23. No lo vayas a negar

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Mia

Claramente no encontramos a la extraña señora en la recepción y, no puedo decir que estaba decepcionada por ello, de hecho, me alegraba no haberla tenido que ver una vez más. El problema es que ahora había 3 personas que podían morir -por suicidio- y no tengo idea de cómo podemos solucionarlo.

―Necesitamos salvar a esos tres suicidas ―dijo Lydia cuando entramos al cuarto.

― ¿Cómo lo hacemos? ―pregunté.

―Deberíamos de hablar con Scott ―sugirió Lydia.

Hablar con Scott implica hablar con Stiles y no quiero hacer eso. No puedo verlo.

―Scott se está comportando raro ―dijo Allison― cuando me estaba en la ducha él entró al baño y parecía no importarle que yo estuviera desnuda.

―Scott se está comportando raro ―dijo Allison― cuando me estaba en la ducha él entró al baño y parecía no importarle que yo estuviera desnuda

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―Es un hombre ―le dijo Lydia cruzándose de brazos― claro que le importaba que estuvieras desnuda.

―No lo decía en ese sentido ―resopló Allison―. Además, él tenía una mirada extraña, simplemente fue un momento inusual, no sé porque apareció de la nada en el cuarto... o cómo diablos fue que entró.

―Bien, entiendo, entonces, ¿qué hacemos? ―preguntó Lydia.

―Deberíamos de conversar con Stiles, él siempre tiene buenas ideas ―respondió Allison encogiéndose de hombros.

―Entonces hay que llamarlo ―dijo Lydia, ambas fijaron su mirada en mí.

― ¿Qué? ―les pregunté.

― ¿Puedes llamarlo? ―me preguntó Allison.

Suspiré y me senté en medio de mi cama, flexionando mis rodillas. ―Mi celular está descargado, háganlo ustedes.

Sabía que ninguna me creía, pero de todas formas no me pidieron otra vez que lo llamara. Fue Lydia quien le mandó un mensaje. Dos minutos después se escuchó un golpe muy fuerte en la puerta, Allison fue la que la abrió y ahí estaba Stiles, quien se veía agitado.

En cuanto chocó miradas conmigo, se acercó y tomó mi mano.

― ¿Estás bien? ¿Te sucedió algo?

―Estoy bien ―respondí soltándome de su agarre.

―Estás bien ―repitió él, ahora se le veía más tranquilo―. ¿Por qué me mandaste un mensaje? ―le preguntó a Lydia―. Pensé que le había pasado algo, no puedes hacer eso ―ahora sonaba molesto.

Hipócrita.

Hace una hora le estaba diciendo a Scott que Lydia y yo podíamos estar sacrificando gente.

Lydia rodó los ojos y se sentó en la cama contigua. ―Te llamamos porque hay algo que debes saber.

Lo siguiente que pasó fue que Allison y Lydia se encargaron de contarle lo acontecido en la última hora. Los suicidios, lo que Lydia oyó y lo que yo vi. Cuando mencionaron mi visión fue cuando Stiles me miró fijamente, posó su mano sobre mi rodilla y me preguntó si me sentía bien. Lo único que hice fue asentir y luego me salí de la cama, no quería estar cerca de él.

Siare | EMPE #3 | Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora