Fin de la Linea

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TEORÍA DEL CAOS

CAPÍTULO DIECINUEVE - FIN DE LA LINEA



Luhan se sobresaltó al oír el primer grito.

"Comenzó." Lay susurró, curvándose sobre el volante para intentar ver algo, aunque fuera mínimo, de lo que ocurría, aunque fuera imposible desde el lugar donde ellos estaban con la furgoneta estacionada.

El secretario de justicia había llegado y Tao probablemente ya había hecho su trabajo, acertando un proyectil - disparado a decenas de metros - en el cráneo del político y de sus custodios, provocando pánico entre las personas frente al edificio del tribunal. Causando así el inicio de una serie de eventos que distraerían a la población local y a la policía, dándole la oportunidad a las organizaciones para que pudieran desaparecer sin ser notadas

Era hora. En breve, Sehun también tendría que actuar.

Los dos, Luhan y Lay, sentados dentro del furgón de la cárcel federal, no sabían si lo que más oían eran disparos o gritos desesperados. Lay frunció el ceño y alcanzó la mano de Luhan, sujetándola entre sus dedos, sintiendo al mismo apretarla en respuesta.

Cuando el humo invadió la calle, ambos supieron que Sehun había hecho su parte. El humo blanquecino hizo que las personas se dispersaran y corriera en todas direcciones; y Luhan se quedó buscando entre el caos donde estaba Sehun.

Algunos disparos más fueron escuchados y los gritos continuaron, esta vez más dispersos, cuando el cuerpo delgado tan conocido por Luhan surgió entre el humo. Su rostro estaba cubierto por una máscara de oxígeno, pero definitivamente era Sehun.

El adolescente corrió hasta el furgón y lo rodeo, abriendo las puertas traseras y adentrándose en el vehículo. Sehun no contuvo el grito asustado sofocado por la máscara que usaba.

"No hagas ruido," Lay pidió, exasperado. "Todavía no es seguro."

"Pero... ¡Pero hay...!" Sehun murmuró, retirándose la máscara que protegía su rostro del gas que él mismo había lanzado, mirando al suelo del furgón.

"Tu camisa tiene sangre..." Luhan observó, con el ceño fruncido. Sehun miró hacia abajo y vio que era verdad, sangre que probablemente le había salpicado cuando un proyectil disparado por Tao golpeó la cabeza de un policía que estaba demasiado cerca.

El policía se acercó a Sehun al darse cuenta de que el mismo había sacado una bomba casera de su mochila, pero Zitao lo silenció antes de que el mismo pudiera hacerle daño al adolescente.

"Al diablo con que tengo sangre," Sehun murmuró, apuntando hacia la esquina de la furgoneta. "Hay..."

"Cuerpos ahí atrás, lo sabemos." Lay respondió, suspirando.

"Son los guardias de la prisión que estaban conduciendo este furgón." Luhan dijo, observando a Sehun por la ventana enrejada que separaba la parte delantera de la parte trasera del vehículo.

Sehun no verbalizó su asco, pero su expresión había hecho un buen trabajo.

"Buena distracción, eh, Sehun," Lay había dicho, llamando la atención del muchacho que miraba a los cuerpos vestidos con poca ropa. "Tao también hizo su trabajo, supongo ¿no?"

Sehun asintió con la cabeza.

"¿Por qué tu cara está pintada?" Luhan preguntó, con una ceja erguida y Sehun se encogió de hombros.

Teoría del Caos [exo/mafia]Where stories live. Discover now