46. Pequeña de ojos verdes y muertes sin resolver.

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AXEL.

Tras salir del baño, me largué de Avalon. No tenia ni las ganas, ni la paciencia para ver a mi Emma coquetear con otro en mi cara.

Duele.

Duele tenerla tan cerca y a la vez, sentirla tan lejos. Verla reír, verla feliz al lado un hombre.

Un hombre que ocupa el lugar que era tuyo.

Y realmente, se que la cagué, que no debí estar con dos mujeres a la vez, que no debí hacerle eso a Emma. Aunque yo no volví a estar con Deborah desde que ella llegó, intenté romper nuestra relación y finalmente lo conseguí, pero ya era demasiado tarde. Ellos sabían perfectamente que tenia otra chica, ya que, casualmente, mi propio padre iba a casarse con ella.

Doy un largo suspiro y quito las llaves del contacto de mi coche. Hoy es mi día con Aria y no tengo ni idea de que le diré cuando vea que no vengo con Emma.

-¡AXEL!

Me veo sorprendido por unos pequeños brazos que me rodean con fuerza.

-Hola, princesa.

Sonrío sin poder evitarlo y la alzo en brazos mientras nos dirigimos hacía la entrada donde mi madre nos espera.

-¿Dónde está Emma?-Aria entrecierra sus ojos hacía mi-¿Por qué no vino? ¡Ella prometió venir en nuestro día especial y traer a Bella!

Removiéndose entre mis brazos consigue que la suelte y me mire desde el suelo con los brazos en jarras claramente muy enfadada.

-Emma no podrá venir hoy, Ari...

-¿Por qué no? ¡Es una mentirosa! ¡Ella lo prometió!

Dicho esto, Ari entra en la casa corriendo y se dirige hacia su habitación. No puedo evitar sentirme culpable de el enfado de mi hermana, ella no tiene la culpa de que yo sea un idiota. Ella no merece pagar los platos rotos.

-¿Que anda mal, ratoncito?

Miro a mamá y asiento mientras entro en la casa y me siento en el sofá con los codos apoyados en mis rodillas, sujetando mi cabeza. No tardo en notar la presencia de mi madre en el sillón de enfrente.

-Todo anda mal, mamá. Realmente, la fastidié esta vez.

Ella carraspea su garganta y se remueve incomoda sobre su sitio.

-¿Ya lo descubriste?

Elevo mi mirada hacía ella consternado por sus palabras. ¿Descubrir el qué? ¿Acaso mi madre sabía quien era Emma?

-¿Tú, lo sabias?-cuestiono con cautela.

Tras un largo suspiro, mamá se levanta y se posiciona a mi lado en el sofá haciendo que gire la cabeza para mirarla.

-Tenia mis sospechas. Me resultaba demasiado familiar...

-¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué dejaste que mi padre arruinase todo? ¿¡Por qué, mamá!?-pregunto al borde del colapso mientras me pongo en pie.

¿Qué clase de broma era ésta?

-Ella era muy niña cuando la vi por ultima vez. Su padre era Andrew Clayton, empresario exitoso y gran amigo de tu padre.

-¿Conocías a su padre?-pregunto esta vez mas calmado.

Ella asiente y palmea el sofá para que vuelva a mi sitio anterior.

-Andrew siempre fue un gran hombre, uno muy honrado, al contrario que Petter. Siempre llevaba a una pequeña niña de ojos verdes a todos lados. Esa niña era su mayor orgullo.

-Emma...

-Si, hijo. Eras muy pequeño para recordarlo, pero tu, a tus cuatro años, ya sentías especial curiosidad por esa niña de ojos verdes.

La miro con los ojos muy abiertos, y ella sonríe tiernamente.

-Yo, ¿la conocía?

-También al pequeño Oliver, siempre andabas correteando con el en las empresas que vuestros padres compartían.

-¿Y cómo es que no conocías a Deborah? ¿Por qué no me contaste esto antes de la boda?

-Esa niña no era hija de Andrew, tu padre y yo nos separamos antes de que Eleonora la llevase a su casa. Y respecto a la segunda pregunta... A veces los padres debemos dejar que aprendáis de vuestros actos y sufráis las consecuencias-ella acaricia mi pelo suavemente-. Además, solo eran suposiciones. Hasta que no vi la foto de Petter con Eleonora en esta revista, no estuve segura.

Ella saca la revista de el pequeño baúl de al lado del sofá y me la enseña. En la foto aparecen los novios junto a las damas de honor y el padrino. Fijo mi mirada en Emma y veo como mi padre no mira a cámara.

La mira a ella.

-El me dijo que está enamorado de Emma, mamá. El quiso que ella se casara con el a la fuerza.

-Lo sé, ratoncito. El dia que asistí al entierro de Andrew, vi la forma en la que tu padre la mirada, con tan solo trece años. Dominic me acompañó ese día. La muerte de ese hombre no fue del todo clara para la policía.

¿La ultima vez que mamá vio a Emma fue cuando ella tenia trece años? Pero eso no es lo que mas llama mi atención. ¿Alguien mató al padre de Emma?

-¿Qué insinúas?-entrecierro los ojos hacia ella.

-Insinúo que tu tu padre siempre fue un cerdo egoísta, y que Eleonora nunca me soportó por estar casada con el. Esos dos nunca fueron buenos, y mucho menos ahora que están juntos. Debes prepararte para lo peor.

-¿Ellos... Ellos, lo mataron?

Ella traga fuertemente.

-Son solo especulaciones... Nunca se pudo probar nada...

No entra en mi cabeza que eso pudiera haber sucedido. ¿Mi padre seria capaz de matar a alguien? ¿Hasta ahí llegaba su maldad? No quería verlo cerca de Emma, ella no podía correr ese riesgo. El era peligroso.

-¡MAMÁ, QUIERO VER A EMMA Y A BELLA!-refunfuña Aria bajando las escaleras interrumpiendo nuestra charla.

Mi madre me mira apenada. Ella sabe perfectamente que Emma me odia en este momento y que por mas que quisiera que ella estuviera aquí, ella no quiere verme ni en pintura.

-Ratoncita, ella está enferma y no quiso venir por si te contagiaba.

Ari llega y se sienta en mi regazo mirándome esperanzada.

-¿Es verdad, Axel? ¿Ella todavía me quiere?

-Claro que te quiere, princesa.

Ari aplaude contenta y sonrío.

-¡Ella también te quiere a ti! ¿Verdad que os casareis y viviremos todos juntos?

Escucharla me entristece por completo. Me encantaría casarme con Emma, tener hijos, verla envejecer a mi lado... Incluso me imagino con ella contando nuestra historia de amor a nuestros nietos. Lo quiero todo con ella. Debo recuperarla.

Necesito recuperar a mi princesita.

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Llévame contigo [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora