Cinquante et Un.

16.6K 3.6K 457
                                    

Hoseok y YoonGi caminaron por la oscuridad de la noche tomados de la mano, como antes.

A pesar de que el alto quería que YoonGi le contara todo lo que había hecho mientras estaba de viaje, prefirió dejarlo para otro momento. Le gustaba sentir la presencia del mayor.

Ese día, Hoseok volvió a casa con una sonrisa boba en los labios.

Había invitado al castaño a una de sus clases, sólo para mostrarle lo mucho que se esforzaba.

YoonGi, por supuesto, no había evitado mostrar lo emocionado que estaba. Quería ver como aquel chico que cuando lo conoció a penas era capaz de salir de su habitación, ahora podía hacerse valer por si mismo.

Hoseok tenía una paciencia enorme con los pequeños que iban a sus clases, y les enseñaba como vencer su timidez a base de buenos consejos.

-No, no. Mira, debes hacerlo así, con pasitos cortitos, como los pingüinos.- Hoseok le mostró al niño como hacer el movimiento de la coreografía correctamente.

¿Hace falta decir lo emocionado que se sintió YoonGi cuando escuchó eso? Sintió como su corazón volvía a acelerarse como hace tiempo no lo hacía.

Y más cuando Hoseok bailó una pequeña canción cuando todos ya se habían ido y estaban sólos. Se enamoró no una, si no mil millones de veces más del pelinegro.



//no sé si se dieron cuenta, pero cuando YoonGi le dijo a Hoseok "He vuelto a casa" aunque se encontraban en medio de una plaza y ahora Hoseok vivía en otro lugar, se refería a que su hogar era Hobi. No sé si lo habían entendido (?).

 -' Pasitos de Pingüino ♡ yoonseok '-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora