Capítulo 19: "Cabaña"

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- Tienen diez minutos para subir a los autobuses y acomodar bien sus cosas. Los del edificio A, van con el maestro Peterson y los del edificio B van con la maestra Pérez.

Escuche a una de las del comité gritar.

Busque a Justin con mi mirada quién se encontraba un poco lejos de mi, en donde le había dicho que se quedara.

Me acerque a el, y lo asuste haciendo que el diera un pequeño brinco.

- Hola.

Le digo y el se ríe.

- No hagas eso.

Me dice tratando de darme una mirada asesina pero no funciona y se acerca para darme un pequeño beso en los labios.

Me retiró rápidamente de el, tímida y con mis mejillas totalmente rozadas. El y yo habíamos mantenido lo que sea que tuviéramos en secreto y ese beso en público me hizo sonrojar, al extremo.

- No sabía que te podías poner tan roja.

Se burla.

- Sabía que habíamos quedado en que esto era un secreto.

Le dije, el sonrió.

Habíamos tomado esa decisión por qué queríamos que las cosas salieran bien, paso por paso. Por qué el de verdad me quería como yo a el.

- No te enojes.

Me dice y yo sonrió.

Miró a través de la multitud de gente entrando a los autobuses, esta vez habían más personas que las del año pasado y es que, esta excursión era a un lugar diferente y con más exclusividad es para nosotros.

Yo, como también soy parte del comité, se nos permite llevar a una cierta cantidad de personas en un autobús mejor, con más requisitos.

Cuando los de los autobuses y los estudiantes se fueron, llego nuestro autobús. Nosotros éramos 4: Ryan, Caroline, Justin y yo. Y, los demás del comité que eran como 6 personas más y algunos maestros.

Era bueno estar en otro autobús, no teníamos que estar tan apegados, aunque quisiese estar así con Justin.

- Viaje largo.

Le digo a Justin cuando se sienta a mi lado. El sonríe.

- Vamos a dormir, entonces.

Me dice, de su mochila saca una sábana que nos cubre a los dos cómodamente. Sonrió y por debajo de la sábana, me empuja hacia el quedando más cerca de su cuerpo y mi cabeza la pongo en su hombro para luego cerrar los ojos.

Hace tiempo no me sentía tan cuidada y protegida como lo siento ahora. Justin me había cambiado de una manera increíble. Su interés en conocer más de mi, su manera de hablar y de expresar cuando esta conmigo es algo que me llamo mucho la atención desde que llegué. El era la persona que yo siempre había soñado estar.

- Despierten, dormilones.

Escuche la suave voz de Caroline, me restregó los ojos y me nuevo sintiendo el peso de Justin caer sobre mi y río.

- Justin, ya hemos llegado.

Dije acariciando su oreja y el cabello, el abrió sus ojos poco a poco y me miró, para luego mirar a su alrededor.

- Salimos al medio día de la universidad y hemos llegado a las seis de la tarde, genial.

Me dice sarcásticamente y yo me río.

- Por suerte han extendido el fin de semana a dos días más.

Le digo y el asiente bajando las mochilas.

- Voy a buscar el número de nuestras cabañas.

Les digo y ellos asienten.

- Yo voy contigo.

Caroline dice y sonrió asintiendo. Ella da unos pequeños brincos hacia mi y caminamos al mismo ritmo.

Habían personas estudiando el área, que, realmente era muy bonito. Todo naturaleza, verde y muchos árboles. Se podían escuchar el sonido de las aves cantando y alguna que otra mariposa rondando tranquilamente por el lugar.

Escuche un gritó.

Michelle.

- ¿Qué? ¡¿Cómo que no hay señal en este lugar?!

Ella dice y me río.

- ¿Qué pensabas?

Caroline le dijo y Michelle la fulminó con la mirada y salió enojada hacia de vuelta al autobús.

Alguien que debería de saber que una excursión en un lugar como esté la posibilidad de que no haya señal es un 99 por ciento. No debió venir, y nos debió hacer un favor.

- Los del edificio A, ¿cuales son las cabañas?

Le pregunté a una empleada del lugar. Ella me sonrió.

- Pueden elegir entre estas qué están aquí.

Ella dice y nos enseña unas fotos, y un número. Nos explica que son 4 personas por cabaña y sonrió.

- Déme la 5, por favor.

Caroline dice y ella sonríe, entregándonos la llave y uno que otro regalo aparte, cortesía de la casa.

Caroline se fue a buscar a los chicos, mientras yo busqué la cabaña. Y cuando abrí, mi boca casi se cae. Unas grandes camas, con sus almohadas y cojines y bien equipado. Había una pequeña ventana, pero la cubría unas cortinas decoradas.

Escogí una de las camas de la ventana, las camas eran iguales pero me gustaba la ventana abajo, podía ver el bosque desde aquí y las demás cabañas estaban en la parte de al frente.

Salí, en busca de una de las chicas del comité para avisarle que ya tenía nuestra cabaña y, para a ver si podía ayudar en algo.

Pero, cuando iba caminando a través del pasillo de flores cerca de donde estaban otras actividades, la ví.

La mujer de la otra vez que puso mis pelos de punta. Ella no me sonrió, y eso me dio escalofríos. Ella realmente estaba aquí. ¿Por qué?

Keep Her Safe ➳ j.bWhere stories live. Discover now