—¿Tu novia? ¿Tu novia?—Candy estalló en un furioso susurro en cuanto los Leagan se alejaron unos momentos fuera de alcance—¿Estas loco o qué te fumaste? ¿Cómo pudiste decir que soy tu novia?
—Relájate— dijo Terry mirando hacia los hermanos, que en ese momento hablaban con alguien— Volverán en unos minutos y tenemos de concretar nuestra historia.
—¡Nuestra historia! ¡Este es tu cuento de horror! No se me ocurre ni un motivo por el que no deba contar la verdad...
—Porque...—cortó con voz baja y seria— ...mi padre necesita que George Leagan firme ese contrato.
— Tú quieres que me exponga al ridículo público y finja ser tu novia.
—¡Hey! Muchas mujeres mueren por tenerme en su cama. O al menos que les dé una mirada.
—Pero ese no es mi caso. Acabas de arruinar mi salida con Jey.—dijo molesta y a punto de soltar en llanto.
—Bueno, mira el lado bueno.—dijo él y ella lo miró frunciendo el ceño.—No le veo nada de bueno.—se cruzó de brazos.
—Te ahorré la pena, porque si ese beso fue tu mejor esfuerzo para fingir pasión, ese Gay hubiera salido corriendo.—dijo y rió abiertamente.
—¡Idiota!. Y es Jey, de Jeisson —dijo ella dándole un golpe en el brazo.
—¡Ouch!—se quejó.—Ya, cambia esa cara y finje ser la novia más feliz.—dijo él haciendo una sonrisa para que ella lo imitara.
La pecosa aun no tenía ni idea por qué Terry había inventado semejante historia, salvo que al parecer la negociación dependía de ello. A pesar de lo descabellado que parecía, le quedaban dos opciones: aceptarlo como verdad o arriesgarse a estropear el trato para Grandchester & Cia.
—Esta bien. Te ayudaré —dijo con resignación— ¿Que se supone que debo decir? —el alivio que vió en su cara habría sido risible si hubiera tenido el estado de ánimo para encontrar algo en Terrence Grandchester que le resultara divertido.
—Llevamos dos meses de novios —se apresuró a explicar—. Aparte de eso, somos los mismos; tú acabas de terminar la escuela e ingresaras en mí misma universidad.—Ok.
—Ah... otra cosa. No pudiste volar hasta aquí antes, por...
—La fiesta de egresados.
—Si dices eso van a pensar que me importas nada. Ya que no te acompañé.
—Tienes razón.
—Algo simple...—pensó que decir—Solo di que tus amigos organizaron una pequeña reunión. Cuantas menos mentiras contemos, más seguros estaremos.—terminó él y luego la miró.—¿Y ahora qué?—cuestionó a su amiga que tenía los ojos vidriosos.
—Hoy Jey hará una fiesta en su casa y yo no podré ir. Iba a decirme algo importante.
—Habrá más oportunidades. Estoy seguro.—mintió ya que sabía que su amigo no iba a permitir que el muchacho se acercara a su pequeña hermana.
—Si... Espero.—dijo resignada.—Bien ¿Y cual es el motivo para esta farsa?
—Eh... es una larga historia. No hay tiempo ahora. Te la contaré luego.—dijo.
Su modo evasivo mientras recogía su equipaje disparó el indicador de suspicacia de la pecosa. Le aferró el brazo y apretó hasta que él alzó sus ojos. Tal como sospechaba, su cara reflejaba la expresión ligeramente estúpida que siempre ponían los hombres cuando trataban de ocultar la culpa con inocencia. En especial dos, los cuales conocía mejor que nadie.
—Dímelo ahora, Terry —esbozó una sonrisa dulce—. O este cariñoso reencuentro se va a la basura.
—Pecas, no es na...
—¡Dímelo!—ordenó.
—Ok ok. Me tiré a la hija de George Leagan.
—¡Debí imaginarlo! Eso explica las miradas venenosas que me ha estado dirigiendo.
—Puede ser... —de nuevo miró incómodo en dirección a los hermanos—su padre es un hombre muy estricto y demasiado, hasta podría decir enfermizamente celoso con su hija. Es por eso que quiero evitar cualquier contacto con ella. No quiero que se me pegue como sanguijuela.

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ENAMORATÉ
FanfictionElla ha sido su mejor amiga desde que tiene memoria. siempre han estado allí el uno para el otro. Aunque siempre fue él quien siempre estaba en problemas. A lo largo de los años jamas han pasado la línea hasta ahora. Pero un favor hará que todo cam...