En El Centro Comercial

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Hoy era el día, volvería a ver a Percy después de estos meses, estaba muy nerviosa ya que cada vez que estaba junto a él recordaba el beso que le di en nuestra misión en el Laberinto, en ese momento creí que no lo volvería a ver y no quería que eso pasara sin antes decirle lo que sentía, ahora me muero de vergüenza de solo verlo, aunque gracias a los dioses no ha tocado el tema.

Nuestro encuentro se llevaría a cabo en el Centro Comercial, así que me vestí con unos jeans rasgados y una blusa blanca con los hombros descubiertos, me dejé el pelo suelto y me puse unas vans negras, ya en el lugar me senté a esperarlo.

Divisé a lo lejos su cabellera, comencé a sentir que explotaban fuegos artificiales, pero todo eso cambió por una erupción volcánica cuando vi que él estaba acompañado de nada más y nada menos que de Rachel Elizabeth Dare.

-¡Annabeth! - gritó Percy mientras me abrazaba, le correspondí con mucho gusto -Te he Extrañado tanto

-Yo también te he extrañado Sesos de Algas

-Hola Annabeth - dijo Rachel

-Ah, hola - conteste indiferente, para después prestar toda mi atención a Percy

Comenzamos a platicar y yo trataba de controlar lo que sentía, ¿Qué era?, ¿Por qué no admitirlo?, eran celos, celos de que Percy y Rachel se hubieran vuelto tan unidos, simplemente no podía soportar verlos juntos. Se conocían tan bien el uno al otro y el hecho de que RED pudiera ver a través de La Niebla no ayudaba en nada.

Fuimos a comer helado y me senté frente a ellos, comenzaron a jugar con su helado, se veían tan bien juntos que de pronto ya no le encontré sentido a que yo estuviera ahí, ¿a qué había ido en primer lugar? Creo que tenía la esperanza de que ese beso hubiera hecho la diferencia, pero creo que significó para mí mucho más de lo que significó para Percy.

Después de terminar mi helado me levanté y me dirigí a la salida cuando la voz de Percy me detuvo

-¿Que pasa? ¿Todo va bien?

-No pasa nada, no te preocupes, solo que me siento un poco mal así que ya me voy

-¿Aun te quedarás en mi casa?

¡Dioses! Había olvidado que me quedaría en la casa de Percy

-Si, eso creo

-Espera un momento y te acompañamos

Y fue ese "te acompañamos" lo que me hizo sentir dolor, no dijo "te acompaño" o solo se limitó a hacerlo, ahora Rachel era parte de su vida, de la parte de su vida en la que yo no le hacía falta, de su vida como mortal en la que yo ni siquiera existía.

-No, gracias, ustedes quedence y que la pasen bien, no quiero estorbar

Y salí corriendo mientras sentía como las lágrimas me bajaban por la mejillas, me dirigí a casa de Percy pero esperé a calmarme un poco antes de entrar ya que lo más seguro es que Sally comenzaría un interrogatorio.

Toqué el timbre y Sally abrió la puerta, me abrazó y pasé.

- Annabeth, querida, cuanto me alegro de que estés aquí, pasa a dejar tus cosas a la habitación de huéspedes.

Le agradecí y obedecí, sólo llevaba conmigo una mochila ya que sólo estaría ahí por tres días, únicamente tenía ropa y la laptop.

-¿Y dónde está Percy? - Preguntó Sally mientras yo me dirigía a donde ella estaba

-Se quedó con Rachel en el Centro Comercial - Respondí haciendo una mueca a lo que ella rió

-Veo que Rachel no te cae muy bien

-¿Soy tan obvia?

Ella rió

-A mi tampoco me cae muy bien, te prefiero mil veces a ti...en especial como nuera

Sentí como me sonrojaba pero no tuve oportunidad de responder (gracias a los dioses) porque en ese momento entró Percy, por desgracia junto con Rachel.

-Hola ma - saludó Percy - ya volvimos - Rachel saludó a Sally

-Estoy muy molesta contigo jovencito - le dijo Sally - ¿Por qué dejaste a Annabeth sola? ¿Acaso no eras tú el que se pasaba contando los días para volverla a ver?

Ambos nos sonrojamos

- Lo sentimos, pero Annabeth salió tan rápido que no nos dió tiempo de reaccionar - contestó Rachel

- Percy - le dijo Sally a su hijo con una mirada molesta

-No se preocupen, no pasa nada - contesté - sigan en lo que estaban, no se detengan por mi

Me disculpé con Sally y me dirigí a la habitación que me había sido otorgada, no sabía que me pasaba, sentía unas enormes ganas de llorar y de gritarle a Rachel pero sobre todo a Percy, de pronto sentí como una descarga electrica me recorrió todo el brazo, era Percy quien me había detenido en mi camino a la habitación.

-Listilla, espera - al verlo con esa sonrisa, aquella que al principio me molestaba pero que con el tiempo me empezó a gustar, no pude evitar que algunas lágrimas salieran de mis ojos, estaba tan enamorada pero no era correspondida.

-Oye, ¿Qué pasa? - preguntó preocupado

Estuve a punto de decirle todo lo que sentía, no me importaba quedar como una tonta, pero en ese momento Rachel apareció detrás de él, me llené de furia y me solté del agarré de Percy, entré al cuarto y cerré la puerta con seguro, me senté en la cama y me puse a llorar, oía como Percy tocaba la puerta pidiendo entrar pero no le hice caso, me sentía tan tonta haciendo esa rabieta, no era una niña pequeña y además, soy hija de la Diosa de la Sabiduría, no es normal en mi no saber que hacer, pero el estar con Percy provocaba que todas mis ideas se revolvieran.

No sé cuanto tiempo estuve así pero cuando me di cuenta Percy había entrado en la habitación, sostenía un juego de llaves en las manos, cerró la puerta tras él y se acercó dejando las llaves en el buró al lado de la cama, rápidamente me levanté y pegué mi frente con la pared, no quería verlo.

Sentí otra vez esa descarga y supe que Percy me había tocado, me estaba rodeando por los hombros y me giró para que quedáramos cara a cara.

-¿Qué es lo que está pasando Annabeth?

-Nada, no es nada

-Dímelo, te puedo ayudar

-¿Y Rachel? Creo que ya pasaron demasiado tiempo separados, deberías volver con ella.

Traté de irme pero el me lo impidió poniendo ambos brazos cada uno de un lado de mi  cabeza impidiendome la salida, se acercó un poco más acorralandome en la pared.

-¿Rachel? - arqueó una ceja - Le dije que se fuera, ahora es mucho más importante que tu estés bien

-Oh - dije, que patética soy, pero debo aclarar que tenerlo tan cerca de mi no me dejaba pensar claramente.

-Sé que soy un Sesos de Algas, pero aún así puedo entender cuál es el problema aquí - me miró con aire de superioridad - Estás celosa Listilla

Por tercera vez en el día sentí como me sonrojaba violentamente y sólo atiné a contestar

-Cla,Claro que nnno, obviamente eres un sesos de algas 

Él se rió y se acercó un poco más a mí, estábamos a sólo unos centímetros de distancia

-Mi teoría es cierta, ¿Quién es el Listillo ahora?, estás celosa de Rachel desde la Batalla del Laberinto, no la soportas y que ella sea una mortal que ve a través de la niebla no la ayuda en nada, pero no te preocupes Annabeth - acercó su rostro un poco más y tragué saliva - eres tú la que me gusta.

Me quedé en shock durante unos segundos hasta que sentí como Percy posaba sus labios sobre los mios, tardé en reaccionar pero correspondí gustosa al beso poniendo mis brazos alrededor de su cuello y el me acercó más poniendo sus manos en mi cintura, no separamos para tomar aire

-No sabes cuanto había esperado este segundo beso - me dijo

-Oh, y habrá muchos más, de eso estoy segura - lo volví a besar

Percabeth One ShotsWhere stories live. Discover now