El baño.

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No podía parar de mirar cómo Janet hablaba sin parar con el chico. Me estaba empezando a poner tenso. Quería levantarme, tirarle del pelo y gritarle ''zorra, aléjate de mi peludo hombre'' pero tengo mis principios, no como ella. Especial agradecimiento al jefe que la mandó callar, menos mal, me estaba poniendo negra con ese maldito acento tan feo.

-Ahora señores, señoras, les voy a mostrar la oficina y a cómo manejar todo. Me van a perdonar, pero sus respectivos hijos no pueden pasar por temas de seguridad. -Aclamó el jefe- Ustedes -dijo apuntando su dedo hacia nosotros- pueden quedarse en aquella sala.

Aproveché este break para ir al baño y llamar a Ali, ya que no podía contárselo a Eva. Según estaba marcando el número, escuché pasos detrás de mí, bloqueé el móvil y me giré. Era él, el chico de la barba. Intenté disimular haciendo que me estaba lavando las manos. Notaba su mirada clavada en mí. Estaba sintiendo un nudo en la tripa que iba bajando a la zona genital cuando empezó a hablar.

-Ey, qué coñazo esto, ¿verdad?

Me estaba hablando. A mí. Solo a mí. No a Janet ni a nadie más, solo a mí. Estaba pensando en mí.

-Llegué hace unos días de Madrid, ha sido jodido tener que mudarse tan rápido. Y tú, ¿vives por aquí?

-No... o sea, sí. -estaba tan nervioso- Llegué ayer de Madrid también, ahora vivo cerca de la calle Čop, en el edificio 7.

-¿Qué? ¿En serio? ¡Yo también vivo en el edificio 7! En el 5ºC exactamente.- En ese momento puedo asegurar que fui muy feliz, aunque intenté disimular mi ilusión para que no sospechara de que me molaba.

-¿Ah si? Qué casualidad, yo en el 4ºA.

-Lo es. Pues cuando quieras puedes subir a mi humilde morada.

Estaba LIVING de verdad mis ojos solo expresaban LUJURIA ante aquella anécdota.

Se llamaba Álvaro, Álvaro Martín. No podía parar de pensar en lo bien que quedarían nuestros apellidos juntos cuando nos casaramos y tuviéramos hijos: 'Durán Martín' ¿o quizá 'Martín Durán'?

Se peinaba la barba mientras se miraba en el espejo.

-Debería afeitarme pronto. -Dijo entre risas.

-No tienes por qué, estás muy mono con barba. -Aún no sé cómo me atreví a decirle eso.

-Bueno, puede ser. Pero pincha a la otra persona cuando besas. -dijo mientras me sonreía.

BUENO ?????? mira yo no sabía si eso era una indirecta o era simplemente un comentario, pero el corazón me iba a mil.

La voz del jefe avisándonos para volver a la sala interrumpió el mágico momento. Al parecer la reunión llegaba a su fin y había que retirarse.

-Ey tío ¿qué te parece si te pasas hoy por mi casa? Estaré toda la tarde allí.-dijo.

cHICa de verdad se me estaba haciendo el chocho agüísima, ¿¿¿de verdad acababa de decir eso??? Dame una S, dame una I con tilde: sÍ. Y me quería morir. Estaba clarísimo que era una ficha, UNA FICHA. Se moría de ganas por morrearse conmigo, se le veía desde el principio. Si es que no se me escapa ni uno.

-Vale, ahí estaré. -Le respondí con indiferencia.

Estaba deseando llegar a su casa y sentir su pelo facial mientras me empotraba en la ducha.

Camino a casa, mi madre me estuvo preguntando por Álvaro. ''Vaya amiguito más perroflauta te has sacao, eh Paquito...'' me decía entre risas. Amiguitos: Me hacía feliz que ese estado no fuera a durar mucho más después de esta tade en su casa.

Amores que miran, amores que duran.Where stories live. Discover now