Diez

916 72 4
                                    

—Terry —dijo una voz chillona.

—Hablando de roma...—dijo Candy y asintió con la cabeza, y Flammy y los chicos voltearon para ver a dos voluptuosas chicas que se acercaban, una pelirroja y la otra morena.

—Eliza, Anny. ¿Qué hacen aquí?—cuestionó.

Una de ellas se sentó en el regazo de Cody y y la pelirroja quedó de pie junto a Terry, apoyando su cadera en la mesa de espaldas a Candy, jugando con los cabellos de éste.

—¿Qué haces aquí?—cuestionó el rubio.

—Te extrañé.—dijo la morena mientras deslizaba su mano por el pecho firme del rubio.
—Creo que voy a vomitar —murmuró Flammy al oído de su amiga y ésta rió.
—Te he oído, zorra.—dijo Anny.
Flammy tomó unas cuantas papas de su bandeja y se las arrojó a la cara de la morena. Antes de que la chica pudiera decir otra palabra, Cody dobló sus rodillas, enviándola al suelo.
— ¡Ay! —Chilló, mirando al joven.
— Flammy es una amiga, Anny. Veo que no has aprendido. Con los mío nadie se mete.
— ¡Cody! —Se quejó ella, poniéndose de pie.
El joven volvió su atención a su plato, ignorándola.

—¿Qué pasó, chicas? Ya acabaron con todo el equipo de la universidad y decidieron continuar aquí?—agregó Terry.

—No puedes hablarme asi, Terry.—chilló Eliza.

—Hablo como quiero. Así que... si no tienen nada importante que hacer o decir... por favor.—les indicó con la mano de que se marcharan.
Ella miró a la rubia, que reía complacida.

—¿Tú de que te ríes?, idiota—escupió.

—Si te sigues inflando de esa manera, tus...— le señaló con la mirada a sus voluminosas curvas—...tus chicas van a explotar.

Todo la mesa estalló a carcajadas. Eliza escupía fuego por los ojos de la ira.

—Esto no se quedará así.—dijo eso último y después las dos se fueron contorneándose entre las mesas.
Terry guiñó hacia Candy, como si nada hubiese pasado, llevándose unas cuantas papas de su bandeja a la boca. Luego intercambió miradas con Cody y comenzó una conversación con uno de los chicos del próximo partido.

—Deberían ser más selectos con las chicas.—agregó Flammy.—Son huecas.

—¿Qué hacían ellas aquí?—cuestionó Archie.

—El padre de Britter la transfirió aquí y como Eliza no quiso quedarse atrás, habló con el suyo.—agregó Zack.

—Eliza ha pasado por casi la mayoría de las universidades.—agregó Zack.— Aún no logra aprobar una, al parecer.

—Menudas tías.—agregó Stear.

—Bien, nosotras nos vamos.—anunció Candy.

—Y voy con ustedes.—dijo Patty poniéndose de pie.

—Eh... puedo llevarte, si quieres—se ofreció Stear.

Patty era una chica no muy alta, unos cinco o más centímetros, más baja que Candy, cabello castaño claro, corte bob long, era algo tímida, pero muy linda.

—Si no te molesta, me encantaría.

—Perfecto.—sonrió complacido.

—Toma.— Cody le arrojó las llaves de su auto.

—¿Y ésto?

—No ví tu auto. Así que supongo que no les has cargado combustible.

Ella sonrió.

—Yo aún tengo una clase.—dijo Flammy.

—Entonces yo te llevo Pecas.
—No tienes que acompañarme a todos lados Terry. Sé cómo llegar por mí misma.
Él solo se encogió de hombros e ignoró lo que dijo.

ENAMORATÉWhere stories live. Discover now