¿Tornerà l'amore? || Gianluca Ginoble || Il Volo || Terminada ||

Capítulo 47 (maratón 1/2)

Isabella entra a la cocina, donde su novio está preparando los desayunos.

―Quería llevártelo a la cama, pero te has levantado antes -comenta Gianluca con un poco de lástima.

―Me vuelvo a la cama. Tú no me has visto, ¿vale? -Isabella desaparece riendo de la cocina y sube a su habitación, metiéndose en la cama.

Gianluca se ríe por lo que acaba de hacer su novia y continúa preparando los desayunos. Los coloca en dos bandejas y coge, primero, una y la sube a la habitación, tal y como había sido su idea. Al entrar, ve a Isabella fingiendo estar dormida.

―¿También te tengo que despertar? -bromea Gianluca, sentándose al lado de Isabella.

Isabella no contesta, haciéndole ver cuál es la respuesta. Gianluca sonríe y se acerca a darle un beso en la mejilla.

―Despierta, princesa -le acaricia la cabeza dulcemente -. ¡Te he traído el desayuno!

Isabella abre los ojos lentamente y finge sorprenderse al ver la bandeja con el desayuno. Gianluca se ríe.

―¡Buenos días, bambino! -Isabella le besa -¡Huuum! ¡Qué buena pinta tiene la napolitana recién hecha! 

Isabella alarga el brazo para coger primero la napolitana pero Gianluca se lo impide, cogiéndole de esa mano.

  ―¡Qué aproveche, princesa! -le besa la mano -Voy a bajar a por mi desayuno.

―Vale. Te espero.

Gianluca vuelve con su bandeja y ocupa su lugar de la cama para disfrutar del desayuno en compañía.

―Por cierto, -Isabella da un sorbo al vaso de cola-cao -¿no dijiste que Mabel, Piero e Ignazio iban a estar aquí por unos días?

―Sí. Se me olvidó decirte que han propuesto su visita. Deberían haber venido antes de ayer, pero, al final, vienen hoy.

―Ah, vale. ¿Hay que ir a buscarles al aeropuerto?

―Sí, pero hasta dentro de dos horas no tengo que estar allí. ¿Vas a venir?

―No, tengo que continuar con el Trabajo de Fin de Grado. Lo siento. 

―No pasa nada. Los estudios son lo primero. Además, ya te queda poco para entregarlo.

―Me vas a poner nerviosa recordándomelo -Isabella se ríe.

―No debes ponerte nerviosa. Estoy seguro de que lo vas a hacer genial. Todo lo que haces, te sale perfecto -se sonríen -. He pensado que podrías coger las críticas del desfile de ayer y enmarcarlas. Siempre es bueno recordar las buenas palabras que te dedican. 

―¡Qué buena idea, Bambino! -Isabella le da un beso -Una especie de trofeo, ¿no?

―Sí. Nosotros también lo hacemos. Tengo las revistas en tu cuarto de estudio. Cuando tengamos tiempo, lo preparamos juntos. 

―Vale, gracias. 

Mientras Isabella se queda en su cuarto de estudio, Gianluca va otra vez al aeropuerto en busca de sus amigos. Mabel, Ignazio y Piero entran a la sala de espera.

―¡Waw, Mabel! ¡Qué tripa más grande! -dice Gianluca mientras le abraza -¿Ya da pataditas?

―¡Cómo que solo me queda un mes de embarazo! No da pataditas, da patadas a lo grande -aclara Mabel, riendo. 

―¡Qué ilusión! -Gianluca sonríe. -Por cierto, Isabella y tú tenéis que hablar -le recuerda.

―Lo sé. Tengo ganas de solucionar las cosas.