo- contesto el ruso, sabia que era lo que el americano quería escuchar.

El rubio se mordió el labio como aguantándose a querer decirle algo, entonces se alejó unos metros y abrió la puerta del avión, la ráfaga de viento hizo estremecer a Brangiski.

-¡¿Qué vas hacer América?!-

-Diré la verdad...-

-¡¿Y por eso tenías que abrir la puerta?!-
El viento volaba sus cabellos rubios y apenas podían mantenerse en pie aferrándose en la pared del avión, el ruso logro pararse y tomar la mano de Alfred.

-¡Dilo!- grito desesperado Iván, ese parlanchín rubio tenia ideas muy locas.

El americano sonrió y soltó la mano del ruso
-No quiero que me engañen otra vez-

-Alfred, no te miento cuando te digo que te amo-

-Las acciones dicen más y ayudan al mundo, las palabras no mucho, me fijo en los detalles-
Alfred se puso a espaldas de la puerta sujetándose fuerte del margen de esta.

El eslavo se acerco a el y le acaricio la mejilla tratando de hacerle entender que de verdad le quería y que siempre lo había hecho, incluso sentía rabia por Inglaterra por haberlo lastimado a él.

-¿Cómo vas a entender que te he amado siempre América? más que nada, más de lo que te puedas imaginar- notó que Alfred tenía pensado en saltar, pero no tenia paracaídas, eso le alarmó, América estaba loco y no dudaría en lanzarse-Alfred no lo hagas.- se quedó atónito viendo como el americano se dejaba caer de espaldas, sus labios temblaron de miedo, perderlo no estaba en los planes de Rusia.

- Я люблю тебя- fue lo único que se escuchó de la voz del rubio mientras caía y cerraba los ojos sonriendo.

-¡NOOO! ¡ALFRED!, Si te vas, me voy contigo- de igual forma se lanzó e intentaba alcanzarlo, el aire hizo que Alfred perdiera sus anteojos, solo miraba al ruso, la tarde era carmesí hacia un gran contraste con los ojos azules haciéndolos brillar- No dejare que te vayas, no podría vivir sin ti-

Rusia veía ese cuerpo acercarse más al agua, sabíaque la caída era inevitable, pero procuraría estar cerca del loco americano, ya que deél estaba enamorado. Con algo de dificultad se quito la bufanda y la tomo con una mano, intento acercarse más a Alfred hasta poder estar a su lado.

-¡Intentas matarme!, ¡America!- el ruso alcanzo al rubio, lo abrazo como pudo y le beso la frente. Al otro no le quedó más que enredar sus brazos en el cuello del mayor, tratando de buscar de sus labios y besarlo, Iván ató de su cintura a Alfred con su bufanda bien fuerte, no permitiría que se fuera de nuevo -No te iras, te unirás conmigo-

-Si Iván-
Cerraron fuerte los ojos y unieron con suavidad sus bocas hambrientas hasta que cayeron al agua, Rusia abrazó fuerte al americano que fue quien recibió el golpe de la caída, Iván sintió lo tibio del agua, sentía como se ahogaba y nado a la superficie y así saco la cabeza para poder respirar.

-¿Alfred?-
Sus ojos se cristalizaron al no escuchar la voz chillona, jaló con fuerzas la bufanda ya que sentía lo pesado del cuerpo de Alfred que lo atraía a lo profundo del mar. Logró sacarlo a la superficie, sosteniéndolo fuerte de la cintura, sus ojos estaba cerrados y sus labios entreabiertos.

-¡América!-

Gritó sin obtener respuesta alguna del estadounidense -No me hagas esto...- lo sacudía con fuerza, quería que despertara ya - ¡América! no me dejes solo- se mordió el labio mientras lo pegaba a su pecho -No-

De la lejanía a prisa se acerba un barco pequeño de manera muy rápida, era de procedencia canadiense, nada mas y nada menos que Matthew iba como capitán.

-¿Están bien?- preguntó desde dentro de su navío.

- América no responde-

-Súbelo- con esfuerzos logró subir a bordo al hombre que yacía estático para luego lograr subirse él.

-Vamos hermano, despierta-
El ex soviético estaba siendo atacando por un dolor intenso en el pecho, su americano no despertaba y no podía hacer nada, no sabia que hacer.

-¡Por que lo hiciste Alfred! -un aura negativa se apoderaba del ruso, estaba enojado consigo mismo, cayó de rodillas alado del rubio y empezó a llorar, le acaricio los labios a ese sujeto que se había atrevido a meterse en su corazón.

El paisaje azul del cielo empezó a ponerse oscuro mientras Iván declaraba su infinito amor hacia Alfred -Te amo idiota, te amo, siempre te amé- empuñó su mano derecha lleno de tristeza y en un arranque de desesperación pegó con fuerza al pecho del americano, al recibir el rubio ese golpe empezó a toser y escupir agua.

-¡Alfred!-

-¡Hermano!-

-Coff coff.. mm..Matt, Iv..án- murmuró tratando de controlar su respiración de nueva cuenta.

-América no vuelvas a hacer eso nunca en tu vida..., casi matas me matas, no me gusto para nada que te hagas al muerto-

-I sorry Russia –
El moscovita se atrevió a tomarlo en brazos tan fuerte, estaba feliz, América estaba con el.

-Dilo otra vez-

-Te amo Iván- dijo con un sonrisa y sus mejillas levemente coloradas.

Iván contemplo los ojos de su amor, se emocionaba cada que los veía, sonrió, le tomo de la cintura y lo beso, al despegarse Alfred miro el cielo que estaba nublándose cada vez mas.

-Vamos a mi casa, antes que empiece a llover, juntos tú y yo-

-Contigo a donde sea, así llueva o caiga truenos, así tenga que aventarme de un avión sin paracaídas-

-Eso ya es costumbre tuya-

-Jajaja…-

Alfred se acurruco en los brazos del ruso, esta vez no se había equivocado, estaba seguro que Iván daba su vida por él, ahora ya quería ver la cara de todos cuando lo vieran con el ruso estando los dos muy felices juntos.


FIN

VE A CASA ANTES QUE LLUEVAWhere stories live. Discover now