Se tallo los ojos en círculos con los puños cerrados, tenía sueño y quería salir del trabajo ya. La doctora Yang le llamo temprano para avisarle que ya había escogido a su pareja y que debía presentarse en un lugar específico para que comenzarán el experimento.
Se estiró cansado y maldijo mentalmente, aún debía ir a casa de sus padres por sus maletas.
—Yuri, ya puedes irte —dijo Yuko, su jefa.
—Gracias —sonrió levemente, enderezándose—. Nos vemos el lunes.
—Disfruta tu fin de semana, Yuri, y avísame si crees que el alfa te dará problemas, iremos por ti de inmediato.
—Está bien, gracias —sonrió a medias, poniéndose la chamarra luego de quitarse el delantal.
Se despidió agitando la mano y se puso la mochila al hombro, saliendo sin prisa, cuando volviera a la casa de sus padres adoptivos y se enteraran que se había ofrecido para un experimento...bueno, probablemente Yuuri se pondría histérico y Viktor querría encerrarlo en su habitación. Pero tenía sus propios motivos para estar en eso y no tenía porque contárselos a nadie más que a su doctora, fin del asunto.
Entro al departamento con la cola algo encrespada, notoriamente a la defensiva, la hora de la charla paternal era lo peor, siempre lo sería.
Yuuri y Viktor le esperaban de forma dramática en el sillón, serios, viendo a la puerta, se pregunto cuánto tiempo llevaban ahí fingiendo seriedad.—Hey —saludo sin ganas, caminando dentro del apartamento.
—Yuri Nikiforov.
—Plisetsky —corrigió, dejando las llaves en la encimera de la cocina, sus maletas le seguían esperando junto a la barra.
—Yuri, por favor, ven aquí y explícanos qué pasa.
La voz suave de su madre le hizo sentir un poco culpable, pero no flaqueó.
— ¿A donde planeas ir sin permiso? Eres un niño aún.
—Ya no soy un niño —corrigió alzando las manos, interrumpiendo a su padre—. Y les dije que me iba a mudar hace tiempo, ¿creyeron que estaba jugando?
— ¡Si! —la voz de ambos resonó en todo el departamento.
—Siempre dices cosas así cuando estás enojado —Yuuri se puso de pie, corriendo a su lado, sus orejas estaban bajas porque estaba triste—. Creímos que te habías molestado con nosotros por algo y solo lo dejamos pasar.
—Escucha, Yuri, sé que ha sido complicado porque por naturaleza los felinos y los canes no se llevan muy bien —Viktor se acercó también, dejando que su esposo abrazara al menor—. Pero hemos tratado de hacer lo mejor para ti y no queremos que te vayas, podemos hablar lo que sea que te moleste.
Suspiro y se dejó abrazar, negando, eran buenos padres, no tenía quejas sobre ello, pero tenía que hacer eso.
—No es por ustedes —aseguró cuando se separó—. Es algo que necesito hacer, para mí.
—Mi niño, podemos ayudarte, sea lo que sea —las manos suaves de Yuuri acariciaron su rostro.
—Se que lo intentarían pero no pueden hacerlo —desvío la mirada ante los ojos confundidos y preocupados de sus padres, suspiro y tomó la agarradera de su maleta más grande—. Me iré a vivir a otro lado por un tiempo, me ofrecí como voluntario para un experimento que va a realizar la doctora Yang —explicó brevemente, con el corazón acelerado.
— ¿Que? ¿Experimento de que? —Viktor estaba a nada de quitarle las maletas.
—Compatibilidad, algo así —se rasco la nuca, haciendo una mueca—. Me dará una pareja de otra especie, para saber si podríamos tener crías o no.

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Experiment
FanfictionLos cambiaformas no suelen mezclarse entre especies por miedo a no poder tener descendencia, pero la Dra. Isabella Yang no opina igual. Luego de años de estudios y una tesis bien fundamentada, estaba lista para demostrar sus teorías y descubrimiento...