Capítulo Trece

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Capítulo trece.

Jeremy.



22 de junio, 2014.

— ¿Sucede algo, cariño?

Alzo la vista del suelo, en donde Jeff juega con una caja musical, para ver a mamá, luego mi vista va a Doug, él me frunce el ceño y gesticula «dile», pero no hay manera alguna en la que le diga a mamá todo este lío envolviéndome que está enloqueciéndome.

—No, solo estoy cansado, mamá. Tengo varios casos sobre la firma.

—No te esfuerces tanto bebé, es muy necesario que descanses.

—Lo haré, mamá—veo hacia la ventana desde donde estoy sentado en el sofá— ¿Por qué Pet sigue afuera?

—Creo que secretamente le gusta que mamá siempre vaya por él—se burla Doug y de inmediato mamá golpea su hombro— ¡Mamá!

—Iré a ver si Peter necesita algo, ven con tu abuela, Jeff.

Jeff alza sus manos hacia ella quien lo toma y los veo salir de la casa hacia Pet, sonrío.

—Creo que lo suyo es bastante serio—digo volteando a ver a Doug—. Ellos están enamorados.

—Lo noto—dice con seriedad sin dejar de verme—. No hagas eso, Jeremy.

— ¿Qué?

—Excluirla. Creo que es el momento de que se lo digas, necesitas apoyo en todo lo que está ocurriendo y callarlo no va ayudarte.

—No. Te lo he dicho mil veces, si de mí se trata mamá nunca lo sabrá.

— ¿Qué pasará si el niño de hecho es tuyo? ¿Cómo vas a explicarle que tienes un hijo con una mujer que tiene casi su misma edad?

—Quizá diciendo que quería probar otras aguas, que era un chico malo.

—Jódete. Eso no es ni un poco gracioso, nada en esta puta situación es graciosa.

— ¿Crees que no lo sé? ¡No me la paso riendo de esta mierda! No puedo dormir, comer, pensar ¡No puedo hacer nada! ¿No tengo derecho a intentar una condenada broma que me ayude a sentirme mejor?

—No seas un jodido mártir. No tendrías que cargar con todo solo, pero no compartes lo que te sucede.

—Te lo dije.

—Y soy tu puto hermano, por supuesto que voy a ayudarte, pero no soy Superman, necesitas que toda tu familia te apoye, y te amo Jeremy, pero no soy toda tu familia y lo sabes.

Paso las manos por mi rostro ¡Jesús! Mayormente soy un tipo arreglado, limpio y sereno. Justo ahora soy un jodido desastre físico y mentalmente.

—No tienes que ayudarme si no quieres—prácticamente gruño.

Doug se para con una rapidez que me sorprende, llega hasta mí y me golpea el hombro, le devuelvo el golpe y creo que de esa manera recreamos nuestras peleas de adolescentes, muy pocas, cuando discutíamos.

» ¿Qué jodidos te pasa? ¡Deja de golpearme, Doug!

— ¿Cómo te atreves a decirme que no quiero ayudarte? —tira de mi cabello y golpeo su costado haciéndolo jadear.

—Suéltame, idiota—nos hace caer al suelo y maldigo—. Mierda, Doug. Basta. Entiendo el punto.

— ¿Entiendes el punto?

Conquistando a Jeremy (BG.5 Libro #3.5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora