Capítulo 10: "Te quiero"

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Justin me trajó en su auto, ninguno de los dos habló en ese momento y aunque no era un silencio incómodo, pero tampoco un silencio que podía dejar qué durará toda la eternidad.

En el ascensor de camino a mi habitación, fue igual, a veces hacia contacto visual con Justin y me sonrojaba.

Él era ese tipo de chico lindo que por cualquier cosa podría hacer una chica sonrojar, justo como lo estaba siendo conmigo.

Él saco mis llaves de mi cartera, abrió mi habitación y me dejó pasar primero para luego el entrar. El no tenía que pedir permiso para entrar a mi habitación, no me importaba, confiaba plenamente en él y eso, en parte, me aterraba.

- Ky, ¿por qué le tienes terror a las motos?

Justin me preguntó, cuando el se sentó en el sofá, camine al frente de el para sentarme a su lado.

Lo miré y por unos momentos dude en contestarle.

- Era un sábado, carreras ilegales y estaba Caroline con unos amigos, también estaba yo y luego unos de los chicos qué se encontraban allí retó a Caroline a hacer una vuelta conmigo. Ella no se negó y me convenció de ir con ella, cogió una curva muy rápido y las dos terminamos en el hospital.

Él se quedó sin decir nada. Yo bajé mi mirada a mis manos. Era algo estúpido pero yo temía por la vida de Caroline y por la mía.

- Mi cara quedó realmente destrozada pero con tratamientos diarios pudieron dejarla sin ninguna cicatriz en ella. Caroline me prometió jamás volver a montarse en una moto y yo prometí lo mismo.

Le dije, el suspiró, asintió levemente y pasó su mano por mi hombro.

- Eres una persona realmente increíble.

Me dijo, yo fruncí el ceño pero el no se dio cuenta y me sonrojé.

Puse mi cabeza en su pecho, oliendo el olor a perfume, ese gestó me encantaba.

- Pensé que eras una chica más, no lo sé, igual qué esas chicas que sólo piensan en el dinero...

Él dijo, yo me eche a reír y lo empujé de forma divertida.

- Pero ya viste que no soy así.

Le dije sonriendo.

- Lo sé, eres aún mucho mejor.

Dijo, me sonrojé.

- Tú resultaste ser aún mejor de lo qué pensé.

Le confesé, su pecho vibró obviamente por que había dejado escapar una risita.

- Me agradas mucho, Ky.

Me dijo.

- Tú también a mi, Justin.

Le dije, el sonrió.

- Te he cogido un cariño inmenso, Ky. No sabes, me recuerdas mucho a mi madre; eres tan ella y me encanta por qué también eres tan diferente en algunos aspectos qué cada día que pasa me siento aún con más ganas de conocerte, de seguir hablado, de pasar más tiempo contigo. Y supongo que te quiero.

Él dijo mientras me abrazaba, me quedé literalmente boquiabierta, era tan hermoso tanto como por fuera como muy adentró en su corazón. No era lo que yo pensé, pero así es el. Me siento totalmente atraída por el y me da miedo.

Lo miré.

- Yo también te quiero, Justin.

Dije casi en un susurro, pero el lo escuchó y me sonrió, me sonrojé levemente mientras volvía a esconder mi cabeza en su pecho.

Nos quedamos unos largos minutos abrazados en aquel cómodo sofá, el acariciaba mi cabello y mi mejilla; yo me entretuve acariciando con sus manos.

- Umm, ¿puedo preguntarte algo?

Le dije, lo sentí fruncir el ceño pero rápido contesto.

- Claro que sí, Ky. Lo que quieras.

Dijo, yo suspiré y me pegué aún más a él.

- ¿Por qué estas aquí conmigo?

Me sonrojé levemente.

- ¿Qué clase de pregunta es esa, Ky?

Él dijo, yo me eche a reír levemente.

- Una preguntar como cualquier otra, Justin.

Le dije, el río levemente.

- Por qué me agradas.

Él dijo después de unos segundos.

Yo bufé y el río.

- Estoy hablando en serio.

Le dije, el alzo sus cejas divertido. Yo reí.

- Por qué quiero estar aquí contigo, Ky. No me interesa estar en ningún otro lugar que no sea a tú lado.

Él dijo causando que mis mejillas se calentaran y cogieran un color rosado fuerte, me había echó sonrojar y yo no sabía sí lo había dicho por molestar o por qué en serio quería decir eso.

- Eres un mentiroso.

Golpeé levemente su pecho, el río.

- ¡Auch!

Se hizo el que le dolió.

- Creo qué es hora de qué te vayas, al menos qué quieras dormir conmigo.

Le dije riendo, el se levantó y se echó a reír también mientras me hacia cosquillas.

- Encantado duermo contigo.

Susurró en mi oído, mi piel se erizó al sentir su aliento a menta en mi oído.

Me llevó hasta mi habitación y me recostó en mi cama.

Sonreí al ver qué tenía su pelo revolcado y hacia que se viera aún más sexy.

- Cierra bien tu puerta, cariño.

Él dijo, besó fuertemente mi mejilla, haciéndolo a propósito.

Lo seguí mientras caminaba hacía la puerta de mi dormitorio. Él abrió, yo me sonrojé levemente al sentir su perfume en mi camisa.

- Adiós, Biebs.

Lé dije, el sonrió de lado y me miró.

- Adiós, mi amor.

Dijo, yo me sonrojé y sonreí como una completa estúpida niña de 15 años cuando se enamora por primera vez.

Keep Her Safe ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora