-Idiota.-Le digo girándome. Él suelta una leve risa y comienza a lavar la lechuga. Veinte minutos después, Derek termina con una mano quemada al intentarme besar y por fin nos encontramos sentados en la mesa de la sala.
Ninguno habla y lo único que se escucha es el golpeteo de los cubiertos contra la vajilla de porcelana.
Introduzco una hoja de lechuga a mi boca y comienzo a masticarla sin separar mi vista de mi porción de ensalada.
-Está delicioso.-Menciona Derek, lo observo.
-Gracias.
-¿Quién te ha enseñado a cocinar?-Pregunta interesado.
-Aprendí sola.-Levanto mis hombros.
-¿Tu madre no te enseñó?-Me pregunta extrañado. Le sonrío levemente.
-No tuvo tiempo.
-¿Mujer ocupada?-Pregunta dándole un sorbo a su copa de vino.
-¿De qué es tu empresa?-Le corto cambiando de tema.
-Se encarga de financiar a otras compañías, empresas, locales y por el estilo.-Me dice, lo observo esperando a que me platique más pues me parece sumamente interesante.-La fundó mi papá pero hace dos años pasó a ser de mi propiedad.-Continúa.
-¿Cómo se llama tu padre?-le pregunto interesada.
-Richard G. Florey.-Dice.-Era un gran hombre, te hubiera agradado.-Finaliza con un tono de tristeza.
-¿Murió?-Le pregunto en un susurro observándolo, baja la mirada mientras su mandíbula se tensa.
-Cáncer de pulmón a los cincuenta y dos años. Sobrevivió algunos meses.-Dice seriamente, lo observo triste.
-¿Te gusta tu trabajo?-Intento cambiar de tema. Él me observa y una pequeña sonrisa aparece en sus labios.
-Me gusta lo que gano, me gusta darle órdenes a la gente, me gusta que todos me respeten pero honestamente el trabajo no me parece lo mejor.-Se explica.
-¿Por qué?-Le pregunto extrañada.
-Acepté la empresa por que si no iba a ser de mi hermano, me gustaría poder ayudar a compañías que de verdad desearan hacer un cambio en el mundo, aunque suene ridículo, pero me obligan a firmar para compañías que lo único que buscan es beneficiarse.-Dice observándome mientras acaba con su ensalada.
-Pero la empresa es tuya, no pueden obligarte a nada.-Le digo obvia.
-La empresa es mía, yo soy el que da las órdenes. Sin embargo, la mesa de asociados debe aprobar mis ideas y decisiones antes. Si doy una orden sin consultarles primero puedo perder mi puesto lo cual les conviene para que puedan tomar ellos el poder, pero no se los permitiré.-Me guiña un ojo y sonrío.
-¿Cómo funciona? Me refiero a que lo que haces es darle dinero a alguien, ¿tú qué ganas?-Él sonríe.
-Se les obliga a firmar un contrato en el cual se establece que recibiremos por dos años el cuarenta y cinco por ciento de lo que ganen cada mes, al finalizar esos dos años, su empresa queda liberada y el dinero será de ellos. Nos van pagando con el tiempo lo que les prestamos más intereses extra.-Finaliza. Lo observo nerviosa debatiendo entre si hacerle mi última pregunta o esperar. Decido hacerla.
-¿Cómo has podido desaparecer el rastro de todos los actos ilegales que ha cometido George?-Le pregunto cansada de no tener aún una respuesta.
-Me acosté con la directora del departamento de policía.-Dice causando que me atragante con un pedazo de pollo.
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Roman d'amourThea Little, una chica fiestera, alcohólica, drogadicta y fácil de llevar a la cama. Tiene un carácter sumamente fuerte y nada le aterra, nada excepto las relaciones. ¿Qué sucederá cuando su padre, tras un error fatal, logre cambiar todo el futuro...