Tu y yo, la historia apenas comienza ( Sofia y Hugo) [Historia 1]

Una difícil decisión

George extendió sus brazos para recibir a Sofía.

~¡Gracias por cuidarme siempre George! Decía la princesa mientras se aferraba a él.

~ ¿Ahora que pasara con nosotros? Acaso ¿hay un nosotros? Preguntó con  la mirada baja, mientras una lágrima discreta rodaba por su mejilla.

~ ¡Lo hubo!, Me diste una nueva ilusión, alegraste mis días más oscuros y llegué a pensar en que tuviéramos una vida juntos, pero mi lugar está aquí, Hugo y yo hemos sufrido demasiado y no puedo dejarlo después de todo lo que hemos pasado, pero quiero que sepas que siempre estarás en mi corazón. Sofía le dió un beso en la mejilla, para después regresar al lado de Hugo.

Por un momento Hugo pensó que la princesa lo dejaría y se quedaría con George, después de todo lo que habían pasado, sería algo muy cruel para él.
Ahora todo parecía ser perfecto, solo existía un pequeño problema, él aún estaba comprometido con Clio.

La princesa lo miraba desde el otro lado del jardín, era momento de hablar con ella.

~ Discúlpame Clio se que esto es difícil para ambos, pero Sofía regreso, hemos pasado por tanto...

Clio le tapó la boca

~No te preocupes Hugo, yo lo entiendo, es más difícil para mí que para ti, yo tenía una ilusión, pero me alegra que Sofía este de regreso y lo único que quiero es que seas feliz y estoy consiente de que a mi lado no lo serías.

Hugo la acerco a él y le dió un abrazo, mientras la princesa derramaba lágrimas de tristeza.

Cuando Sofía y Hugo se volvieron a encontrar, comenzaron a caminar de la mano dirigiéndose hacia los establos del castillo.

Subieron a sus caballos voladores y recorrieron el hermoso país como en los viejos tiempos.

Al regresar de su paseo, se encontraron con la sorpresa de que los padres​ de Clio habían llegado y exigían que el matrimonio se llevará a cabo, pese a las súplicas de la princesa, los reyes se encontraban enfurecidos, ¡Su hija no sería puesta en ridículo!

Por suerte Axel era ahora el rey de Albuquerque y su padre no tenía ya mucha influencia como para obligar al principe a casarse.

Axel se acercó a Hugo y toco su hombro.

~Ahora te compensare todo lo que te hice hermanito, el joven rey dió la vuelta y dirigió a los padres de Clio a su despacho.

Hugo se encontraba frustrado, podría desencadenar una guerra por su culpa, ¿Qué pasaría ahora? Él no quería que nadie saliera lastimado.

En el despacho de Axel ...

~ Estoy de acuerdo con su enojo pero mi hermano ha decidido cancelar la boda y sus razones tendrá, su hermosa hija merece alguien que la ame de verdad ¿Acaso quieren que sea infeliz?, Además nuestras alianzas comerciales se mantendrán​ aunque ellos no estén casados así que no habrá perdida. Dijo Axel de forma astuta, él siempre había sido bueno para convencer a las personas de hacer su voluntad.

~ Nosotros solo queremos que nuestra hija se case con un príncipe de buena familia y el mejor candidato es su hermano, su descendencia sería de sangre cien por ciento real, además de que le entregaremos nuestro reino para que lo gobierne.
¿Qué se lo impide?, ¿Es acaso esa chica de pueblo que se convirtió en princesa?, Ella no puede ofrecerle nada de lo que nuestra linda hija le ofrece, ni siquiera es una princesa heredera, el príncipe Hugo debería pensar en su futuro. Decían los reyes mientras trataban de convencer a Axel.

La cara de Axel se tornó roja, no soportaba que hicieran menos a Sofía por no ser de cuna noble.

~ Mi hermano ama a la princesa Sofía, aunque ella no sea princesa de nacimiento se ha preparado todos estos años y ha logrado ser una princesa correcta, además él tomó ya una decisión y no puedo interferir, nuestras alianzas seguirán en pie pero el matrimonio no. Exclamó Axel con una voz firme y retadora.

Los reyes no tuvieron otra opción que salir enojados de palacio y aceptar la decisión.

Clio, Hugo, Sofía y George se encontraban esperando en el comedor las noticias de Axel, al verlo entrar todos sintieron un gran alivio, más cuando el príncipe les guiño el ojo.

Sofía y Hugo se abrazaron felices, mientras Clio y George se veían de reojo.

George acompaño a Clio a subir a su carruaje, está se despidió de el tirando un fino pañuelo al piso, él lo recogió y ella se lo obsequio, en ese momento ambos se sonrojaron, nos veremos pronto querido, George solo hizo una sonrisa y recordó la vieja tradición, si una chica tiraba su pañuelo frente a un hombre y este lo recogía significaba que formalmente estaban en una relación, el chico explotaba de lo apenado que se encontraba, tenia suerte, esa princesa era realmente hermosa y perfecta.

Sofía y Hugo agradecieron a Axel, él solo los miro apenado y dijo que era lo menos que podía hacer después de causarles tanto daño, después pidió disculpas a Sofía dandole un tierno beso en la mano y se retiró a su estudio.

~¡Por fin juntos Sofía! Ahora nada ni nadie nos separara. El príncipe tomó su mano y la acarició suavemente.

~¡Claro que no Hugo! Tal parece que todo se resolvió.

En ese momento el príncipe se arrodilló ante ella y puso en su mano un hermoso anillo de diamante.

~ Sofía ¿Quieres casarte conmigo?

La princesa estaba sorprendida, no se esperaba esto, en un movimiento saltó hacia él y mientras lo abrazaba llorando de felicidad grito ¡Acepto Hugo!

Los dos enamorados corrieron a avisar a las familias reales de Albuquerque y de Encantia, todos se emocionaron y comenzaron los preparativos de la boda.