▪ Mi primer amor [Otayuri] ▪

• Así fue mi primer amor • [FINAL]

- Vamos a comer una pizza con Ane y los demás. ¿O vas a tener práctica Yuri?

-No. Últimamente mis entrenamientos son solo para adquirir fuerza en mis saltos. No practicaré realmente mucho mientras no haya decidido la coreografía.

-Bien, entonces permíteme avisarles...

Alexei comenzó a marcar un número en su teléfono mientras yo me disponía a sacar el mío también para avisar a mi abuelo que saldría con mis amigos, sin embargo, en cuanto saqué mi teléfono comenzó a sonar.

-Otaa-¿¡Otabek!?- de inmediato reconocí el nombre que aparecía en la pantalla y contesté por instinto- ¿Ho-hola? ¿Otabek?

-¿Yura,... Estás libre el día de Hoy?- escuché su voz haciendo eco contra la bocina siendo opacada un poco por el ruido de fondo.

-¿A... Qué te refieres?

- Quiero saber si puedo verte.

-¡¿VERME?!- Me quedé pensando un poco en su palabras. Generalmente no me marcaba hasta que era tarde y en los últimos días hablábamos aún menos. De repente escuché uno de los anuncios por altavoz que sonaban del otro lado de la línea-... No me digas que... ¡¡¡¿OTABEK... ESTÁS AQUÍ EN RUSIA?!!!

-¿Con quién hablas Yuri? Los chicos nos van a ver en el restaurante así que...

-¿Yura?...

-Espérame en el maldito aeropuerto. Voy en camino- le dije un poco nervioso por a intervención de Alexei y colgué de inmediato viéndome un poco presionado- Oye... Yo después de todo no podré.

-Esta... bien. ¿Ocurrió algo?- me dijo Alexei mirándome incrédulo por mi repentino cambio.

-Bueno, yo... Tengo que ver a alguien.

Sin dar más explicaciones corrí para tomar un taxi que me llevara directo al aeropuerto, e incluso al haber subido en él, me sentí igual de agitado. Los latidos de mi corazón se habían mantenido igual de acelerados desde el momento en que respondí su llamada y no sé calmaban.

¿Qué hacía aquí? ¿Por qué no me avisó que vendría? ¿Venía a verme?...

Mi cabeza comenzaba a dar vueltas mientras veía los edificios pasar velozmente por las ventanas.

Pero más que nada, no dejaba de pensar.

"De verdad, Beka, está aquí. Lo veré de nuevo".

Estaba realmente feliz, pero me preocupaba el por qué había venido aquí.

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Era un lindo día. Sábado por la mañana.
El sol entraba de lleno por la ventana de mi vieja habitación aunque apenas eran las primeras horas del día.
Aún hacía un poco de frío pero era algo agradable, sin embargo, sentía que algo me faltaba...