Dia 135. Resultado.

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La puerta se abrió y Yuri vio a Isabella con los resultados en la mano, parecía contenta y casi corría al escritorio para poder esparcir las hojas sobre el este. Ambos se acercaron a ella para poder saber que es lo que pasaba.

—Tengo buenas noticias —les mostró el estudio—, el examen dio positivo, puedo decirte que tienes tres semanas de embarazo.

Otabek abrió los ojos y se mordió el labio, tres semanas, casi un mes...vio a Yuri que tenía una expresión indescifrable y luego noto la pequeña sonrisa surcando su rostro, de forma adorable. Ambos sabían de eso desde antes de alguna forma, y que Isabella se los confirmara solo provocaba que fueran más felices en ese momento.

— ¿Por qué tardaste tanto en decirnos?

—He tenido que revisar muchas muestras y dar ciertas especificaciones a distintas parejas —aclaró rebuscando entre el revoltijo de papeles—. Y hablando de eso, hay algo importante que debo decirles y que deben de tomar muy en cuenta.

La felicidad fue opacada por repentina preocupación.

— ¿Hay algo mal? —preguntó Yuri.

—Verán, estuve investigando las razones para tu celo tardío y la aparente infertilidad —explicó tomando la mano del felino—. La forma usual de una matriz es como la de un globo, que se infla para el crecimiento del cachorro y luego vuelve a su forma original, pero la tuya tiene forma de corazón, Yuri, esa forma hace un poco complicado el embarazo porque tienes riesgo de perder al cachorro por cualquier mínimo esfuerzo, sin contar que el hecho de ser diferentes especies no nos asegura que el feto se quede en su lugar de incubación.

—Pero...entonces lo...?

—Hay riesgo —le interrumpió, sabiendo que le dolería solo decirlo—, y por eso voy a tener que ponerme estricta —suspiro y le dio un suave apretón a la mano de Yuri, dandole una hoja después—. Nada de esfuerzo, trabajo, limpieza o paseos largos, debes quedarte en reposo sobre todo el primer trimestre.

—Pero hasta ahora no le ha pasado nada —dijo Beka, contrariado.

—Es cuestión de tiempo, el cuerpo de Yuri se debilitará y no podrá sostenerse en pie, necesitará de una dieta especial para que se mantenga lo más fuerte posible y yo iré a su casa para hacerle los chequeos necesarios —les sonrió levemente, tratando de devolverles la felicidad que parecía haberse esfumado—. Aquí especifique lo que puedes comer, las vitaminas que te harán falta y ciertos cuidados necesarios, puede que sufras sangrado algunas veces, así que siempre debes llamarme si sucede.

—Entonces...el parto... —el felino tenía esa expresión de cuando quería llorar pero no lo hacía.

—Por tú bien, debe ser una cesárea, la programaremos a finales del segundo trimestre, ¿está bien?

Hizo una mueca y asintió.

—Otabek, Yuri necesitará mucho de ti, así que probablemente pasaran los siguientes meses en casa, pero es lo necesario para que el cachorro nazca sin problemas.

—Haré lo que haga falta —aseguró Beka, dandole un suave apretón a la mano de Yuri que parecía perdido.

—Me alegra oír eso —sonrió—. Vayan a casa, descansa Yuri, no olviden que pueden llamarme a la hora que sea por emergencias.

—No lo olvidaremos, gracias —Otabek doblo la hoja y la guardo en la bolsa interna de su chamarra.

—Por cierto, las nauseas serán horribles, pero en la hoja anote un té que puedes tomarte para calmarlas sin hacerle daño al bebé.

—Gracias, doctora —sonrió levemente y se puso de pie, casi de inmediato, sintió el brazo de Otabek rodeando su cintura, provocando que se sonrojara.

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