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Pov Nagisa


-...-

-...-

-...E-Etto, ¿se podría saber q-quien eres? -Pregunte un tanto incomodo, nunca pensé que en algún momento de mi vida estaría en una situación así.

-Itona Hirobe, necesito tu ayuda -¿Realmente necesitaba mi ayuda? Yo estoy aguantándome las ganas de salir corriendo por el miedo que me da su seriedad.

-¿Y-Y se puede s-saber para que? -

-Para conquistar a Gakushu-

Lo mire un tanto sorprendido para después sonreírle con ternura.

Nos encontrábamos en la cafetería del colegio, el dulce y tentador aroma de las galletas recién horneadas o el café azucarado inundaban el lugar, confundiéndose un poco con mi aroma dulce, haciéndome sentir tranquilo. Era cómodo estar allí. Habitualmente venia a este lugar para leer algún libro mientras tomaba algo, adquiriendo información sobre algún tema o simplemente alimentando mi imaginación. Pero mientras que leía, me sentía inquieto por lo que levante mi mirada encontrándome con unos ojos hermosos como a la par de extraños que ya hace bastante estaban puesto en mi.

Si, este omega (Lo supe al instante por su olor a frutas frescas, bastante atrayente para recalcar), estaba sentado al lado mío mirándome fijamente.

-¿Te gusta? -Susurre como si fuera un secreto mientras que dejaba mi libro a un lado para poner toda mi atención el Omega que se sonrojaba ligeramente, pero sin quietar esa seriedad del principio.

-P-Podría decirse que si... Pero no somos tan cercanos, y por lo que se, tu eres su amigo de la infancia de el -El peliblanco se pego sus cachetes y volvió a su seriedad, lo que hizo que riera a lo bajo- Nagisa-senpai, dígame las tácticas para conquistar a ese Alfa.

¿Nagisa-senpai? De algún modo me hizo gracia que me apode así. Cuando mi contrario termino de decir lo pedido, me quede pensando. Gakushu le gustaba las personas sencillas y humildes, que sean amables y cariñosas. Y mi mente divago hacia el pasado intentando recordar al omega que estaba en frente mio, estaba más seguro que lo conocía, y me acorde que el ayudaba en un centro de niños de la zona. Agarre de los hombros al omega y lo mire directamente a sus orbes para sonreírme.

-Nada de tácticas -Aclare sintiendo mi sonrisa ancharse- Eres perfecto para el.

-¿E-Eso crees? -Itona tenia un leve sonrojo en sus mejillas a lo que no pude evitar pellizcarlas.

-¡Claro! Solo ve y arriésgate, no hay nada que perder -Solté suavemente al chico que me quedo mirando sorprendido para que luego una pequeña sonrisa aparezca en su inexpresivo rostro.

-Lo intentare -Afirmo el omega- Gracias Nagisa, espero que otro día podamos hablar y hacernos amigos.

Luego Itona se fue corriendo seguramente a buscar al Alfa y una vez mas me quede solo. Le di un sorbo a mi café para abrir una vez más el libro y empezar a leer desde donde quede.

Mientras leía, sentía la gente cruzar al lado mío mientras hablaban entre cualquier cosa, su aroma inundaba mi nariz haciéndome saber que había betas, Omegas y alfas. Pero a eso muy poca atención le preste, no me harían nada malo en un lugar publico. Pero había otra cosa que me estaba inquietando. Cuando quise darle otro sorbo al café, mis ojos se encontraron con Sugino.

El estaba en frente de mi.

-¿S-S-SUGINO? -Grite bastante sorprendido para luego tapar mi boca ya que la gente se giro al escuchar mi grito.

-Jeje, Hola Nagisa -Saludo el azabache con una sonrisa.

-N-No espere encontrarte aquí -Dije lo que pensaba, porque era la verdad. Pero me sentía un tanto incomodo estar con el por lo que sucedió con él y Karma con anterioridad.

-Es que pase por aquí, y como te vi, se me antojo ver al lindo omega.

Mis oídos no me están engañando, ¿verdad? Reí nervioso pensando que mi cabeza estaba jugando en mi contra.

-¿C-Como dijiste? -

-Que eres lindo Nagisa, tu y tu olor dulce me tiene loco -Sugino me regalo una sonrisa a los que yo no pude evitar sonrojarme.

-S-Sugino...-

-Lastima por ti-Una voz grave y desafiante se hizo escuchar a mis espaldas haciendo que me sobresalte. Sentí un brazo pasar por mis hombros y atraerme al cuerpo de la persona que hablo- Es mío.

-Deja de jugar Akabane -Mire rápidamente a la persona que estaba al lado mío, como dijo Sugino, era Karma y no pude evitar soltar una sonrisa traicionera- Nagisa no te dejo en claro que me quería mas a mi que a ti.

-Ja, me haces reír Sugino -Karma sonrió superiormente para bajar un poco mi remera.

Mostrando la marca de nuestro lazo

No supe reaccionar, estaba entre sorprendido e inmóvil. Solo pude ver al azabache abrir sus ojos par a par para luego mirarme con incredibilidad. Pidió disculpas para luego irse dejándome solo con Karma. Mire al pelirrojo miraba a la puerta por donde salio Sugino con diversión, seguramente, sintiéndose el ganador.

Era un simple juego para el.

Y pensar eso hizo que mi sangre hirviera, yo no era su juguete, era una persona. Y como gran persona que soy, el libro que hace unos minutos me tenia interesado, se lo estampe en su cara. Dejando a todo el local en un silencio infernal.

Lastima, me gustaba ese libro.

Con una tranquilidad admirable, pero fingida, le di un ultimo trago a mi café para disfrutar la cara del Alfa que ahora le quedaría una gran marca roja. Deje propina en la mesa y con pura elegancia salí del lugar, ahora yo, siendo el ganador del "juego" de Karma.

Parece que el Alfa va a jugar con fuego, pero aunque quiera tomar la delantera era difícil.

-Maldito lazo-

La marca hacia que este con gran desventaja, y en un acto de frustración, solté unas lagrimitas mientras volvía a mi casa.

Sweet (Karmagisa) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora