Experiment

Exp. 31689-2. Día 350.

Seung podía decir que estaba enamorado de su hija. No podía evitarlo, la pequeña loba era la cosa más adorable que había tenido el gusto de conocer y a veces no podía evitar cuidarla demasiado o ser un poco exagerado.
Pichit también amaba a la dulce Bong, tenía el nombre de su abuela paterna y le daba un poco de gracia porque su colita de lobita, era tan esponjada que fácil pasaba por la de un conejo.

Bong Bong -llamada así de cariño por sus padres- tenía la mala costumbre de deshacerse en llantos durante la madrugada y sus padres debían levantarse para atenderla o llevarla a la cama con ellos en caso de ser necesario.

Esa noche me tocaba a Seung, ni siquiera se recostó porque lo veía como un caso perdido y en cambio se quedó en la habitación de la niña para mecerla en su cuna mientras la observaba con detenimiento. Bong se parecía a él, mucho, incluso en el color de piel, pero era más sonriente y alegre de lo que él jamás sería; claro, aún era una bebé de cuatro meses pero no dejaba de pensar que sería igual que Pichit.

Suspiró cuando la vió hacer pucheros y se inclinó sobre la cuna para tomarla en brazos.

—Ya, calma —le pidió, acomodándola en su hombro, conforme avanzaban los días tenía más experiencia, eso era agradable.

Bong hizo un puchero y fingió llorar en el hombro de su padre, aunque en realidad estaba cómoda ahí y le encantaba que le cargaran.

—Duerme —le apremió, dandole palmaditas en la espalda—. Tal vez deba irme pronto y no me veas tan seguido...pero es lo mejor —suspiró, pensando que Pichit no lo quería a su lado como pareja, eso no iba a abandonar su cabeza—. Vendré a verte todo el tiempo que pueda, lo prometo, debo llevarte a que conozcas a tu abuela.

— ¿A donde vas?

Parpadeo confundido y volteo a ver a su hija que sólo lo miraba atenta, Seung considero la idea de una alucinación auditiva por la falta de sueño.

—Seung.

Volteó más consciente y casi golpeándose la cara, ¿en serio pensó que había sido su hija?

—Contéstame, ¿a dónde vas? —hubo silencio y el omega hizo una mueca, cruzándose de brazos—. ¿No quieres estar aquí?

Suspiró y cerró los ojos, no quería contestar, se había confesado hace días y no había recibido la respuesta que había esperado.

—La verdad no, dijiste que querías a alguien más.

Se mordió el labio, si, ser sincero tal vez no había sido buena idea porque le dolía la expresión del padre de su hija.

—Dije que aún no olvidaba a mi ex pero...

—Dijiste que somos amigos solamente.

Suspiró, bien, su error, pero en su defensa, no ha dormido bien en días y no está seguro de lo qué pasó unas noches atrás.
Vió a Seung dejar a la niña en su cuna de nuevo y se acercó para tomar su mano, sacándole del lugar.

—Seung, no quiero que te vayas.

— ¿Qué esperas que haga entonces?

—Quédate, Bong te necesita —se detuvo para mirarle de frente, tomando su mano—. Yo también.

— ¿Aún sabiendo que no sientes lo que yo?

—Ay Seung, no estaba hablando en serio —hizo una mueca—, estaba medio dormido, tú fuiste demasiado directo y yo no supe que contestar.

—No me vengas con eso ahora.

—Por favor, créeme —tomó ambas manos, si no funcionaba, se pondría a llorar -el arma secreta-.

Vio al omega, sus orejas bajas le indicaban que estaba triste, y podía ser que dijera la verdad. Suspiró, maldiciendo la facilidad con que le convencía y lo mucho que lo amaba.

—Me quedaré pero...

Antes de que pudiera terminar la frase, el conejo saltó sobre él, contento.

—Gracias, te prometo que intentaré corresponderte.

Correspondió al abrazo y camino de vuelta a la habitación de la niña, completamente resignado, así era Pichit y aunque dijera lo que dijera, lo amaba de ese modo y lo haría siempre.

Hey y'all!

Aquí el último extra :3 está pareja es tierna a más no poder jajaja espero que les haya gustado~ hoy hay capítulo doble 👀
Los leo en el que sigue~

Rave (◡‿◡✿)