• Mi primer amor I •

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Era un día frío, mis padres me llevaban en el auto y solo 2 de mis hermanos me acompañaban, Aybek y Serik.

-Temir, espero que aproveches todo lo que esta escuela tiene para darte.

Papá se había pasado repitiendo eso una y otra vez y mamá siempre me alentaba diciendo cuantos amigos iba a tener y todos los conocimientos que iba a adquirir. Sin embargo a mí no me importaba nada de eso, yo no quería ir, yo tenía miedo.

Cuando llegamos al internado mis padres se despidieron de mi en la entrada. Mamá había comenzado a llorar pero me seguía sonriendo mientras que papá solo me miraba con orgullo, como esperando demasiado de mi.
Comencé a derramar lágrimas y en medio de mi llanto Aybek me dió una palmada en la espalda.

-Debes ser más fuerte y no llorar, ahora estarás por tu cuenta.

Sabía a qué se refería. Estaría completamente solo.

Desde que era más pequeño todos siempre me cuidaban y me consentían. Desde los mayores hasta Sezim que apenas me ganaba por 2 años. Siempre me sentí querido y ningún niño del pueblo se metía conmigo por miedo a la venganza de mis hermanos. Eso me hizo muy débil y  a mis 10 años, en el momento en el que me eligieron como becario para ingresar a tan prestigiosa escuela, fue cuando realmente entendí las consecuencias.
Era un niño muy inteligente y con grandes capacidades. Nuestros padres habían hecho un trabajo increíble con Aybek que se preparaba para convertirse en policía de la fuerza privada, Otabek que estaba escalando en el mundo del patinaje, Sezim quién comenzaba a probar suerte en el modelaje y ahora yo, uno de los cerebros más prometedores de Almaty según los profesores de mi  antiguo colegio.

Cuando mis padres y mis hermanos se fueron yo solo sentí un vacío. Nunca creí sentirme tan solo, aún recorriendo esa inmensa escuela llena de estudiantes, yo quería volver a mi casa, quería abrazar a mi madre y jugar con mis hermanos, quería los paseos por la plaza con Otabek y los cuentos de terror de Aybek, quería jugar bromas con Sezim y ver la tele con Serik. Deseaba regresar al auto gritando y llorando, rogando que no me dejaran, pero si lo hacía mi padre ya no estaría orgulloso y habría decepcionado a Aybek. Lo único que pude hacer fue resistir en aquel lugar tan frío y triste.

El instituto Beriktigi men Ümit se localizaba en el distrito de Saryarka en Astaná la capital de Kazajistán. No era una zona muy animada prestamente y el clima era bastante frío y gris. Beriktigi men Ümit era un instituto únicamente para varones y se consideraba que de ahí salían las mentes más prominentes y los mejores empresarios del país. Yo nunca tuve interés en convertirme en uno de ellos pero mis padres no querían que desperdiciara tal oportunidad.

Me asignaron al cuarto 104 y ahí conocí a mi primer amigo y la única persona realmente importante para mi en ese lugar. Su nombre era Mihail, era un lindo chico ruso, pero su familia se había ido a vivir a Kasajiztan por qué ahí se localizaba la cede de la empresa de su padre. Estaba rodeado de niños ricos como él y eso me aterraba más, pero en cuanto lo conocí mi opinión sobre él cambió por completo.
Era muy dulce, amable y popular, un niño con la piel tan clara que podría parecer porcelana y con hermosos cabellos rubios. Sus ojos eran claros como el agua y tenían un ligero toque verde que lo hacía resaltar de entre otros estudiantes rusos de ahí. Era brillante y su presencia lo hacía ver como iluminado por el sol, lo único que resplandecía entre esos tristes y fríos muros. Posiblemente el chico más apuesto, querido y respetado de toda la escuela.

-Bienvenido, mi nombre es Mihail Yarislav y puedes contar conmigo para lo que necesites. De verdad deseo que seamos amigos.

Sus palabras eran lo único que me hacía sentir menos solo. De verdad extrañaba mi familia, los días eran aburridos y las noches eran terribles y sombrías, no dejaba de pensar en lo desdichado que era y lo mucho que extrañaba mi hogar aún si me contenía el llanto, pero no era tan malo, no siempre que Mihail estuviera ahí, su sola presencia calmaba mis nervios y su voz solía tranquilizarme por las noches cuando despertaba desesperado por regresar.
Él me aceptó como su amigo incluso antes de que se lo pidiera y decidió estar a mi lado todo el tiempo, ayudándome y apoyándome para adaptarme al ambiente. Era mi salvador  y yo se que hacía todo para protegerme, él entendía cuan solo me sentía y no dudó ni un segundo en acompañarme. Sin dudarlo me brindó su calidez y alegría día a día y me sentí muy agradecido.

Todos sus amigos pronto se volvieron mis amigos y a donde quiera que fuera él, también me llevaban a mi. Mihail se había convertido en mi nuevo hermano mayor y pronto me fui olvidando de mi vida en Almaty, era más fácil si me concentraba únicamente en el hermano que tenía a un lado mío y dejaba ir la vida que tanto anhelaba. Así ya no me sentía solo, con solo tenerlo a mi lado estaba protegido y no necesitaba nada más.

Un día cerca del fin de curso cuando  nos daban tiempo para regresar a casa durante las vacaciones, Mihail habló conmigo, parecía diferente. Su mirada era vacía y su voz hasta cortante.

-¿Hay algo que desees hacer Temir?
-¿A qué te refieres?
-Tú eres un chico libre. Puedes elegir qué quieres hacer con tu vida- su cuerpo parecía tranquilo pero su mirada inquietante.  Yo no lograba descifrar qué ocurría pues jamás lo había visto así e intente parecer tranquilo mientras continuaba- Yo heredaré la compañía de mi padre y ese mismo futuro le espera a la mayoría, pero tú no. Tú eres libre de hacer lo que quieras- Me dirigió una mirada exigente, buscando la mía y ansioso por escuchar lo que tenía que decir, como si hubiera una respuesta correcta.
-Yo... Yo no tengo nada que quiera hacer en particular. Yo solo deseo seguir contigo, ayudarte, y estar a tu lado todo tiempo posible si me lo permites.

Le sonreí pero un silencio sepulcral me hizo pensar que había dicho algo malo. Generalmente le agradaba que dijera cosas así, él me hubiera respondido algo como "nunca nos separemos, no te preocupes" pero esta vez no dijo nada durante un rato. La atmósfera cada vez se volvía más incómoda y justo antes de decir algo para romper el silencio, escuché que susurraba.

-Que triste.

Poco después cada quien regresó a su hogar y no tuve la oportunidad de preguntar por qué había actuado así y qué significaban sus palabras.
Cuando iniciamos el nuevo curso yo estaba realmente deseoso de encontrarme con mis amigos. Todos llegaron y se emocionaron, contaron historias de cómo pasaron sus vacaciones, presumían ropa y celulares, fotos y novias que habían hecho. Todos menos Mihail. Él no volvió.

No tuve oportunidad de ver su dulce mirada ni su sonrisa tan cálida y resplandeciente. Había perdido lo único que me importaba dentro de esa pequeña y fría jaula. Había perdido lo único que en verdad amaba.

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Nota: ¿Debo aclarar que está parte está narrada por Temir? ¿No verdad?... Cómo sea solo serán 2 partes así que no desesperen con la historia principal Otayuri :D

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