20. || Parte I ||

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- ¡Auch! - se queja el teñido.

Lo ignoro y lo sigo curando, al final resulta que Gilinsky se decidió por golpearlo al ver que no se daría por vencido y así logró deshacerse de él.

- Eres un idiota ¿sabías? - pregunto haciéndome la enojada con él.

- Escucha, por millonésima vez perdóname - dice Sammy en un suspiro -: actué como un loco y no dejé que te explicaras - la verdad era que a fin de cuentas eso no quitaba el sentimiento de culpa que sentía ahora mismo.

- Lo sé - paso mi pulgar por su labio inferior que tiene un pequeño rasguño y el gruñe en respuesta -: pero Jack es tu amigo, puedo entender que creyeras eso de mi...pero no de él, lo conoces desde hace más tiempo que yo - toma mi barbilla y hace que lo mire a los ojos.

- ¿Tienes algo que decirme? - lo miro a los ojos y nada más pienso en lo loco que se pondría al saber del beso -: no más secretos por favor... - suspiro.

Cierro mis ojos y asiento. Al final de cuentas las mentiras salen tarde o temprano y si un secreto así se guarda, simplemente no creo que nuestra relación valla a durar.

- Bien..., el día en que me llevaste a desayunar ¿recuerdas que Lox y Aaron querían hablar conmigo? - asiente -: me dijeron que andaban, pero después de juntar piezas y hacer preguntas e indagar un poco... me enteré de que Aaron sentía algo por mi - noto como sus nudos se vuelven blancos a causa de la fuerza que usa al apretar sus puños.

- Así que ¿por eso fuiste a LA? - su mirada se vuelve fría y un escalofrío recorre mi espina dorsal.

- No, yo fui a hablar con Bart... él me acompañó y después de eso le dije que quería hablar con él - mi corazón va al mil por hora y tengo la garganta seca -: me confesó todo, me contó cada una de las oportunidades que tuvo para declararse y no lo hizo, Sammy, se dio cuenta de cómo te miraba, de cómo a cada minuto te quería más... - guardo silencio y pido a gritos que diga algo.

- ¿Qué pasó después Matilda? - auch.

Mis lágrimas pican en mis ojos y el nudo se hace presente en mi garganta como en mi estómago -:...lo besé... - confieso en un susurro.

Un segundo...

Dos segundos...

Tres segundos y ninguno de los dos dice nada.

Me quedo quieta arrodillada en frente de él consumiendo el silencio sepulcral que se ha hecho en mi habitación. Se para bruscamente de mi cama pasando a un lado mio causando que me tambalee y caiga de lado, me incorporo y para este momento las lágrimas han mojado mi rostro.

- Necesito tiempo - dice frío y con la voz entrecortada.

Voltea a verme y noto sus ojos enrojecidos llenos de lágrimas sin derramar, abro mi boca para contestar pero se adelanta a tomar la puerta y salir dejándome parada en medio de la habitación con el eco de la puerta siendo azotada como único compañero.

Y es en ese momento en el que la realidad me cae como  bote de agua helada, por que se que lo he perdido.


(...)

- ¡Por dios parece que ustedes no entienden el concepto de SILENCIO! - grito una vez más hacia las gemelas -: ¿ahora por qué gritan? -.

Hace una semana que le confesé todo a Sammy, una semana desde que no lo veo. Había decidido darle el tiempo que me había pedido, así que me mudé temporalmente al departamento de mis hermanas en Nueva York. Decidí ponerme al corriente con ellas y después de descubrir que eran las nuevas modelos de Pretty Little Things, me sorprendí a sobremanera, no por que llegaran tan lejos, si no que ellas eran más del tipo ''rock, motocicletas, negro 24/7'' y no del ''moda, estilo y rosa''. Me presentaron a sus amigas y cabe mencionar que aunque se vean como una Barbie no son mala onda ni groseras.

« OR NAH? » // MAGCONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora