Día 4

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Momento Mori o [Una vez más, persigo mi deseo que se desliza a través] Eien Misui Ni Good Bye.

La tarde noche era a su perspectiva el mejor momento de todos, a esas horas el calor ya no era tan bochornoso como en la mañana, soplaba el viento pero no hacía frio en absoluto así que resumidamente deducía que era un clima agradable para salir a pasear un rato. No es que le desagradara estar en la agencia ya que disfrutaba de bromear un poco con sus compañeros, de hacer enojar a Kunikida y de hablar con Atsushi, hasta el momento era con la persona con quien más soportaba estar sin desesperarse, ultimamente no se encontraba de buen humor.

Constantemente se roprachaba que a pesar de lo que cualquiera pudiera pensar él definitivamente no tenía una vida fácil o su situación resuelta, exitían mil y un cosas que deseaba realizar pero metas y deseos pasados le atormentaban y era lo que el creia que no le permitían suicidarse

"Las cosas no se dan porque sí, siempre hay una razón"

Alguien se lo había dicho tiempo atrás, se sorprendía que esa persona le hubiera dicho algo tan alentador teniendo en cuanta el tipo de relación que mantenían.

-¿Dazai-san?-

-eh?- el albino lo había sacado de sus pensamientos -¿qué pasa Atsushi? ¿necesitabas algo?- le sonrió.

-venia a preguntar si no ibas a irte......eto no es que te esté corriendo pero lo demás ya se han ido.......bueno no es que eso signifique que te debas ir-

-jaja no hay problema entiendo a que quieres llegar-

-a si- pensó un poco pero decidió no quedarse con laduda -¿te pasa algo? has estado actuando muy raro-

-¿quieres hablar?-

Dazai giró su rostro hacia él

-P..perdón demasiada confianza de mi parte- dijo caminando directo a la salida.

-En realidad si estaba considerando aceptar la oferta- sonrió -¿te importaría escuchar?-

Atsushi negó con la cabeza, se encaminó hacia el castaño y se sentó a un lado del mismo. Permaneció en silencio, de verdad quería saber que era lo que afligía a su amigo.

-Bueno en realidad sólo pensaba un poco en el clima pero ahora que lo dices pensaba en el suicidio-.

El menor lo miró extrañado, Dazai entendió su duda.

-Como sabrás mi deseo es cometer doble suicidio con una linda chica, sin embargo por más que lo intento ni encuentro una chica que busque suicidarse y todos lo metodos a lo que recurro para acabar conmigo parecen no se suficiente para lograrlo. Ahogarme, asfixiarme, cortarme, simplemente nada funciona- pausó un momento y continuó -parte de la razón por la que me uní a la agencia fue para ayudar y salvar personas, un buen amigo mio me lo aconsejó- sonrió melancólico -ah, sin embargo creo que no he hecho nada de lo que me había propuesto, parece una simple ilusión que se me escapa de las manos por más que lo intente- terminó, realmente no se sentía como siempre.

-Pero ¿por qué dice eso? has ayudado a la gente como a mi por ejemplo o sasaki-san- susurró -aunque sabes ahora que sus intenciones no eran tan buenas-

-Quizas pero yo me refería de otra manera- se alistó a pararse de su asiento - bueno atsushi lo siento pero debo pasar a ver a alguien así que...-

-si no hay problema nos vemos-

Saliendo de la agencia Dazai tomó el camino contrario a casa, era verdad el que tenía un asunto que resolver antes de ello, caminaba a paso lento dejando que la brisa soplara en su rostro, un recuerdo algo triste vino a su mente de él y su compañero en su infancia.

-"¿por qué quieres morir?"- preguntó en voz alertada

-"no tengo una razón de vivir así que ¿para qué seguirlo haciendo?"- respondió con simplesa.

-"no puedes dejarlo todo así porque si, no me puedes abandonar si somos compañeros"-

-"lo se y por eso te pido que me perdones por esto"- se dejó caer de las parte más alta de un edificio, su compañero aún no dominaba bien su habilidad así que no pudo retenerlo o tratar de ayudarlo.

Todo estaba oscuro, no había ningún sonido, parecía que esta vez lo había logrado, ¿esta vez vería el tunel y la luz blanca a su final o eran puras mentiras?. No lo averiguaría, lo escuchaba, su nombre a lo lejos muy a lo lejos.

"DAZAI"

Le gritaba y podías escucharlo, intentó abrir sus ojos algo casi imposible. Por fin escuchaba, ¿era ese su compañero? escuchaba una voz preocupada a punto de quebrantarse, pedía ayuda o eso creía él, escuchaba distorcionada esa voz muy a lo lejos a pesar de ver cerca a su compañero. Lo poco que podía ver era una silueta borrosa y el mundo moverse junto con esta de manera psycódelica, no podía orientrse tratando inutilmente de morverse, sus extremidades no parecían obedecer aún así sentía la sangre brotar a chorros y el inutil  acto de su contrario para hacer un torniquete, se estaba desangrando, ya no pensaba claramente, se sentía debil e impotente. Parecía que la heridas dólian a ratos al intentar ponerse en pie pero pronto esto se calmaba ¿el dolor era tan fuerte que ya ni siquiera lo sentía? tonto suena poro era real, trataba inultilmente de pronunciar alguna palabra para tranquilizar a Chuuya, nada, no podía ni hablar. Creía sentir que por momento el suelo le quemaba o que en cualquier momento caería a pesar de ya estar en el piso, otros miles de momentos llegaban a su mente sin poder retener alguno específicamente. Intentaba mantenerse despierto, lo sabía, estaba perdiendo la conciencia. Todo se nublaba que ya no distinguía personas de objetos, voces de sonidos, luces artificiales de la luz de la luna, lo último que reconocío fueron luces rojo y azul girando, una sirena de ambulancia y luego un negro vacio de nuevo.

Esa vez fue la primera y última situación en que había estado tan cerca de morir, según habían dicho los doctores apenas llegaron a tiempo para que se salvase.

-"¿y por qué insistes en morir, acaso no te gusta la vida?"-

-"Chuuya, algún día todos vamos a morir, quieras o no siempre será los mismo, un accidente o el tiempo te matará no importa cuanto intentes escapar"-

-"si sabes que así será entonces no es lógico que te adelantes, cuando te toque morir morirás y entonces ya nada ni nadie podrá hacer algo al respecto"-

Tenía la razón, aunque al final había terminado por tragarse sus palabras. En la altima pelea con Fyodor si que habían tenido problemas, Dazai a pesar de su astusia estaba demaciado herido como para seguir peleando, la habilidad del ruso no podía dañarle pero un combate de cuerpo a cuerpo si que podía hacerlo, la mafía y la agencia juntas no estaban logrando nada, el ruso iba justo en su ataque cuando lo supo, Chuuya había desencadenado corrupción en un intento de ayudarlo, veía la humanidad en sus ojos, fue una pelea dura en la que apenas y pudieron salir. No lograron matarlo pero si salir aunque a medias, Dazai por poco no detiene a Chuuya. Cuando logró alcanzarlo lo abrazó desesperadamente, estaba en su límite, cayó al suelo y vió a su compañero hacer lo mismo. Moribundo al borde de la muerte.

-Me pregunto si te habrás sentido de la misma manera que yo cuando pasó ese insidente, lo más seguro es que si, debía ser dificil para ti ya que tu amas la vida y estar perdiendola frente a tus ojos debe ser desesperante, no debiste tratar de ayudarme- siguió caminando entre los pasillos del hospital al que había llegado y parado frente a la puerta que buscaba tomó la perilla girandola y introduciendose a la habitación donde postrado sobre la cama permanecía su jóven compañero -ne Chuuya- acarició su cabeza -Si sabes que la muerte vendrá no le temas pero tampoco te rindas en este momento, vive un poco más, esta vez me toca cuidarte, tomalo como una recompensa, piensa en que si quieres morir el estar acompañado es mejor, si tienes ganas de ya no existir más deja de hacerlo pero que sea cometiendo un suicidio conmigo.



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