#I The Omega

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Fue hace mucho tiempo, cuando una Omega y un Beta llegaron a tener un hijo. Fue extraño que tuvieran uno solo, o que solo decidieran tener uno; no estoy diciendo que necesito un hermanito pues la vida que los tres tenemos no es adaptable para otra pequeña boca que no se podrá alimentar.
Cuando eres pequeño, solo intentas divertirte con los de tu edad, no hay nada por el cual uno deba preocuparse. Entre juegos y risas, puedo decir que tuve una cálida infancia.
Con el pasar del tiempo, tuve muchos amigos y pasamos por muchas cosas, no pude convivir lo suficiente con ellos; uno fue vendido a los Alpha antes de tiempo, otro escapó con su familia hacia el oriente, y el pequeño niño que me consideraba un hermano mayor, desapareció.

A mis 14 años de edad supe que era un Omega, no estaba impresionado ante aquello, sabía bien que mis progenitores no eran capaces de concebir a un Alpha, y creo que hubiera sido una vida fría y sin nadie por el cual puedas llamar "familia", así que no me quejo de ser un cerdito listo para un sucio lobo o cualquier otro animal que desee mi cuerpo.
Con las precauciones dadas y las drogas para esa dura etapa de celo que a veces, era un infierno en vida, empecé a vivir.

La mañana golpeó la ventana de mi cuarto, y el ruido de la planta de abajo también. Ah, olvide decirles, mis padres tienen un pequeño balneario, las ganancias no son muchas pero es suficiente para comer y hacerse cargo de algunos gastos.
–Oh vaya. Yuuri, ¿irás otra vez al hielo? A pesar de que estamos a finales de invierno aún se siente el frío. Abrígate bien–
–Claro mama, lo tendré en mente– oh, también tengo un pequeño hobby, me gusta patinar. No soy un experto como para presumir mis movimientos, pero si se trata de divertiste, no me molesta caer y volver a levantarme. –Llegare para cenar mama, nos vemos–
Con los patines en mano, salí a saciar ese profundo deseo que punzaba mi pecho; era tan profundo el sentimiento, como si el hielo me llamara, como si pudiera vivir por siempre en este; no me importaría morir en el hielo, aún siendo frío y duro para los demás, para mí, resultaba un lugar cálido y suave.

-Continuará-

You're not an animalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora