Epifanía

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TEORÍA DEL CAOS

CAPITULO VEINTIUNO - EPIFANÍA



La sombra en el horizonte se dispersó.

¿Qué había detrás de ella? ¿Qué escondía?



BANGKOK

3 años después


Minseok miró alrededor, buscando un rostro conocido entre las personas que conversaban y bebían en el bar en el que estaba. Tomó entre sus dedos el cartílago de su propia oreja y se puso a jugar con ella, apretando ligeramente y acariciando la piel suave mientras intentaba ocupar su mente con algo que no fuera el aburrimiento que sentía.

Todavía era temprano y no había muchas personas en aquel pequeño lugar - muy querido por los usuarios - cuando algunos conocidos entraron por la puerta, se sentaron en el bar y pidieron bebidas ligeras. Minseok se estiró y salió de la silla donde estaba sentado, caminando con pasos lentos hasta la barra donde la pareja de conocidos estaba.

"Hola," Él habló, usando el idioma local. "¿Tienes algo para mí?"

El hombre y la mujer de rostro común, rostros que él conocía muy bien, asintieron antes de entregarle un maletín negro. El hombre murmuró algunas palabras que el oído de Minseok - acostumbrado al complicado idioma - captó y rápidamente entendió. Él había liderado una entrega de cocaína y yaba - sustancia conocida como droga de la locura entre los tailandeses - y ellos era los subordinados de aquellos para quien Minseok había hecho el trabajo.

La maleta fue abierta con discreción y el montón de dinero fue observado con claridad en una fracción de segundos por los ojos atentos del traficante. Minseok agradeció al cerrar la tapa del objeto, saliendo del bar con pasos rápidos.

El sol aún ardía en el cielo, al contrario de lo que el traficante había pensado. Minseok hasta se había visto obligado a colocarse una lentes oscuros mientras caminaba por las calles transitadas de Bangkok, yendo hasta el estacionamiento donde su moto estaba estacionada, segura contra los asaltos siempre frecuentes en el centro de la ciudad considerada por muchos como la capital sin leyes.

Bangkok era muy diferente a Seúl. La capital de Tailandia era más incontrolable, más intensa y de lejos más peligrosa. Y a Minseok le gustaba la sensación de peligro.

Sonrió al pasar por un grupo de jóvenes con la piel de los brazos cubierta de tatuajes, que parecían demasiado ocupados para percibir al coreano mientras fumaban sus cajetillas de marihuana. Viendo a los jóvenes rebeldes se dio cuenta de que no recordaban su propia juventud, ya que él siempre tuvo que actuar de manera demasiado seria para proteger a aquellos que amaba, pero le gustaba imaginar cómo sería su adolescencia en un universo paralelo donde su vida no fuera tan complicada.

Minseok ya tenía veintisiete años y no podía más darse el lujo de quedarse en las calles fumando y riéndose de las personas como aquellos adolescentes hacían. Él no era más un niño - y no es como si la vida le hubiera dado muchas oportunidades de actuar como uno. Sus padres traficantes que fueron asesinados y las deudas de sus abuelos que le obligaron a entrar en el tráfico de drogas aseguraban eso.

"No..." El murmuró para sí mismo en tono de broma, tosiendo, decidiendo dejar de pensar en un pasado que jamás ocurriría.

Su cabello estaba corto desde hace algún tiempo, pero un pequeño hábito hizo que el pasara los dedos entre los mechones cuando su celular sonó.

Teoría del Caos [exo/mafia]Where stories live. Discover now