XLVI More Than an Omega

212 31 6
                                    

Algunos Omega's no poseen los beneficios o una forma de vida adaptable a sus necesidades.
Desde la crianza de los pequeños quienes eran entregados de manera voluntaria por sus madres, o simplemente tomarlos desde el mismo criadero; donde los Omega's procreaban y cual perro era tomado a solo unas cuantas semanas de nacido. No había motivo de forcejar, conocían bien su propósito y tales lujos que los Omega's de "pura sangre" eran entregados, todos ganaban.
El desarrollo de sus modales para el Alpha designado también era una de las actividades que se les ensañaba, o en otros casos, el que te haya conseguido a una gran suma de dinero.

La "especie" también cuenta, sus características y peculiaridades hacen que los animales tengan un valor cada vez más alto, características que lo hacen especial y único. Aunque, no todos los juguetes son para siempre, un simple niño no puede jugar con lo mismo para toda su vida, un mismo perro no puede adapatarse a los cambios de su dueño, no puede, no lo hará.

–Este niño será distinto– lo repetían mucho en mi niñez, las mucamas parloteaban mientras peinaban mi cabello, y aunque el idioma no me era un problema de entender tenía dificultades para ser el trofeo de mi nueva familia. –No actúa como tal, es prepotente y responde sin siquiera tener una pregunta hacia el– mujeres necesitadas que hablaban de ridículas cosas que me eran aburridas. Aún con el joven de cabellos plateados que de momentos me enseñaba y viceversa, la rutina pasaba a ser monótona y tediosa; callarme no era una opción para mí, y Victor conocía bien las cosas que haría antes de mencionarlas.

–Eres como yo, pero no te verán del mismo modo–
–No me importa. No necesito la aprobación de alguien para mostrar lo que soy–
–Esa libertad que tienes, es algo que envidiar– suspiraba mientras que los numerosos juguetes que tenía los arrojaba bajo la cama, un pequeño refugio que en algún momento me había enseñado. –Las obligaciones que los adultos me dan, las palabras del viejo Alpha y su gracioso aroma a flores. ¿Qué hubiera pasado si estuviera yo en tu lugar? Ser Omega debe ser una manera de expresar libertad–
Inocente y torpe, pensábamos que con solo decirlo podíamos lograrlo; cada uno nació en un lugar incorrecto y, ambos aprendimos a llevarlo a nuestra manera. Y ha funcionado bastante bien si puedo presumir, pero lo que uno crea con sus manos debe mantenerlo firme, o las cucarachas y parásitos que comen todo lo bueno, se pudrirá en cuestión de segundos. Dos apellidos que se ensañaron de maneras distintas, pero comparten un mismo ideal, aún siendo infantil.

–Como él Omega responsable de este lugar...–
–Pero no lo eres– interrumpió el molesto invitado –No eres de su propiedad y tampoco parece que desees serlo. ¿Porque eh de escucharte?–
Tragar el amargo sabor que me provocaba escucharlo y mostrarme frente a él como alguien a quien habían "educado bien", no era mi estilo; pero aparentarlo me era un juego, hasta que perdiera su chiste ya estaría con todo el alfabeto en mi boca y los rostros de indignación de mis oyentes. –Absténgase de interrumpir, no es su hogar y mucho menos da las órdenes. Yo por ejemplo, tengo la autoridad de hacer lo que me plazca, y si desea cacarear como un extravagante animal, le sugiero que lo haga fuera de este terreno, ¿de acuerdo?–
Su ceño fruncido y como ese húmedo pañuelo que pasaba por su frente no hacía más que ensuciarlo otra vez. Asquerosas criaturas de las cuales obtienen su poder con un simple chasquido de dedos, quizá podría comprender por lo cual él Omega de bajo nivel les tenía pavor o desagrado; no estaré en sus zapatos pero es probable que le tenga algo de empatía, no siempre.
–Descarado Omega, tienes suerte de que un Alpha te tenga bajo su ala y no te trate como a un cualquiera–
–Si es todo lo que desea platicar entonces, puede retirarse. Su atareada agenda debe de serle un problema, y gastar su tiempo en un ser inferior como yo, me parece patético–
–No eh venido para perder el tiempo. Y mi invitada desea ser bien recibida aquí– como esos rasposos labios eran humedecidos por esa gran y sucia lengua, esa grotesca y puntiaguda nariz se fruncía al igual que su ceño; buscando un lugar para poder sentarse y la joven que lo seguía sin mostrar alguna expresión. Sentándose en sus piernas y siendo tocada como si nada. –Entiéndelo Omega, con esta joven no habría nada más que ocultar. Todo lo que está perdiendo con estas ridículas desiciones lo tendrá en manos otra vez–

La joven que temblaba ante las caricias de esas grandes manos, el collar que parecía ser apretado explicaría el porque su rostro estaba rojo y su respiración algo agitada. No importaba el peculiar color de sus ojos, o su tenue fina como el más lujoso marfil pulido, no lograría nada estando sola o en las manos equivocadas; y Victor no era alguien para cuidar a un frágil animal.

–Victor no cambiará de opinión, y mucho menos ante una hembra con tan pocas feromonas. Su sangre puede ser de lo más regio, pero si es como todo lo inserbible entonces no será más que para una comida de dia. Será desechada como todos los que pensaron de esa manera–
–Te equivocas– respondió el responsable, que no dudaba en contratacar al Omega –A simple vista es una doncella que de apariencia debil se ve, pero es fuerte, y las crías que saldrían de ella junto al linaje de Nikiforov no se compararán con lo que hayamos visto antes. Creame cuando le digo que ambos deben estar destinados a permanecer y continuar con la producción de Alpha's–
Asqueado tras escuchar las palabras del grotesco invitado la vista no se apartaba de la joven, conocía mas que bien a los Omegas que estaban en sus zapatos, no era algo nuevo si fuera una reina o una pura sangre criada con tantos lujos, para quien lo tiene todo en poco le faltaria mas cosas, jamás se sentirian completos.

–¿Yuuri, sucede algo? Has estado mucho tiempo dentro de la habitación. Pensaba, que nuestra distancia sería un poco más corta que antes. Por favor, me preocupas– era extraño que el comportamiento del Omega cambiaba constantemente. Al momento parecía que todo estaba en el pasado, más de un solo salto el pelinegro escapaba de mi, tan nervioso y temeroso como era de costumbre corría a la habitación; su aroma incluso parecía débil y fuerte...como si algo más se estuviera mezclando con él. –Yuuri, si tienes algún problema por favor, déjame ayudarte– pero las respuestas no llegaban y la preocupación aumentaba.

Una llamada hizo que desviara mi atención hacia él Omega, quizá no era de tal importancia si se trataba de algún otro Beta u Alpha, pero si el remitente era Yurio, daba a entender de que algo estaba pasando en casa. Opté por contestar, acomodándome en el sofá y varias veces voltear a ver la puerta que daba al cuarto, cerrada y sin ningún rastro de vida del contrario.
–Yurio, espero y sea importante. Algo sucede con Yuuri y no puedo quitarle la vista de encima–
–No perdería mi tiempo si no fuera importante. Lo que tengas con él no es de mi interés. Así que abstengámonos de hablar sobre eso– me alegraba poder escucharlo, tan libre y confiado que se me olvidaba que fuera un Omega, es posible que no haya tenido la oportunidad de nacer como debería; y si yo hubiera tenido esa oportunidad, ¿Qué sería de mi vida? Estaría destinado a vivir con Yuuri, o quizá los papeles cambien y sería yo su fiel perro que no importaba cuan apretado estuviese el collar, lamería cada parte de él por recibir una buena recompensa. Es gracioso que a estas alturas aún piense de esa manera, y sé que el revoltoso joven del teléfono lo sigue haciendo también.
–Entonces dime, que es eso tan importante de lo que querías hablarme–
–Victor, si no regresas ahora con lo que es ahora tu pareja, tendrás que empezar a buscar otra forma de vivir. La gente empieza a formular varias conversaciones que no abarcan ningún sentido, pero al llegar a los oídos de los Alpha's, la cosa es distinta. Así que dime, ¿Es con ese cerdo con quien deseas formar una nueva familia?–
–...–

-Continuará-
Prox. Capítulo: Mediados de Julio

You're not an animalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora